Economía
La venta de turismos cae un 11,6% durante 2022 en Castilla y León, más del doble que el descenso en el conjunto de España
El sector coincide en señalar que 2023 tampoco será el año de la recuperación de las ventas
La venta de turismos y todoterrenos en Castilla y León descendió el pasado año un 11,6 por ciento, al alcanzar las 20.361 unidades, mientras que a nivel nacional se vendieron 813.396 vehículos, lo que supone una caída del 5,4 por ciento.
Por tipo de combustible, las matriculaciones de vehículos híbridos crecieron un 10,9 por ciento, hasta las 7.181 unidades, y también subieron las de los turismos y todoterenos propulsados por gas, que alcanzaron las 575, lo que supone un incremento del 19,2 por ciento. Por el contrario, la venta de eléctricos se redujo un 10,1 por ciento, hasta las 1.304 unidades y, como en los últimos años también bajaron las matriculaciones de los diésel, que lo hicieron por encima del 30 por ciento y, en menor medida los de gasolina.
Por provincias, el mayor descenso se produjo en Segovia con una bajada del 21 por ciento (1.194), seguida de Soria, con un 16,8 por ciento (743); Valladolid, que retrocedió un 15,5 por ciento (4.720); Burgos, que perdió un 11,4 por ciento (3.187), y Zamora, que cayó un 9,7 por ciento (1.289). Por el contrario, en Salamanca el descenso solo fue del 3,4 por ciento (2.692) y en León del 3,9 por ciento (3.848). En Ávila se matricularon 1.279 unidades (-9,68) y en Palencia 1.409 (-6,3 por ciento).
El director de comunicación y marketing de Anfac, Félix García, explicó que “2022 ha sido un año en el que el mercado ha vuelto a quedar por debajo de las previsiones” y “deja un escenario desfavorable para 2023 donde, siendo cautos, deberíamos abordar el asalto a la frontera de las 900.000 unidades”.
“Todo dependerá de si termina el conflicto en Ucrania y se normaliza la cadena logística para que se puedan entregar más vehículos nuevos. Ayudará también a sumar nuevas matriculaciones que el Gobierno acelere las medidas para impulsar los puntos de recarga rápida y las ayudas directas para vehículos electrificados. Con un mercado por debajo del millón de unidades existe un riesgo real de pérdida de inversiones y empleo”, dijo.
Mientras tanto, el director de comunicación de Faconauto, Raúl Morales, indicaba que “el año pasado, el mercado no ha podido cambiar su tendencia negativa debido sobre todo a los persistentes cuellos de botella en el aprovisionamiento de vehículos, lo que ha condicionado mucho la actividad de los concesionarios”. Además, aseveró que “la subida en el precio de los combustibles y de los propios vehículos han sido circunstancias que han influido negativamente”.
“La incertidumbre con la que cerramos 2022 nos impide vislumbrar un cambio para este 2023. Manejamos dos escenarios: un crecimiento escueto del cinco por ciento, es decir, 870.000 unidades, al que habría que sumar un diez por ciento adicional si se solucionan los cuellos de botella en la producción, con lo que nos iríamos a 960.000 unidades. Ninguna de las dos previsiones es una buena noticia, porque estamos muy lejos de las cifras que veíamos antes de la pandemia”, sentenció.
Por último, la directora de comunicación de Ganvam, Tania Puche, destacó que “el año ha sido más complicado en cuanto a matriculaciones que el anterior y prácticamente, tenemos que retroceder hasta 2011 para ver unos volúmenes parecidos”.
Puche comentó que “la falta de oferta ha hecho mella en el mercado y todo apunta a que, aunque con menor intensidad, lo seguirá haciendo en 2023, con el riesgo que supone para el empleo y la competitividad del sector”. Además, en un contexto en el que el ritmo de electrificación todavía no ha alcanzado la velocidad de crucero, “reenfocar las estrategias de descarbonización para conseguir parar en seco el envejecimiento del parque se convierte en objetivo prioritario para este curso que acabamos de estrenar”, concluyó.
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