Sociedad

Un mayor impulso y más visibilización para el Tercer Sector Social de Castilla y León

La consejera de Familia, Isabel Blanco, anuncia que el nuevo Plan estratégico verá la luz en 2023 y que habrá más fondos para las plataformas

Acto conmemorativo del décimo aniversario de la Plataforma del Tercer Sector
Acto conmemorativo del décimo aniversario de la Plataforma del Tercer SectorRubén Cacho/IcalAgencia ICAL

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ha anunciado que con toda seguridad el Plan estratégico de impulso del Tercer Sector Social de Castilla y León verá la luz a principios de 2023, con el objetivo de modernizarlo y transformarlo en la Comunidad, y con el objeto de dar una mayor “visibilidad” a las plataformas actuales, que volverán a contar con un mayor presupuesto en las Cuentas de 2023. Hay que recordar que en 2021 alcanzaron los 186 millones y en el presente año, se superaron los 200.

Unas declaraciones que realizaba Blanco con motivo del décimo aniversario de la Plataforma del Tercer Sector Estatal, en un acto celebrado en Valladolid donde ha defendido el compromiso del Gobierno de Castilla y León con este sector, y que se está traduciendo en que los servicios sociales de la Comunidad se encuentran “siempre a la vanguardia y son pioneros y siempre obtienen las mejores notas”, gracias al trabajo conjunto de todos los implicados. La apuesta por la tecnología y la innovación serán prioritarios, según destacaba Blanco también.

Por su parte, el presidente de la Plataforma Estatal, Luciano Poyato, ahondó en la necesidad de fijar entre todos -asociaciones, empresas del tercer sector y administraciones- un pacto concreto por lo social, para evitar que en cinco años exista una masa de personas “mantenidas, entre comillas” pero sin derechos. En este sentido, insistió en cambios para que la pobreza estructural no se genere; planes para saber cómo gestionar y actuar ante una crisis, para evitar que esta pobreza surja.

Así, explicó que la escalada del IPC está convirtiendo en vulnerables a muchas familias, con diez millones de personas pobres en España, donde se están haciendo notar los efectos de la guerra en Ucrania. “No sólo hay que velar decididamente por mejorar su calidad de vida, sino por no perder su inserción laboral y social”, sus derechos, que es sinónimo de democracia, sentenció.

Poyato abogó por un concierto social, por un equilibrio entre las empresas privadas y las asociaciones, sin beneficios, donde es “lo comido por lo servido”, y la propia administración para hacer bien las cosas”. “Hay fondos Europeos que hay que destinarlos no solo a paliar el sufrimiento y el dolor, sino a una apuesta por no dejar a nadie atrás”.

Asimismo, la consejera explicaba que su departamento se encuentra trabajando en las nuevas necesidades que sobre energía térmica y eléctrica puedan tener las familias y recordaba que este pasado verano se aprobaba un decreto con bonos de urgencia social, un mecanismo para dar respuesta a las necesidades de forma ágil. Por este motivo, se comprometía a estudiar las necesidades de las familias, como ya ha sucedido con el bono térmico, cuyas cuantías se han triplicado por entenderlo necesario, hasta los 300 euros.

También defendía el compromiso de la Junta y el suyo propio en la lucha contra la violencia de género, en “condenar y rechazar” estos gestos que, recordó, no sólo son asesinatos. “Son agresiones, físicas, psicológicas… Todas igual de condenables y reprochables”, incidió, algo que se está combatiendo con “un sistema que avanza en prevención, atención y normalización de la vida de esas mujeres que han sido víctimas de violencia de género”.