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Sociedad

Maletas vacías de cabreo en Aranda

Los vecinos de la localidad vuelven a movilizarse para reivindicar el tren directo entre Madrid y Burgos pasando por este municipio ribereño ante el olvido de Sánchez en los Presupuestos

Protesta junto a la estación de tren de El Montecillo de Aranda de Duero para reclamar el tren directo entre Madrid y Burgos por Aranda
Protesta junto a la estación de tren de El Montecillo de Aranda de Duero para reclamar el tren directo entre Madrid y Burgos por ArandaLa RazónLa Razón

Los vecinos de la localidad burgalesa de Aranda de Duero están que trinan y hartos de los permanentes olvidos presupuestarios para infraestructuras demandadas por la sociedad porque se consideran necesarias para el desarrollo económico y social de esta comarca de la provincia de Burgos, como es el caso del defenestrado tren directo entre Madrid y Burgos que pasa por Aranda de Duero, que sigue parado y dejado de la mano de Dios una década después de que dejara de funcionar para desgracia de los arandinos.

Por ello la Plataforma por el Ferrocarril Directo ha retomado este domingo las movilizaciones en las calles, concretamente en la estación de tren de El Montecillo del municipio, donde han acudido con maletas vacías y bolsas de viaje sin nada para denunciar el olvido gubernamental con esta ansiada infraestructura ferroviaria nuevamente en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el próximo año presentado esta semana y admitido a trámite en el Congreso de los Diputados para su debate ya.

Una protesta que se celebraba bajo el lema ‘Contra la desidia y el abandono’, y en la que los manifestantes advertían que no pararán y que no se rendirán tan fácilmente hasta conseguir que el Gobierno de España reaccione y reabra esta infraestructura.

“Con esta acción queremos reivindicar la necesidad de reactivación de este servicio, visibilizar este problema y que no nos tomen por tontos”.

“De alguna manera no es posible que la última línea de ferrocarril construida antes de las del AVE, haya tenido una trayectoria como la nuestra”, lamenta el presidente de la organización, Jorge Núñez, en declaraciones recogidas por Ical, quien recordaba que lo de esta línea es algo único en España. “Primero, se quitan los servicios; segundo, se cierra la línea en unas condiciones un tanto sospechosas; después, falta el dinero para la reapertura y el mantenimiento de la línea; y al final, nos vemos en que la razón estaba ahí”, denuncia Núñez.

El presidente de la Plataforma por el Ferrocarril Directo asegura que “aquí se centra más de la mitad de la economía de Castilla y León” y critica que “esas pocas miras del Ministerio y de la Junta de Castilla y León “nos hacen padecer esto”. “Se debe a las variedades políticas y a la lucha de poder”, apunta, mientras afirma, contundente, que esto es lo que la población está padeciendo.

Gran movilización en Madrid

Esta iniciativa servirá de preámbulo a la manifestación multitudinaria que se ha convocado en Madrid para el próximo 24 de octubre por la Coordinadora Estatal del Ferrocarril. Allí se darán cita numerosas plataformas españolas que reivindican el tren convencional como medio de transporte tanto para mercancías como para viajeros.

“Son muchas las zonas en las que está ocurriendo lo que vivimos aquí hace años. Eliminan trayectos, empeoran los horarios para que no sean útiles, ponen autobuses, eliminan estaciones, hay averías permanentes… quieren acabar con el tren convencional”, señala Núñez, a la vez que recuerda que el Ministerio de Transportes se comprometió a revitalizar esta línea.

Desde la Plataforma tachan de “chiste” que a 2021 se le haya declarado Año del Ferrocarril. No entienden que mientras que la apuesta de la Unión Europea vaya encaminada a los servicios ferroviarios a sabiendas de que es un medio “sostenible, seguro y asequible”, que mientras que “los políticos no hace más que hablar de la España vaciada”, el gobierno no impulse el tren convencional.

De la vía que conecta Madrid con Burgos, únicamente se usan 25 kilómetros para transporte de pasajeros en Cercanías desde Madrid hasta Colmenar Viejo y 96 kilómetros desde Aranda hasta la capital burgalesa para transporte de mercancías.

Los 159 kilómetros restantes se encuentran “en suspensión de trenes con servicio comercial”, según palabras de Adif, algo que significa “que en la práctica están abandonados”.