Agricultura

Castilla y León reclama 7.000 hectáreas más de regadío en el nuevo plan hidrológico del Duero

El consejero Jesús Julio Carnero pide a la CHD que se permita el mantenimiento de los regadíos de aguas subterráneas en el futuro

El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, se reúne con la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero, Cristina Danés
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, se reúne con la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero, Cristina Danésmir_icalAgencia ICAL

Que el nuevo plan hidrológico de la Cuenca del Duero, que está en fase de alegaciones, incorpore 7.000 hectáreas más de regadíos nuevos en esa Comunidad, a sumar a las 49.000 que ya prevé, para las zonas de Valderas, en León, el sector quinto del Cea-Carrión y la Valdavia, en Palencia, y una ampliación de la Armuña, en Salamanca.

Esta es la demanda principal que le ha reclamado este lunes el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta, Jesús Julio Carnero, a la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero, Cristina Danés, en una reunión en la que han analizado fundamentalmente las alegaciones del Gobierno regional a ese plan hidrológico, que regulará las actuaciones hasta el 2027.

Carnero ha hecho hincapié durante el encuentro en la necesidad imperiosa que hay de resolver problemas de regulación estructurales en zonas con déficits para atender las demandas actuales. Además, ha pedido que se permita la garantía de mantenimiento de los regadíos de aguas subterráneas en el futuro, sin aplicar limitaciones a las actividades existentes en la actualidad. Y, asimismo, conseguir una cuenca más resiliente frente a las consecuencias del cambio climático permitiendo las actividades necesarias que se precisan para garantizar el desarrollo rural en nuestro territorio y el mantenimiento de la actividad socioeconómica, la población y el empleo en este medio.

“El Plan Hidrológico actual contempla únicamente dos regulaciones que atienden al primer objetivo señalado, que son las regulaciones de las zonas del Órbigo y el Carrión, si bien esta última, está dotada con unas cantidades de inversión muy escasas para este periodo -cinco millones de euros para cada una-, que no permitirán poner en marcha estas infraestructuras a lo largo del periodo, como señala el borrador de Plan”, advierte el consejero.

que se permita la garantía de mantenimiento de los regadíos de aguas subterráneas en el futuro
que se permita la garantía de mantenimiento de los regadíos de aguas subterráneas en el futuromir_icalAgencia ICAL

Por otro lado, Carnero asegura que el Plan debe incluir actuaciones como la regulación del Cega, a través de la presa de Lastras de Cuéllar, que figuraba en el Esquema Provisional de Temas importantes de esta planificación y ha desaparecido, así como incrementar la regulación del Tormes para que permita mantener e incluso incrementar las superficies de regadío dependientes de La Armuña que quedan pendientes de transformar y que tienen como objetivo principal sustituir regadíos que actualmente se nutren de recursos subterráneos”.

De la misma forma, para el consejero el Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero debe aumentar la presa de Santa Teresa ya que considera que, junto con las actuaciones en el río Cega, darían solución a los problemas de aguas subterráneas en el norte de la provincia de Salamanca, sur de Valladolid y varias zonas de Ávila y Segovia.

Cristina Danés, por su parte, apela a la “máxima precaución” y a una política “muy preventiva” a la hora de incorporar más hectáreas de regadío, en el “difícil equilibrio” que conlleva la bajada de aportaciones de agua por el cambio climático, que llevan a la incertidumbre en estos momentos.

Asimismo, asegura en declaraciones recogidas por Efe que está garantizado el suministro de agua para determinados riegos “y no se puede poner en peligro las inversiones que han hecho los regantes” de las hectáreas que ya hay de regadío, a los que hay que garantizar ese agua, ha sostenido la presidenta del organismo de cuenca.

En este apartado, Carnero insiste en que no debe renunciarse al incremento de las superficies regables en Castilla y León, porque la Comunidad alberga un porcentaje de superficie de regadío menor que la media española, y asegura que esta actividad es clave para el desarrollo rural.

“La densidad de población se multiplica por tres en las zonas de regadío respecto a las de secano, se genera un valor añadido bruto 3,5 veces mayor que en las explotaciones de secano, y la realidad es que se incorporan 6,5 veces más de jóvenes respecto a secano”, destaca el consejero.

Carnero recuerda que más de la mitad de los nuevos regadíos que contempla la propuesta del Plan, o ya están en funcionamiento, o entrarán en funcionamiento en esta próxima campaña de riego, como son las zonas de La Armuña, Sector IV del Esla Carrión o varios sectores de Payuelos que ya están en riego.

El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, se reúne con la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero, Cristina Danés
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, se reúne con la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero, Cristina Danésmir_icalAgencia ICAL

Reto demográfico

Desde la Consejería apuntan también que deben seguirse con los estudios de nuevas regulaciones, en el río Duero, que garanticen, la atención a las demandas en el futuro y que permitan, si es posible, nuevos desarrollos haciendo frente de manera resiliente a las consecuencias del cambio climático.

Para ello, en colaboración con Ferduero, se ha trabajado en la elaboración de un estudio, realizado por la Universidad de Burgos, que analiza las posibilidades de incrementar la regulación en el Duero. El citado estudio aporta soluciones viables desde el punto de vista técnica, ambiental y económico y debería de servir como guía para poder planificar y analizar nuevas regulaciones.

Además, el consejero afirma que el reto demográfico debe estar también presente en el Plan.

Aguas subterráneas

El borrador de Plan establece unas limitaciones para el uso de las aguas subterráneas en las principales zonas de utilización de las mismas.

El consejero no comparte estas limitaciones y señala que la actividad social y económica vinculada al uso de estos recursos, unido a su asociación con la industria agroalimentaria, son esenciales y es imprescindible mantener esta actividad en el territorio.

“Creemos que el Plan debe contener medidas para garantizar la sostenibilidad futura de estos aprovechamientos, así como más actuaciones que permitan una utilización conjunta de los recursos subterráneos y superficiales”, apunta Carnero, para quien este punto solo es posible mediante un incremento de la capacidad de los recursos regulados, “algo absolutamente necesario en la cuenca del Duero”, apunta.

Finalmente, y respecto a los caudales ecológicos que se plantean en el Plan, el consejero aprecia una tendencia progresiva a la consideración de estos caudales como los caudales naturales que circularían por los ríos de no existir ninguna infraestructura. Además, señala que se introduce el esquema de lo que serán los caudales máximos. Algo que, en su opinión, es un planteamiento erróneo que creará muchos problemas, ya que, en las condiciones de Castilla y León, las regulaciones y su funcionamiento, almacenando agua en invierno y usándolo cuando hace falta en la época estival, es algo imprescindible, sin lo cual la desertización podría verse incrementada.

Por este motivo, el consejero cree que es necesario, pues, permitir el funcionamiento de las regulaciones en la mayor amplitud posible e incrementar su capacidad.