Curiosidades
El centenario restaurante soriano que encandiló a la reina Letizia por sus torreznos
"Es una apuesta segura y un lugar imprescindible que hay visitar en Soria", señala un satisfecho cliente en Google
En la Plaza Mayor de Soria número 5 se ubica una de esas casas de comidas de toda la vida, donde se come mucho y bien, que hay que visitar al menos una vez en la vida.
Un templo gastronómico familiar y con cien años de historia a sus espaldas que recientemente ha sufrido una profunda renovación, tanto en sus instalaciones como en su carta e incluso en su nombre, pero manteniendo sus esencias y lo que le hecho único y diferencial al resto en su siglo de existencia.
Nos estamos refiriendo al Restaurante Casa Augusto Arranz, un local de comidas popular y muy conocido que regentan los Hermanos Arranz, un referente en el mundo de la restauración soriana desde hace más de 40 años, con establecimientos como Restaurante Piscis, Restaurante Casa Garrido y el Café-pub Boulevard, y que hace no mucho han ampliado su negocio con otros establecimientos en la Plaza Mayor de Soria.
Un establecimiento en el que se puede comer cocina tradicional castellana en la que predominan los productos de temporada como las setas y los boletus, los cangrejos y los caracoles, así como la rica gastronomía soriana con las migas pastoriles con uvas, las alubias con morro o los torreznos de Soria como protagonistas.
Para picar sobresale su revuelto de morcilla con piñones y pasas, las gambas a la plancha, los boquerones "a nuestro estilo, pulpo a la gallega, mollejas de cordero lechal, zamburiñas y los chipirones también a la plancha o una de las raciones preferidas de los clientes: Soriapura, que se compone de migas, picadillo, torrezno y morcilla, un almuerzo segador en toda regla para reponer fuerzas.
En esta casa de comidas se elabora que da gusto el pescado, sobre todo el lenguado a la plancha, el bacalao al horno y la lubina salvaje, sus platos protagonistas del mar, pero también la carne, donde sobresale la paletilla de lechal asada, sopa castellana, la caldereta de cordero, el ciervo guisado con almendras, el lomo de ciervo con salsa de frutos rojos, el solomillo y el entrecot de ternera de Soria, las chuletillas de cordero, el cabrito frito con ajitos, la cochinilla frita con ajitos y pimientos del padrón, el rebo de toro al tinto de la Ribera de Duero o sus famosos escabechados.
Y de postre, además de su espectacular arroz con leche o la tarta de queso típicas, destacan la torrijja de pan brioche con helado, el queso trufado de Soria o el tremendo helado de mantequilla de Soria.
Pero además de la carta cuentan con hasta cinco menús especiales, uno de ellos en temporada de trufa, que no dejna indiferente a nadie, que oscilan entre 40 y 55 euros, según el que se escoja, aunque a la carta se pude comer un primero y un segundo con postre por 30 euros o menos.
Y todo ello regado con una amplia bodega y carta de vinos con las mejores referencias de diferentes Denominaciones de Origen: desde Ribera del Duero, Rioja, Toro, Somontano, Toro, Bierzo, rosados de Ciagesl, verdejos de Rueda o blancos de las Rías Baixas además de incluso vinos locales de Soria y cavas y champanes.
Un establecimiento muy comentado en las redes sociales y que en Google cuenta con una nota de entre 4 y 5 estrellas en las reseñas de Google. "Es una apuesta segura y un lugar imprescindible que hay visitar en Soria", señala un satisfecho cliente.
Se saltó la dieta
Un restaurante de toda la vida que encandiló durante una visita a Soria hace un lustro, ni más ni menos que a la reina Doña Letizia, quien quedó prendada de los Torreznos de Soria que allí se elaboran y, saltándose su dieta, no pudo contenerse y decidió probarlos.
Un divertido encuentro que desvelaba el propio propietario del restaurante soriano, Toribio Arranz, en declaraciones al canal de televisión La 8 de Soria: «Yo estaba con una torre de torreznos y vino directamente donde estaba y me dijo: 'Quiero este y este porque los veo tan buenos, que esto tiene que ser una maravilla'. Eso me dejó sorprendido».
A lo que el hostelero contestó que no se preocupara, que iban a darles unos cuantos para que se los llevara a casa y les pudieran comer all´icon tranquilidad. Además, cuenta que la monarca le dijo que tanto al rey Felipe VI como a sus hijas, la Princesa de Asturias Leonor y la infanta Sofía, también les encantan los torreznos.