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Economía

Castilla y León gana 550 MW de potencia eólica instalada, la mitad del país, y robustece su liderazgo en el sector, con 7.126.90 MW a final de 2024

España, con 1.186 MW nuevos, supera la marca de 31 GW, un hito significativo para el sector

Molino de viento en Tierra de Campos Miriam Chacón/Ical

Castilla y León aumentó en 550 megavatios (MW) la potencia eólica instalada en 2024, la mitad del país, que fue de 1.186, datos con los que afianza su liderazgo en el sector, con un total de 7.126.90 MW a través de 272 parques, el 22,5 por ciento de toda la potencia de España, que por primera vez superó el hito significativo de los 31 gigavatios (GW), concretamente, 31.679 MW, según los datos del informe anual de la Asociación Empresarial Eólica (AEE) a los que tuvo acceso Ical.

La nueva potencia instalada el pasado año es incluso superior a los 466 MW de los que disponía la central nuclear de Santa María de Garoña antes de su paralización. De hecho, Castilla y León posee en la actualidad casi la misma potencia eólica que las siete centrales nucleares activas en el país, que asciende a 7.398,77 MW.

En 2024 se instalaron en España 37 parques eólicos nuevos y 240 aerogeneradores, con lo que ya se contabilizan 1.416 espacios, con 22.486 molinos. Además de los 550 MW de Castilla y León se pusieron en marcha otros 246,4 en Aragón y 195,8 en Navarra. Las comunidades autónomas con mayor potencia eólica instalada total son Castilla y León (7.126.90 MW), Aragón (5.480,01) y Castilla-La Mancha (4.928,34).

La potencia eólica instalada en España supone el tres por ciento del total en el mundo. El país se sitúa como sexto país en el ranking de mayor potencia eólica instalada en el mundo, por detrás de China, Estados Unidos, Alemania, India y Brasil. En Europa, España representa el 11 por ciento del porcentaje total y es el segundo país europeo con más potencia eólica instalada, por detrás de Alemania. La eólica generó el 19 por ciento de la electricidad consumida en la UE. El objetivo es alcanzar el 34 por ciento en 2030 y más del 50 en 2050.

El conjunto del país cuenta con 276 centros de fabricación presentes en dieciséis de las diecisiete comunidades autónomas. España cuenta con el cien por cien de la cadena completa de suministro, es líder en la fabricación de aerogeneradores y destaca como uno de los países con mayor exportación de máquinas. El sector ha alcanzado más de 35.000 empleos que se podrían duplicar para 2030 si se alcanza un mayor volumen de nuevas instalaciones anuales.

Los fabricantes de aerogeneradores que lideran el ranking por potencia eólica total instalada en España son Siemens Gamesa, General Electric, Vestas, Nordex-Acciona Wind Power y Enercon. Además, las empresas promotoras que más megavatios eólicos tenían instalados en 2024 han sido Iberdrola, Acciona Energía y Endesa – Enel Green Power.

Reducción del precio

Según AEE, gracias a la eólica, el precio de la electricidad se redujo un 24 por ciento, con lo que es una “gran ventaja competitiva frente a los países de nuestro entorno”. En 2024 el Efecto Reductor de la eólica fue de 19,86 euros por MWh, lo que ha supuesto un ahorro bruto acumulado conseguido por la eólica de 5.047 millones de euros a los consumidores (más de 18.600 desde 2022).

La Asociación Empresarial Eólica lamentó, con estos datos, que la eólica “no ha crecido al ritmo necesario para cumplir con los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Según sus cálculos, se han otorgado 24,6 gigavatios (GW) de declaraciones de impacto ambiental (DIAs) eólicas positivas y 14,7 negativas desde 2018. En 2024, se ha instalado algo más de un giga eólico cuando se deberían instalar más de cinco al año para cumplir con los objetivos establecidos en el PNIEC; “es decir, llegar a 59 gigavatios terrestres y tres marinos”. “El ritmo de avance real del PNIEC y el escenario a corto-medio plazo no hacen viable pensar en su cumplimiento como un objetivo realista. El mensaje clave no es cumplirlo a toda costa, sino cumplirlo de forma sostenible y con equilibrio de todos los vectores involucrados: generación, demanda y gestionabilidad”, advirtió la patronal.

En este sentido, consideró que, según el mix energético que establece el PNIEC, “se necesita más eólica y acelerar su despliegue”, dado que “hay franjas horarias del día, como nocturnas e invernales, que claramente tienen todavía un importante potencial de descarbonización y la eólica es la tecnología necesaria para ello”.

Estratégicas prioritarias

La AEE establece una decena de líneas estratégicas prioritarias del sector eólico español. Por un lado, acelerar la electrificación de la demanda y avanzar en un mix de generación de forma “equilibrada” en condiciones financieras y técnicas sostenibles. En segundo lugar, la integración segura de las renovables en el sistema; activación, actualización y/o desarrollo de la normativa técnica necesaria (Servicio de control de tensión, ‘Grid forming’ y amortiguamiento de oscilaciones) y lograr una planificación más ágil y adaptable de las infraestructuras.

La tercera es el aumento del ritmo de incorporación eólica al mix mediante el cumplimiento de los plazos establecidos en la Directiva de Renovables y necesaria trasposición del concepto de Interés Público Superior. La cuarta línea, solucionar la judicialización de la eólica en el territorio y garantizar seguridad jurídica para los inversores.

En quinto lugar, la modificación regulatoria para evitar la pérdida de proyectos en avanzado estado de tramitación/construcción – RDL 23/20, la suspensión temporal del cumplimiento del hito final para proyectos afectados por procedimientos judiciales y/o recursos administrativos, y mayor flexibilidad para la puesta en marcha de proyectos en avanzado estado de construcción, etc.

La AEE apuesta, como sexta opción, velar por la cadena de valor industrial eólica en España con un concepto “made in and by Europe”, además de garantizar un “terreno de juego equilibrado con actores extracomunitarios”. La séptima es la gestión de la contestación social a los proyectos eólicos en los territorios, mediante un trabajo anticipatorio con todos los actores, “buscando iniciativas win-win a la vez que se profundiza en una mayor y mejor pedagogía sobre los beneficios que la eólica proporciona al mundo rural y sus ecosistemas”.

También se reclama la aprobación de la orden ministerial de bases de la primera subasta de eólica marina en España en 2025 para su realización en el primer semestre de 2026, como proyecto de tracción industrial de país y desarrollo socioeconómico de las comunidades locales costeras.

Las dos últimas son incentivar la repotenciación de parques eólicos para la toma de decisión anticipada por parte de los propietarios, e implementar el enfoque del Impacto Ambiental Diferencial de forma homogénea en las diferentes administraciones públicas; y por último, “trabajar en la coexistencia entre la eólica y la avifauna” y garantizar enfoques regulatorios “no retroactivos, moderados en los posicionamientos, proporcionados en las medidas y sanciones, no basados en estimaciones sino en hechos contrastables, realistas en las exigencias tecnológicas, y respetuosos con el marco jurídico ya existente”.