Dujo: “Al 2023 le pido que Sánchez deje de crucificar al campo”

Se acaba el 2022, al que apenas le quedan dos días para decir adiós. Un año que, en general, no ha sido nada bueno, y que para el campo, en particular, ha sido todo una odisea, sobre todo tras la invasión rusa en Ucrania, que ha trastocado todo.

La organización profesional agraria Asaja en Castilla y León ha hecho este jueves en boca de su presidente, Donaciano Dujo, un balance sobre este 2022, que en su opinión tiene más sombras que luces, aunque se ha mostrado optimista de cara a un 2023 en el que el sector está llamado a las urnas ya que hay elecciones en el sector profesional agrario.

Dujo confía en que el 2023 traiga también una buena producción, precios dignos y que, sobre todo, termine el “despropósito” de la invasión rusa de Ucrania.

El presidente de Asaja, además, le pide al nuevo año que el Gobierno de España y su presidente, Pedro Sánchez, “deje de crucificar al sector agrícola y ganadero” con sus decisiones políticas, en referencia a las actuaciones y declaraciones ante los medios de los ministros de Consumo, Alberto Garzón; la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, o la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz.

“No podemos tener un ministro que sacrifique al sector cárnico porque dice que nuestras explotaciones producen carne de mala calidad; ni tampoco una ministra y vicepresidenta que ponga alfombra roja al lobo cuando ha matado a 50.000 animales en los últimos siete años en Castilla y León, o una vicepresidenta y ministra de Trabajo que diga que tenemos esclavos”, advertía Dujo, mientras reclamaba un cambio político de pensamiento y apoyo al sector agroganadero.

Además, volvía a rechazar la nueva PAC y demandaba que pueda rehacerse para hacerla “más profesional y productiva”. Europa se creía que era rica y había de todo y ahora somos pobres y nos falta hasta lo esencial: la energía y los alimentos”, alertaba.

También pedía a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) que facilite la creación de nuevas infraestructuras hidráulicas que permitan el desarrollo de los regadíos y les exige 300.000 hectáreas más en este tipo de cultivos y modernizar las 120.000 que faltan.”Queremos conseguir 880.000 hectáreas de regadío moderno y profesional que transforme el agua en alimentos y podremos incorporar jóvenes, crear riqueza y empleo, mantener los pueblos y el entorno rural”, apuntaba.

Y tras criticar también a la Junta por su parálisis administrativa, política y económica así como por estar “alejada del sector” y por falta de comunicación, Dujo advertía de que “nunca” como en la actualidad han sido menos libres, debido a las legislaciones europea, nacional y autonómica que, a su juicio, les “encorseta” y no les permite ejercer desarrollar su actividad con libertad.