Castilla y León, partidaria de completar la pauta de vacunación con AstraZeneca

Gobierno y Comunidades Autónomas debaten este miércoles sobre cómo y con qué vacuna administrar la segunda dosis a los para los trabajadores esenciales menores de 60 años que recibieron en el primer suero de AstraZeneca hace más de dos meses, después de que un estudio del Instituto Carlos III haya demostrado que no habría problema en completar la pauta con dosis de Pfizer, lo que ha recibido el visto bueno del Gobierno, y se haya dejado la puerta abierta a que sea la propia persona afectada la que decida la vacuna que quiere que le suministren para completar la pauta.

La postura de castilla y León al respecto es clara: defiende que esta segunda dosis sea de AstraZeneca. De hecho, la propia consejera de Sanidad, Verónica Casado, que recibió la primera dosis del suero británico, aseguraba este miércoles que ella quiere completar su pauta con el suero de dicha empresa y seguir así la recomendación de la Agencia Europea del Medicamento así como la ficha técnica de la vacuna.

Si bien, y a falta de lo que este jueves determine el Consejo de Gobierno, los miles de ciudadanos que tienen pendiente esta segunda dosis tendrán que dar su consentimiento informado para completar su pauta con una vacuna del mismo laboratorio, aunque también dará la opción de hacerlo con Pfizer, según se ha acordado esta tarde en el Consejo Interterritorial.

Además, la consejera ha advertía de que si finalmente se decidiera que estas segundas dosis se tengan que suministrar con Pfizer, Castilla y León necesitaría para ya mismo unas 110 bandejas de este suero con 130.000 dosis, porque las que hay almacenadas ahora mismo para este grupo son las de AstraZeneca.

También se ha referido a este asunto el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, quien coincide con Casado en que hay poner la segunda dosis de AstraZeneca y asegura que hay decisiones que no se entienden desde el punto de vista científico, epidemiológico y de salud pública.

«No hay una explicación científica razonable para cambiar la pauta y completar con Pfizer la pauta iniciada con AstraZeneca en los menores de 60 años como quiere el Gobierno de España», denunciaba. En su opinión, la evidencia científica es «clara», ya que se suspendió la vacunación con AstraZeneca porque había un problema de seguridad, que eran siete eventos tromboembólicos por millón, “por lo que ahora no se puede decir que es más segura la combinación con un ensayo de 400 personas sin grupo comparativo”.

Al respecto, el también portavoz de la Junta afirma, contundente, que su obligación es proteger a la población y tomar las medidas que sean más efectivas para su protección. “Si no se nos explican algunas cosas tomaremos aquellas medidas que entendamos que protegen mejor a la población, a más ciudadanos y en el menor tiempo posible”, apuntaba Igea, durante una visita a Palencia.

Por otro lado, Casado alertaba igualmente de que en este mes de mayo Castilla y León está recibiendo menos vacunas debido que el cambio de criterio en el reparto de las dosis, al pasar de una proporcional al número de personas integradas en los grupos de edad a uno en función de la población total de la Comunidad, por lo que puede afectar el ritmo de la vacunación así como a la planificación de la misma.

Pese a ello, en estos momentos más de 1,4 millones de personas de esta Comunidad a las que se ha administrado al menos una dosis, mientras que 539.795 castellanos y leoneses han recibido ya la pauta completa.

Además, el 96 por ciento de la población de más de 60 años ya ha sido inmunizada con al menos un suero, mientras que el 56,5 por ciento ha recibido los dos pinchazos, y más del 70 por ciento de los ciudadanos de más de 70 años están inmunizados, un porcentaje que se eleva a casi el cien por cien en el caso de los de más de 80 años.

Finalmente, y con la cercanía del verano y con él, las vacaciones, la consejera de Sanidad pedía a los castellanos y leoneses que ajusten las fechas de estos días de descanso para que puedan recibir las dosis de la vacuna contra la covid y evitar así “desbordar” los sistemas de salud de zonas costeras o incluso de algunos puntos de Castilla y León, ya que habrá repescas para las personas que no estén en sus lugares de residencia cuando sean convocados a la vacunación.

Además, avanzaba que la vacunación de las personas desplazadas de otras comunidades está garantizada en Castilla y León y que en cuestión de días se vacunará a los padres de los niños de grandes dependientes.