El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, se mantiene “firme” en su compromiso electoral del soterramiento de las vías del tren a su paso por la ciudad, aunque apunta al “muro infranqueable” del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, anterior regidor de la ciudad.

Carnero, en una entrevista en Vive Radio Valladolid cuando se cumple el ecuador de su mandato, insiste en “el muro” que tiene enfrente pero asegura que, pese a ello, va a seguir en la lucha por el soterramiento y no va a “soltar” este proyecto.

“Vamos a seguir trabajando y luchando por algo que consideramos de justicia, que lo están disfrutando en otras ciudades y que Valladolid lo necesita. No se hará ahora, pero se tendrá que acometer en algún momento de la vida, de la historia de esta ciudad. Eso es evidente”, argumenta.

“Él sabrá por qué quiere ser muro”, dice en referencia a Puente, convencido de que si no fuera ministro a la ciudad la iría mejor, aunque sí apoya que la nueva estación de trenes continúe donde esta y da la bienvenida a un proyecto “regalado”, si bien insiste en que “la necesidad” es otra.

Tras manifestar que los españoles necesitan un cambio de Gobierno mediante unas nuevas elecciones porque “ya estamos hartos de tanto sanchismo”, se muestra convencido de que la llegada de un equipo del PP también “sería bueno” para ejecutar el soterramiento.

En relación al tiempo que se habla de este proyecto en la ciudad sin que se llegue a materializar, el alcalde reconoce que es así pero argumenta que este tipo de infraestructuras no se realizan en un tiempo corto, sino a largo plazo. “Las grandes obras transformadoras de la ciudad no son de periodos de tiempo cortos”, apostilla.

Por otro lado, defiende la solución del equipo de gobierno a la movilidad y convivencia de la ciudad de Valladolid y, sobre el Paseo de Isabel la católica, refiere que puedan convivir el transporte público y privado, los peatones y los ciclistas, donde señala que la mayor parte del día esta arteria de la capital está “atascada”.

Finalmente, subraya que la puesta en marcha de la zona de bajas emisiones es un mandato comunitario y estatal con el que no están de acuerdo, por lo que se ha reducido su límite de 3,4 a 1,2 kilómetros, a la vez que defiende que es fruto del acuerdo y el diálogo franco entre el equipo de gobierno formado por PP y Vox. “Creo que con esa zona de bajas emisiones damos cumplida respuesta a la normativa y a esos posibles problemas que pudiera haber de salud”, remata.