
Educación
Más de 97.900 alumnos inician el curso 2025-2026 en centros de Escuelas Católicas Castilla y León
Leandro Roldán reclama la concertación en Bachillerato y aumentar la oferta de FP concertada

Escuelas Católicas Castilla y León valora la consolidación de la gratuidad en 0-3 años, agradece el esfuerzo docente e institucional por el mantenimiento de la educación concertada y reclama mejoras en financiación, Bachillerato y Formación Profesional.
La red de centros concertados católicos reafirma su compromiso con una educación de calidad, libre y con identidad propia, y destaca los avances en gratuidad, equidad y sostenibilidad educativa en un contexto de baja natalidad.
Con el comienzo del nuevo curso escolar 2025-2026 más de 97.900 alumnos comienzan las clases en los 171 centros de Escuelas Católicas Castilla y León, que representan el 27 % del alumnado de la comunidad autónoma. Estos estudiantes se distribuyen en 4.407 unidades concertadas, atendidas por un equipo de 9.156 profesionales comprometidos con una educación integral, innovadora y basada en valores.
En este nuevo curso, Escuelas Católicas Castilla y León mantiene su compromiso con la mejora del sistema educativo y la defensa de la libertad de enseñanza, en un escenario complejo marcado por la baja natalidad de la región, el incremento de la burocracia y la necesidad de mejorar la financiación de la educación concertada. “Solicitamos que se valore nuestro ideario y nuestro proyecto educativo, elegido libremente por muchas familias de Castilla y León para garantizar el derecho a una educación plural, de calidad y con identidad propia”, ha señalado Leandro Roldán Maza, secretario autonómico adjunto de la organización en una rueda de prensa celebrada en el Colegio Centro Cultural Vallisoletano.
Uno de los datos más destacados del inicio de curso es la consolidación de la gratuidad en el primer ciclo de Educación Infantil (0-3 años) en Castilla y León. En este curso 81 centros de Escuelas Católicas ofrecerán esta etapa a través del programa de subvenciones de la Consejería de Educación, sumando 265 unidades y más de tres mil alumnos. Esta medida permite reforzar la libertad de elección de las familias; garantiza el acceso gratuito a esta etapa a todas las familias, incluidas aquellas que optan por centros concertados de nuestra red, en condiciones de igualdad y equidad; permite sostener unidades en un momento demográfico difícil; y representa una oportunidad para mejorar la calidad educativa ya que favorece ratios más bajas, una atención más individualizada y mejores condiciones para el desarrollo integral del alumnado.
Desde que se implantó esta medida Escuelas Católicas Castilla y León siempre la ha considerado una importante oportunidad para mejorar la calidad de la educación en la comunidad, y seguirá solicitando mejoras en este primer ciclo de Educación Infantil. “Y especialmente en un contexto de baja natalidad como el actual, esperamos que todas estas aulas puedan convertirse progresivamente en unidades concertadas”.
Por otro lado, Escuelas Católicas Castilla y León agradece el esfuerzo de la Consejería por su flexibilidad en el mantenimiento de unidades concertadas para el nuevo curso, que evita situaciones de inestabilidad laboral y garantiza igualdad de oportunidades para las familias.
A esto hay que añadir el refuerzo de la orientación educativa y la implementación de la Carrera Profesional Docente, acciones que mejoran la educación concertada. Sin embargo quedan numerosos retos por abordar para asegurar una verdadera equidad entre redes: el incremento de la partida de Otros Gastos, la concertación del Bachillerato, la necesaria ampliación de la oferta de Formación Profesional concertada -especialmente en ciclos con alta demanda y alto índice de inserción laboral-, la ampliación del programa de gratuidad en Infantil a nuevos centros de Escuelas Católicas, la flexibilidad en el establecimiento del horario lectivo en los centros o el incremento de la dotación horaria en los centros de FP para hacer frente a las nuevas necesidades de estos estudios.
Seguimos defendiendo el modelo educativo de Castilla y León como un ejemplo para el resto de España, un modelo alejado de la confrontación política, que pone la educación en el centro del proyecto social y que sirve para mejorar el desarrollo educativo de los ciudadanos de Castilla y León, como reflejan todos los indicadores nacionales e internacionales.
La organización también reconoce la implicación del profesorado, del personal no docente y de todos sus centros ya que su labor también es fundamental para que Castilla y León siga siendo referente educativo a nivel nacional e internacional. “La educación concertada en esta comunidad goza de un merecido prestigio basado en la experiencia, la calidad y el compromiso con la mejora continua”, comentó Roldán Maza.
La escuela católica sigue apostando este curso por una educación que integra innovación y valores, adaptada a los retos de hoy: desde la inteligencia artificial y la tecnología educativa hasta el cambio climático. Los centros de Escuelas Católicas seguirán así trabajando para promover entornos más seguros, más inclusivos y emocionalmente saludables, y rechazan enfoques simplistas en el uso de la tecnología. En su lugar, abogan por una gestión equilibrada, pedagógica y adaptada a cada etapa, que contribuya al desarrollo integral de la persona, sin necesidad de recurrir a prohibiciones generalizadas que no responden a evidencias educativas.
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