Medio ambiente

Advierten que la mitad de las aguas subterráneas analizadas en la cuenca del Duero supera el máximo de nitratos que marca la ley

Así se desprende e un informe elaborado Ecologistas en Acción que pide que se intensifiquen los controles de agua en los municipios de toda España

La mitad de las aguas subterráneas analizadas en la cuenca del Duero supera el máximo de nitratos que establece la ley y baja al 9% en las superficiales
La mitad de las aguas subterráneas analizadas en la cuenca del Duero supera el máximo de nitratos que establece la ley y baja al 9% en las superficialesCampilloIcal

Ecologistas en Acción denuncia que al menos el nueve por ciento de las aguas superficiales analizadas en la cuenca del Duero entre 2020 y 2022 superó el máximo de contaminación de nitratos que establece la ley y que este porcentaje se elevó al 49 por ciento en el caso de las aguas subterráneas.

Al menos así se desprende del informe ‘La contaminación por nitratos y su impacto en el medio ambiente y el agua de consumo humano’, elaborado por la entidad ecologista.

En el caso de las superficiales, el estudio aclara que un 10,4 por ciento de las analíticas realizadas en la cuenca en 2022 dejó un resultado por encima de 25 miligramos por litro, límite que establece, para los últimos tres años, el Real Decreto 47/2022, de 18 de enero, sobre protección de las aguas contra la contaminación difusa producida por nitrato procedente de fuentes agrarias.

En concreto, en ese año se realizaron en la cuenca del Duero 2.979 analíticas, de las que 309 superaban ese umbral. Los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, facilitados por Ical, indican que el porcentaje es inferior al registrado en 2021, que fue del 12 por ciento, y en 2020, del 12,3.

Según los datos del Ministerio y que recoge este informe de los ecologistas, aproximadamente el once por ciento de las aguas analizadas en España se encontraban contaminadas por nitratos, un valor que cae al nueve por ciento en el Duero, pero que se eleva hasta el 22 por ciento en el Segura, el 24 del Júcar y el 27 por ciento de las Cuencas Internas de Cataluña.

La polémica con la presencia de nitratos en aguas no es nueva. En marzo, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea condenó a España por incumplir las obligaciones de la normativa de protección de las aguas contra la contaminación producida por este mineral procedentes de fuentes agrarias en ocho comunidades autónomas, entre ellas Castilla y León.

El informe, además, pone el foco en algunos municipios que destacan por el alto valor cuantificado del nitrato. Menciona hasta 61 puntos de diferentes localidades. Los más altos se observan en la población de Mezquetillas, en Soria, con muestras de hasta 164 miligramos por litro. Le siguen Morales, en la misma provincia, con 131, además de dos poblaciones abulenses, Cabezas de Alambre y San Vicente de Arévalo, que se sitúan en 130 miligramos por litro de nitratos.

En la misma sintonía se ubican Grisaleña (Burgos), con 129; Villamuriel de Campos (Valladolid), con 122; Villoruela (Salamanca), con 121,9 miligramos; Cuelgamures (Zamora), con 102; Ciruela (Soria), con 100; Montañana (Burgos), con 98; y Ortigosa de Pestaño (Segovia), con 85 miligramos por litro.

Propuestas

Ecologistas en Acción reclama en el informe que se “intensifiquen” los controles en el agua de abastecimiento a poblaciones en todos los municipios de España, “con el fin de detectar todos los incumplimientos en materia de nitratos”.

También exige al Gobierno y a los partidos políticos que modifiquen el RD 3/2023 de agua de consumo humano, “reduciendo el valor límite máximo permitido de nitratos”. “Es inadmisible que en el agua potable se permitan 50 miligramos por litro de nitratos, conocida su implicación en el desarrollo de canceres, siendo el permitido para los ecosistemas fluviales la mitad que para el agua de boca”, comenta en el apartado de conclusiones.

En cuanto a la contaminación ambiental, la organización verde apuesta por reducir el uso de abonos nitrogenados, al menos el 20 por ciento que exige la Estrategia de la Granja a la Mesa de la Unión Europea, y que “se frene la expansión de la ganadería intensiva desde los ámbitos estatal y autonómicos, impidiendo la apertura de nuevas instalaciones, pues ambas actividades están produciendo daños ambientales muy importantes, y en muchos casos irreversibles”.

Por ultimo, considera que los responsables económicos “causantes de la contaminación, ganadería y agricultura intensivas, deben pagar los sobrecostes de la potabilización del agua, necesaria a causa de sus acciones contaminantes”.