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Del tintero al teléfono móvil: la forja de un escritor de la Generación Z

“Una piscina es un buen sitio para empezar a escribir una novela”, señala Laura García Pascual, la joven de Miranda de Ebro autora de “Inesperado”, su debut literario

La joven escritora mirandesa Laura García Pascual
La joven escritora mirandesa Laura García PascualLa RazónLa Razón

Del tintero a los archivos de notas del teléfono móvil, del scriptorium a la pantalla digital, las nuevas tecnologías traspasan la forja de nuevos escritores, los de la Generación Z o nacidos en el siglo XXI como ocurre con la burgalesa Laura García Pascual, autora de “Inesperado”, su primer libro.

Cualquier sitio es bueno para redactar una novela, incluso una piscina, el lugar donde Laura García (Miranda de Ebro, 2000), estudiante de Derecho de la Universidad de Burgos, comenzó hace seis años a gestar “Inesperado” (Ediciones Alféizar), que culminó el pasado durante el obligado confinamiento por la pandemia.

”Empecé a escribir un día en la piscina, cuando tenía 15 años, en los archivos de nota de mi teléfono móvil porque no tenía ordenador. Mis padres no tenían ni idea y poco a poco fui subiendo las historias a una plataforma (Wattpad): cada dos semanas un capítulo, hasta que terminé el libro”, relata.

Durante el confinamiento retomó esos capítulos, los trasladó a un ordenador que estrenó cuando se matriculó en la universidad y les dio forma hasta concluir un libro que, pese a su gestación tecnológica, le apetecía tener físicamente, “en mis manos, pasar las páginas y sentirlo que, al final, es algo diferente”, ha apostillado.

Esas sensaciones cuadran en cierto modo con sus preferencias: el papel frente al e-book, lo tangible para leer y lo virtual, en este caso la plataforma Wattpad, “para darte a conocer”. Pero, a pesar de la aceptación que percibía a través de las visitas y los ‘me gusta’ recibidos, aspiraba a algo más.

”Al final siempre quieres algo más, un libro físico para ponerlo en manos de mi familia y amigos, verlo, tocarlo... es un poco eso”, ha añadido Laura García, quien al volver la vista se reconoce como una precoz aspirante a escritora, casi sin saberlo ella entonces.

Fue a los ocho años de edad cuando concibió una historia de misterio en el vetusto edificio del Colegio Sagrada Familia, en el centro de Miranda de Ebro (Burgos), donde imaginó que de forma fortuita se quedaba encerrada una noche, un relato de enigma y misterio como insinúa ahora el título de su bautismo literario, que presentará el 23 de julio en la Casa de Cultura de su ciudad natal.

Inesperada fue también la llamada del sello valenciano Alféizar para editar su libro, durante el descanso de una de sus clases, a pesar de que lo había enviado a varias editoriales de las que obtuvo una respuesta negativa o simplemente no la tuvo.

Misterio y enigma sí, pero con un toque de romanticismo, una pizca de comedia y un pellizco de relato viajero especian una primera novela que Laura García ha inscrito en el ámbito juvenil, la edad de sus dos protagonistas a quienes el azar proporciona un encuentro a miles de kilómetros de su lugar de origen.

Escrita con un lenguaje “juvenil, fácil y comprensible”, esta autora primeriza tiene en cartera una antología de relatos y prepara ya la segunda entrega de la trilogía que ha abierto con “Inesperado”. Todo ello dependerá del grado de aceptación de este primer eslabón, pero siempre desde la convicción de quien no se ve como una escritora profesional.

”Me lo tomo como un hobby. Tengo historias comenzadas y otras más maduras. Si tienes un ‘boom’, a lo mejor cambia la cosa pero para eso hay que tener talento, suerte y oportunidades”, ha añadido esta estudiante de Derecho que de momento tiene claro su porvenir, el de continuar sus estudios y ampliarlos.

El paro juvenil, en auge, “es algo que nos preocupa a todos y yo tengo claro que la gente se tiene que marchar a otros sitios, al final es lo que hay”, ha rematado como si se tratara de un final presentido que en ningún caso, por esperado, quiere para ninguna de sus novelas