Cada día se crean 17 empleos para personas con discapacidad en Castilla y León

Algo más de 17 personas con discapacidad encontraron empleo cada día del 2022 en Castilla y León, con en total 6.298 contratos que supusieron un 3 por ciento más que hace un año y un 5 por ciento más que los datos del 2019, antes de la pandemia, según los datos publicados este martes por la fundación Adecco, recogidos por Efe.

La recuperación del empleo de las personas con discapacidad contrasta con los datos de la población general, ya que la contratación en Castilla y León ha disminuyó un 9% en 2022 y la cifra de cierre de año fue un 22 por ciento inferior a la del 2019, antes de la pandemia.

Para el director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, se trata de una cifra “positiva” que “responde a los muchos esfuerzos que se están llevando a cabo en materia de Diversidad, equidad e inclusión. Estrategias fundamentales para lograr sociedades más inclusivas, pero también para construir compañías más competitivas, en las que existan espacios y oportunidades para todos”.

No obstante, a pesar de esta recuperación, siguen vigentes algunos de los retos históricos de la empleabilidad de las personas con discapacidad ya que su participación en el mercado laboral de Castilla y León sigue siendo muy baja, con una tasa de actividad del 36,4%, que se mantiene en índices casi idénticos a los del año anterior.

Ello supone que el 63,6% de las personas con discapacidad en edad laboral no tienen empleo ni lo buscan. La Fundación ha incidido en que otro de los grandes desafíos es la penetración de los trabajadores con discapacidad en el mercado laboral ordinario.

En Castilla y León actualmente el 74 por ciento de los contratos se suscriben en Centros Especiales de Empleo, una cifra muy elevada, pero que ha disminuido tres puntos respecto a 2021.

“Este es el camino, pero debemos ser conscientes de que aún queda mucho por hacer para revertir estos porcentajes. Los Centros Especiales de Empleo son un recurso indispensable para la inclusión de las personas con discapacidad, deben ser un medio, pero no la meta final de su trayectoria profesional. La inclusión alcanza su mejor versión en la empresa ordinaria, donde las personas con discapacidad conviven con trabajadores con y sin discapacidad en un mismo espacio y por un mismo propósito”, ha concluido Mesonero.