Comunicación

Iker Jiménez y el valor del buen periodismo

Mi tío Julián Lago siempre me decía que el periodismo auténtico es plantarte en la puerta del hotel del entrevistado para tener un encuentro cara a cara, es indagar e investigar a fondo con las fuentes más fidedignas posibles y es sobre todo ser ético con tu profesión y con tu forma de pensar; y yo pienso, ¿Qué tipo de periodismo tenemos actualmente? ¿Dónde quedó esa intriga y confidencia “a lo Quintero”?

Parece que estamos ante una era en la cual si no haces análisis político no sirves para la comunicación actual. Toda la parrilla, prensa y digital están monotemáticos: Política. Así de simple.

Pero en toda la galaxia de datos encontramos pequeños grandes espacios y reductos de los guardianes del temple, grandes naves siderales que siguen como punta de lanza preservando la dicha de la buena tertulia, de la gran entrevista, del paladeo audiovisual.

Y en esas estamos, no hay más que ver los resultados; el director de Cuarto Milenio, junto a Carmen Porter, ha conseguido durante casi 20 años un abanico gustativo propio de Don José Luis Balbín, ha conquistado una programación única y distinta y ha logrado hacer una llamada general a la que ha acudido una “tribu” de espectadores que valora cada vez más el trabajo bien hecho.

Iker Jiménez, gran amigo y profesional de los medios, el cual no necesita presentación, ha defendido a capa y espada la ilusión, el análisis y el sentirse realizado con el trabajo que hace desde los tiempos de la Cadena SER.

Desde La estirpe de los libres como en su antecesor Milenio Live se ha dado una búsqueda y una ayuda imprescindible en muchos aspectos dentro de la infoxicación de datos, sobre todo en la época COVID, en la cual se ha forjado una impronta digna de Félix Rodríguez de la Fuente en la forma y en el fondo a la hora de dar cabida a todos los temas que muchas veces sí son de crucial actualidad e interés pero que a la vez son ignorados por algunos medios generalistas.

Su hermano mayor Horizonte junto al acorazado del misterio, que ya va por la mayoría de edad, ha logrado dar la vuelta a la tortilla una vez más y poner todos los huevos en la sartén para ofrecer algo que gusta y que es atractivo a la vista, oído y olfato.

Porque no nos engañemos, los espectadores son los invitados a la gran fiesta del misterio y de la información en directo y se sienten como en casa, como parte de una gran familia. Ellos son los que mandan en todo al fin y al cabo.

La vida son etapas, algunas de oscuridad y otras de luz en las que buscamos siempre compañía, aceptación y progreso, y este hermoso faro en la autovía del “entertainment” me consta que sigue alumbrando el trayecto de vuelta a casa de muchos que sienten la necesidad de preguntarse el porqué de las cosas.

¿Y qué pinto yo en todo esto? ¿Yo? Orgulloso de formar parte de este equipo de enormes compañeros y grandes profesionales y de ser parte de la tripulación de la nave del misterio.

Nuevos horizontes y destinos nos aguardan durante esta bella temporada.