Moción de censura
Calma tensa ante el desenlace de una semana de Pasión adelantada
Cuenta atrás para que Castilla y León debata y vote por vez primera en su historia en las Cortes una iniciativa que pretende desalojar al presidente de la Junta en la que todo es posible
Este viernes próximo de Dolores arrancará oficialmente la Semana Santa en Castilla y León. Si bien, la Comunidad, poco acostumbrada a sobresaltos de ningún tipo, y menos de índole política, está inmersa en otra semana de Pasión más terrenal y carnal, que afecta a su futuro, y cuyo desenlace se conocerá mañana lunes que es cuando se debatirá la moción de censura que presentaba el PSOE hace once días contra el Gobierno de coalición de Partido Popular y Ciudadanos liderado por Fernández Mañueco.
Una iniciativa que se registraba de forma precipitada por los socialistas -aunque llevaban días amenazando con ella- debido a que unas horas antes se había presentado otra en la Región de Murcia y acto seguido la presidenta de la Comunidad de Madrid respondía convocando elecciones por temor a que le hicieran lo mismo que a los murcianos, desatándose un terremoto político en nuestro país que está derivando en la destrucción de Ciudadanos, ante la desbandada de cargos y dirigentes que se está produciendo en esta formación que lidera Inés Arrimadas.
Desde entonces, Castilla y León vive en una situación de calma tensa ante una situación inédita en esta Comunidad, en la que parece que nada va a cambiar, pero donde nadie se fía ya de nadie y cualquier cosa es posible, sobre todo en este arte de la política, capaz de hacer realidad lo imposible.
Para que la moción de censura pueda salir adelante, los socialistas necesitan el apoyo de al menos 41 procuradores de la Cámara autonómica compuesta por 80 diputados. El PSOE se presenta a la moción sin los apoyos necesarios ya que solo tiene seguros 35 votos de los suyos más los dos de Podemos, Pablo Fernández y Laura Domínguez, por lo que sumarían 37 y estarían a cuatro de la mayoría absoluta. Dos de estos escaños podrían llegar de la Unión del Pueblo Leonés (UPL) y Por Ávila, que aún no se han pronunciado definitivamente -de hecho los abulenses se reunieron ayer con Fernández Mañueco y no decidieron el sentido de su voto, aunque esperan hacerlo a lo largo de este domingo para evitar un mercadeo mañana- y de otros procedentes de Ciudadanos que decidan romper la disciplina de partido y fugarse y quien sabe si apoyar el PSOE o no.
De momento este paso ya lo ha dado la procuradora de Ciudadanos por Salamanca, María Montero, hace dos días consiguiendo con esta decisión reavivar la llama de una moción que hasta este viernes parecía condenada al fracaso. No en vano, esta joven dirigente se va del Grupo Parlamentario Ciudadanos pero no abandona su acta, por lo que se ha pasado al Grupo Mixto como no adscrita y podrá votar mañana, y como todo parece indicar lo hará para apoyar al PSOE, ya que en su escrito de renuncia dejaba claro su descontento por no haber cumplido junto al PP los objetivos de regeneración y cambio que Cs prometió cuando concurrió a las elecciones.
Un hecho con el que ha conseguido que PP y Ciudadanos hayan perdido la mayoría en la Cámara regional y el Gobierno de coalición tenga que depender también de lo que digan o hagan el resto de formaciones.
Así que, de confirmarse el voto favorable de Montero a la moción, y dando por hecho también que Por Ávila y la UPL apoyen la iniciativa, al PSOE solo le faltaría un voto, que no provendría de Vox, cuya única representante, Fátima Pinacho, ya ha confirmado con no favorecerá la creación de un Gobierno socialcomunista en Castilla y León y que votará no, aunque también ha pedido la dimisión de Fernández Mañueco y Francisco Igea por su “nefasta” gestión de la pandemia y, de no ser así, si la moción fracasa reclama la convocatoria urgente de elecciones.
Por todo ello, todas las miradas apuntan a los once procuradores que restan de Ciudadanos. La gran mayoría de ello ya han confirmado públicamente en diferentes medios de comunicación o a través de sus redes sociales que no apoyarán la moción de censura. Es el caso de la abulense Inmaculada Gómez, la burgalesa Blanca Negrete, el leonés Francisco Javier Panizo, la palentina Alba Bermejo, la segoviana Marta Sanz, la zamorana María Teresa Gago o el burgalés José Ignacio Delgado.
También el vicepresidente Francisco Igea y el portavoz del Grupo Parlamentario, David Castaño, han realizado constantes manifestaciones públicas en contra de la moción de censura estos últimos días y de forma contundente han expresado que votarán no por responsabilidad y porque consideran que esta iniciativa es indecente y contraproducente, y porque están satisfechos con el acuerdo firmado con el PP para la gobernabilidad.
En el punto de mira se encuentran el presidente de las Cortes, Luis Fuentes, y en el delegado de Acción Institucional del partido y Secretario General del Grupo Parlamentario de Ciudadanos, Miguel Ángel González, quienes no se han pronunciado ni de forma pública ni en sus perfiles en redes sociales, aunque sí que formaron parte del grupo de siete procuradores que comparecieron hace nueve días en rueda de prensa para hacer visible la unidad en el partido y trasladar a la opinión pública y al PSOE que los doce procuradores iban a votar no a la moción de censura.
Si bien, tampoco este gesto puede ser definitorio de nada ya que María Montero, la que se ha fugado al Grupo Mixto como no adscrita sembrando el pánico en el PP, también estaba presente en la foto de ese día se suponía que en contra la de moción.
En cualquier caso, ya quedan menos de 24 horas para que saber el desenlace de este espectáculo, en el que todo está en el aire y pese a que en Cs, dan por desactivada al mocióny el PP, en palabras de Fernández Mañueco, está convencido de que la iniciativa no saldrá adelante, cualquier cosa podría ocurrir porque en este mundo nada es lo que parece y las traiciones y puñaladas por la espalda están a la orden día, pese al pacto antitransfuguismo firmado por los partidos.
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