Monseñor Blázquez ve cercana su marcha

Según las leyes de la Iglesia el cardenal y arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, ya debería estar “jubilado” hace casi cinco años cuando cumplió los 75 y presentó la renuncia, aunque decidió renovar después de que el Papa le pidiera continuar como pastor de la Archidiócesis vallisoletana al menos tres años más, aunque también le dijo hasta que no sea provea de otra forma, continuaría en su cargo.

Y, desde entonces, ya ha pasado casi un lustro, y Monseñor Blázquez sigue al pie del cañón, aunque bien es cierto que con la colaboración de un obispo auxiliar, que es Luis Argüello, portavoz de la Conferencia Episcopal Española.

Si bien, el cardenal abulense, que ha oficiado este martes una Misa simbólica en la capilla de la iglesia Chiesa Nuova, su asignación en Roma, y donde se encuentra el sepulcro de San Felipe Neri, donde ha abierto la puerta a una inminente salida de su responsabilidad para con los feligreses de la provincia eclesiástica de Valladolid. “No creo que esté ya mucho más tiempo, porque la meta son 80 años”, ha dicho el prelado momentos antes de la homilía en la capital italiana. De hecho, mañana miércoles Blázquez mantendrá una reunión con el sucesor de Pedro y “si el Papa quiere...” ha comentado.

Respecto a su futuro, Ricardo Blázquez apunta que ya cuenta con una habitación reservada en una casa sacerdotal en Ávila junto a una veintena de religiosos, donde quiere pasar el resto de sus días porque, según ha dicho también, tampoco quiere vivir solo.

Durante su homilía, a la que han acudido autoridades de Valladolid como el alcalde Óscar Puente, la concejal de Cultura y Turismo, Ana Redondo, o el presidente de la Junta de Cofradías, Isaías Martínez, además de la embajadora de España en El vaticano, Carmen de la Peña, el prelado vallisoletano llamaba a estar vigilantes y ser centinelas de todo lo que ocurre en el mundo, haciendo suyas las propias palabras de Jesús que pedía estar atentos a todo como lección de vida.

Blázquez recordaba en la misa que en la Chiesa Nuova, hallaron por parte de un historiador español las actas del proceso de Carranza, ubicada cerca del antiguo Colegio Español, y dónde fundó el florentino San Felipe Neri el Oratorio de Roma, al que pertenecieron Tomás Ruiz de Vitoria, San José de Calasanz y el padre jesuita soriano Diego Laínez.

Y citaba las analogías de esta Chiesa Nuova con Valladolid, como los dos escudos que se encuentran en la fachada, uno un crismón, símbolo de Jesucristo, y el otro, exactamente igual reproducido en la iglesia del Sagrado Corazón de la ciudad del Pisuerga, junto a una espadaña con una puerta baja que recuerda que a las Murallas de Ávila, símbolo que tiene relación también con el convento carmelita al que perteneció San Juan de la Cruz.