Sociedad

El Papa condecora a dos colaboradores de la Iglesia en Valladolid por su servicio ejemplar y generoso

El cardenal arzobispo, don Ricardo Blázquez, impondrá este sábado ambas distinciones pontificias a José María Conde y Pilar de Pablos

El cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, junto a Pilar de Pablos
El cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, junto a Pilar de PablosIglesia en ValladolidLa Razón

El Papa condecora a dos colaboradores de la Iglesia en Valladolid, el ecónomo José María Conde y la responsable del Departamento de Difusión, Pilar de Pablos Otero, por su generosidad y entrega para con el Arzobispado vallisoletano.

El cardenal arzobispo Ricardo Blázquez impondrá este sábado ambas distinciones a estas dos personas en un acto que se celebrará a las doce del mediodía en el Salón del Trono del Arzobispado “como premio a su fidelidad a la Iglesia y su servicio distinguido a la comunidad”

El Santo Padre ha otorgado este reconocimiento a través del nuncio apostólico en España, Monseñor Bernardito C. Auza, a solicitud del propio arzobispo, quien hace unos meses trasladó a Roma ambas candidaturas, con el propósito de llevar a cabo un “reconocimiento público” de la “gratitud” que para con ellos tiene la Iglesia de Valladolid por la realización de “su servicio generoso”, y por la “ejemplaridad” de ambos en el ejercicio de las tareas encomendadas.

Las condecoraciones, medalla, insignia y título acreditativo, se entregarán, además, la víspera de Pentecostés que se celebra este domingo para conmemorar el día en que se cumplió la promesa de Cristo a los apóstoles de que el Padre enviaría al Espíritu Santo para guiarlos en la misión evangelizadora, en la que la Iglesia celebra el día del Apostolado Seglar, según informan fuentes del Arzobispado de Valladolid.

Cariñosa eficiencia

El entonces vicario de Pastoral, Pepe Heras (actual párroco del Santísimo Salvador y Santiago de la capital), solicitó ayuda a Pilar de Pablos en el año 2000, apenas unos meses después su jubilación de la empresa vallisoletana Javier, en cuyo departamento de joyería desempeñó diversos cargos de responsabilidad durante más de cuatro décadas.

Cuando la Archidiócesis de Valladolid decidió prescindir de las vicarías, De Pablos pasó de ser la secretaria Pastoral a la responsable del Departamento de Difusión, labor que continúa desempeñando en la actualidad. Son más de veinte años de trabajo altruista, cariñoso y eficiente en la sede arzobispal, que se suman a otras muchas tareas parroquiales desarrolladas a lo largo de su vida, desde catequista a integrante del Consejo de Laicos.

Pilar de Pablos, miembro del instituto secular Alianza en Jesús con María, recibirá la distinción pontificia ‘Medaglia Benemerenti’, una condecoración papal institucionalizada por Gregorio XVI en 1832 que se confiere a quienes han demostrado un largo y excepcional servicio a la Iglesia católica y a la comunidad en general.

El ecónomo del Arzobispado de Valladolid, José María Conde
El ecónomo del Arzobispado de Valladolid, José María CondeIglesia en ValladolidLa Razón

Luz encendida

José María Conde, nacido en Grijota, Palencia, fue director de varias oficinas en los bancos Central-Hispano y Santander, hasta su temprana prejubilación, en 1999. Fue el arzobispo don Braulio Rodríguez quien, en 2002, le solicitó su colaboración con el Arzobispado de Valladolid. Lo que pensó que sería un puesto en el Consejo Económico de la Archidiócesis acabó siendo el de ecónomo diocesano y, tras unos meses de ‘puesta a punto’ con su antecesor, Enrique Peralta, Conde tomó posesión del cargo el primero de marzo de 2003.

Desde entonces, 18 años después, ha vivido tres renovaciones (las dos últimas con don Ricardo Blázquez al frente de la Diócesis) y muchas horas de trabajo interno y externo que han hecho posible la transformación de la institución en aras de la transparencia económica y financiera. No importa qué día de la semana o de qué mes se trate, en el despacho del ecónomo diocesano la luz siempre está encendida.

José María Conde recibirá el título de Comendador con placa del Orden de San Silvestre, instituida por el papa Gregorio XVI el 31 de octubre de 1841 y reformada por San Pío X el 7 de febrero de 1905. Es una de las cinco Órdenes de Caballería otorgadas por el Papa como sumo pontífice a los caballeros (desde 1993 también a mujeres) por su servicio ejemplar a la Iglesia católica.