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Un caballista herido y desperfectos, balance del reventón térmico en un pueblo de Valladolid

“Lo viví con un miedo impresionante en el cuerpo", aseguran los vecinos

Daños tras las fuertes tormentas, acompañadas de lluvias torrenciales, granizo y fuertes vientos, que descargaron, en una hora, hasta 35,2 litros por metro cuadrado en Medina de Rioseco
44 l/m2 en Medina de Rioseco, las tormentas azotan Castilla y LeónFernando SanzAgencia EFE

Un caballista herido en la UCI, desperfectos en tejados y ventanas, cientos de árboles rotos y los parques del municipio cerrados al público es el balance provisional del “reventón térmico” que azotó este sábado 31 de agosto el municipio vallisoletano de Medina de Rioseco.

Una tormenta que dejó granizo, 32 litros de agua por metro cuadrado en menos de diez minutos y rachas de viento de hasta 100 kilómetros por hora que, según ha afirmado este domingo en declaraciones telefónicas a la Agencia EFE el alcalde riosecano, David Esteban, “los mayores no recuerdan algo igual en su vida”.

Este “reventón” coincidió con la celebración de un encierro a campo abierto, en el que un caballista resultó herido cuando su montura se espantó y se lanzó a un terraplén, donde el animal perdió la vida, sin que haya trascendido ningún herido más en el municipio.

La tormenta arrancó este sábado 31 de agosto, en torno a las 18.50 horas, y sus efectos han sido mayores en las zonas cercanas al río, como el barrio de Ajújar y en la calle del Corrillo, donde se han desprendido parte del tejado que ha impactado en las ventanas de los vecinos.

Guardia Civil y Bomberos de la Diputación de Valladolid con base en Medina de Rioseco, en colaboración con agentes de la benemérita de otras localidades y de otros servicios de extinción de incendios de la provincia, atendieron decenas de avisos desde casi las 19.00 horas hasta altas horas de la madrugada por incidencias como garajes inundados, cristales rotos o ramas caídas.

El concejal responsable de la seguridad ciudadana del municipio, Pablo Rodríguez, ha explicado en declaraciones a EFE que uno de los momentos más complejo fue cuando el agua anegó la carretera N-601, por lo que tuvieron que limitar el acceso ya había “contenedores en el medio de la carretera y árboles que cortaban la circulación”.

Temporal durante el encierro

Rodríguez, que también acudió al encierro en campo abierto, ha recordado que la previsión de la Agencia Española de Meteorología (AEMET) para ayer era de 0,3 litros - “que se podía llevar” - pero que “a los tres minutos” encontraron lo que ha definido como una “tormenta apabullante”.

“Empezó toda la evacuación, lo que conllevó el accidente de un caballista con la pérdida del animal y además tuvimos que agilizar para que el encierro acabara cuanto antes”, ha asegurado, antes de agradecer la labor de los servicios de emergencia y las asociaciones de caballistas.

“Hemos hablado con la familia y (el caballista) está en el hospital, pero va progresando”, ha apostillado sin ofrecer más datos, aunque ha señalado que más allá de arañazos por el granizo, no hay ninguna persona herida más.

Tanto el alcalde, que ha adelantado su regreso de las vacaciones, como Rodríguez han coincidido en que el importante patrimonio artístico y cultural riosecano - su Semana Santa fue declarada de Interés Turístico Internacional - no ha sufrido daños graves, aunque sí que haya entrado agua en el Museo de San Francisco y operarios municipales aún trabajan para evaluar los posibles daños.

Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales, ha remarcado que su mayor preocupación “sigue siendo la seguridad ciudadana” y los riesgos derivados de la gran cantidad de árboles y ramas rotas en el municipio, así como apuntado que la Junta de Castilla y León es el órgano competente para solicitarlas y que, de ser así, el ejecutivo nacional “da ayudas a los municipios”.

"Un miedo impresionante"

Los vecinos consultados por la Agencia EFE han coincidido este domingo 1 de septiembre en la sensación de “miedo” por la tromba de agua, el viento y el granizo que ha tirado tejas, ha anegado calles y que obligó a los servicios a cortar ramas y cerrar calles al tráfico rodado.

“Lo viví con un miedo impresionante en el cuerpo, porque es que yo no había visto una tormenta igual, un tornado, de estos no lo había visto en mi vida”, ha asegurado Joaquín Merino, vecino riosecano por más de 50 años que vive a escasos cien metros de la salida hacia la VA-913, cuyo paso peatonal sobre el río Sequillo estaba obstruido por ramas a primera hora de esta mañana.

Javier Urueña, vecino del barrio de Ajújar, uno de los más afectados, ha destacado nadie esperaba que el viento, la lluvia y el granizo y ha afirmado que “se juntó todo y en cuestión de 10-15 minutos fue exagerado”, un hecho en el que en todo el tiempo que ha vivido en este municipio “nunca había visto”.