Conduce borracho, se estrella en una rotonda, huye y finge que le habían robado el coche para evitar las pruebas de alcohol y drogas

Un hombre ha sido puesto bajo investigación por la Guardia Civil después de protagonizar un accidente de tráfico en Soria y tratar de eludir su responsabilidad simulando el robo de su vehículo. El suceso tuvo lugar la madrugada del 22 de junio, en torno a las 04:26 horas, en la carretera SO-20, a la altura de la conocida “Glorieta del Caballo Blanco”.

El coche, un turismo, salió de la vía y terminó impactando contra el muro de un paso elevado. Cuando los agentes del destacamento de Tráfico llegaron al lugar del siniestro, el conductor ya se había marchado, abandonando el vehículo sin dejar rastro.

Horas más tarde, el mismo individuo presentó una denuncia asegurando que su coche había sido robado, con la aparente intención de desvincularse del accidente y evitar así las pruebas de detección de alcohol y drogas.

La versión ofrecida por el denunciante pronto generó sospechas entre los agentes del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) del Subsector de Soria. Tras realizar las indagaciones oportunas, los investigadores lograron determinar que el hombre que había denunciado el robo era en realidad el conductor implicado en el accidente.

Una vez localizado, se le sometió a una prueba de alcoholemia, que resultó positiva. Por ello, fue investigado por un supuesto delito contra la seguridad vial, al haber conducido bajo los efectos del alcohol. Además, se le imputa otro delito por simulación de delito, al haber presentado una denuncia falsa.

El caso ha sido puesto en conocimiento del Juzgado de Instrucción nº 1 de Soria, junto con las diligencias correspondientes.

Cabe recordar que el Código Penal contempla penas de entre tres y seis meses de prisión, multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días para quienes conduzcan ebrios. Asimismo, este tipo de infracciones pueden conllevar la retirada del permiso de conducir de uno a cuatro años. En cuanto a la simulación de delitos, la ley prevé penas de prisión de seis meses a dos años.