Sociedad

El VIII Centenario de la Catedral de Burgos rescata la figura del cardenal Benlloch y Vivó

El sacerdote y profesor Domingo Ortega recupera en un libro la figura y el legado del religioso como promotor del patrimonio burgalés así como su papel en la celebración en 1921 de los 700 años de la Seo

El presidente y vicepresidente de la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021, Mario Iceta (C), y Antonio Méndez Pozo (D), respectivamente, charlan con el autor del libro, Domingo Ortega (I)
El presidente y vicepresidente de la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021, Mario Iceta (C), y Antonio Méndez Pozo (D), respectivamente, charlan con el autor del libro, Domingo Ortega (I)Ricardo OrdoñezIcal

‘El cardenal Benlloch y Vivó (1864-1926)’, es el título del libro escrito por el sacerdote y profesor emérito de la Universidad de Burgos (UBU), Domingo Ortega Gutiérrez, en el que rescata la figura y el legado de este religioso y su papel fundamental en la celebración de los 700 años de la Catedral de Burgos en 1921.

A lo largo de esta extensa biografía, Ortega repasa los acontecimientos más importantes de la vida del cardenal, desde su nacimiento en Valencia, hasta su muerte en Madrid, con su sepultura provisional en la capilla de Santa Tecla de la Catedral de Burgos. Tras ser canónigo de la seo de Segovia, Juan Bautista Benlloch y Vivó fue nombrado obispo de Solsona en 1901 y, posteriormente, en 1907, obispo de Urgel y copríncipe soberano de Andorra.

Allí su labor social y en favor del progreso y el bienestar fue intensa, con el encauzamiento de los ríos Segre y Llobregat, la llegada del teléfono y el telégrafo al país pirenaico o la escritura de la letra del himno de Andorra, entre otras iniciativas. En 1919, el papa Benedicto XV le preconizó como arzobispo de Burgos y le encargó crear el Seminario Nacional de Misiones Extranjeras. Benlloch, que era académico de las Reales Academias de Bellas Artes de San Fernando y de San Carlos, poco después fue nombrado cardenal, recibiendo la birreta cardenalicia en la capilla del Palacio Real de Madrid de manos del rey Alfonso XIII.

Uno de los aspectos que más destacaron durante la presentación fue el papel que ejerció el cardenal Benlloch y Vivó como promotor e impulsor del Seminario Nacional de Misiones Extranjeras. Al respecto, José Luis Cabria Ortega señalaba que los misioneros han sido los “mejores embajadores de Burgos en el mundo” y recordaba cómo ha cambiado la ciudad burgalesa en estos cien años, señalando las dificultades y éxitos por los que ha pasado, y destacando especialmente a la figura del cardenal.

Por su parte, René Payo, apuntó que una celebración como es el VIII Centenario de la seo, permite “levantar el polvo” y conocer más a figuras tan importantes como la del cardenal, que tuvo no solo un perfil religioso, sino también político. Sin embargo, quiso destacar especialmente su perfil cultural, como promotor del patrimonio burgalés.

Asimismo, destacó la labor de Domingo Ortega durante la elaboración de esta biografía, así como su pluma, que logra una “lectura muy fluida”, que en ocasiones adquiere “tintes de novela”. “Es una obra que, a mi juicio, recobra la figura de un gran personaje”, añadió. El presidente de la Fundación, Mario Iceta, subrayó por otro lado la “responsabilidad” de hacer “portaciones a la altura” en este VIII Centenario de la Catedral, destacando las acciones que se llevaron a cabo en 1921, cuando el templo celebró sus 700 años.

La obra, de más de quinientas páginas, se puede adquirir en la librería de la Casa de la Iglesia a un precio de 30 euros. Su autor quiso dedicar esta obra a los arzobispos de Burgos, que le enseñaron a “amar la Iglesia”, y a través de él reconstruye dos historias, tanto la del propio cardenal, como la del templo burgalés.

El acto de presentación de esta obra contó con la asistencia del autor del libro, Domingo Ortega, el presidente de la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021 y arzobispo de Burgos, Mario Iceta; el decano de la Facultad de Teología del Note de España en Burgos, José Luis Cabria Ortega, y el presidente del Consejo Asesor de la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021, René Payo.

Los organizadores de La Vuelta inspeccionan el final de la tercera etapa en Picón Blanco
Los organizadores de La Vuelta inspeccionan el final de la tercera etapa en Picón BlancoLa RazónLa Razón

La Vuelta en Burgos

Por otro lado, cabe señalar que los equipos de producción y logística de La Vuelta Ciclista a España estuvieron la semana pasada reconociendo el final de la tercera etapa de la ronda que se disputará el próximo verano. Esta será la primera prueba de montaña de La Vuelta 21, el lunes 16 de agosto, y acabará en una cima inédita, el puerto de Picón Blanco, de primera categoría y con rampas del 17% de desnivel, en el municipio burgalés de Espinosa de los Monteros, que se convertirá en el centro neurálgico de la ronda ciclista ese día. Así, el polideportivo y el colegio Santa Cecilia albergarán la sala de prensa y la oficina permanente de la organización de La Vuelta. De esta manera, los espinosiegos se sumarán a la conmemoración del VIII Centenario de la Catedral de Burgos.

Tras la contrarreloj inicial por el casco urbano de Burgos, y la etapa entre Caleruega y el barrio de Gamonal, el tercer episodio de La Vuelta 21 partirá desde Santo Domingo de Silos, recorrerá 203 kilómetros y finalizará a 1.500 metros de altitud, en el Picón Blanco, meta que debuta en la gran ronda ciclista española tras convertirse en un hito en la Vuelta a Burgos.