Sociedad

¿Cuáles son los pueblos más antiguos y con más historia de España?

Cuatro de los ocho primeros de la lista son de Castilla y León

Ayuntamiento del primer municipio de España
Ayuntamiento del primer municipio de EspañaDiputación PalenciaDiputación Palencia

España destaca por su tradición, por su patrimonio, por su historia y sus gentes. Y esa importancia se empezó a labrar hace muchos siglos, con la llegada de los pueblos más importantes de cada época. Nuestro país era un lugar estratégico para todos ellos y propiciaron construcciones de gran belleza y mucha riqueza.

Por este motivo historia, patrimonio, naturaleza y gastronomía son las señas de identidad de los pueblos españoles. Rincones llenos de belleza que año tras año acogen a un mayor número de visitantes, que no dudan en conocer más a fondo sus tesoros. Estas localidades también se caracterizan por difundir su tradición. Sobre todo los que cuentan con una mayor antigüedad, ya que sus calles han vivido las principales recreaciones de nuestro país, desde los asentamientos celtíberos, hasta nuestros días, pasando por la época romana, las invasiones bárbaras, los musulmanes o la reconquista.

Son tan importantes que, son el germen de las grandes urbes. Muchos son Monumento Nacional, otros Conjunto Histórico-Artístico, y algunos están dentro del círculo de los Pueblos más Bonitos de España.

Todo ello permitió que en el año 824 naciera el primer ayuntamiento, con la entrega de la primera Carta Puebla, cuyo documento es el preludio de lo que ahora conocemos como municipios que están regidos por una entidad local, y que propició que la localidad palentina de Brañosera fuera considerada como el pueblo más antiguo de España.

1- Brañosera se encuentra en el Parque Natural de Fuentes Carrionas en Palencia y actualmente cuenta con alrededor de 250 habitantes. Entre sus calles se observan restos medievales en forma de pequeños arcos, cegados en su mayoría. Es rica en Románico y buena muestra de ello son la iglesia de Santa Eulalia, con su majestuosa espadaña y portada, y la ermita de San Miguel, la cual conserva la bóveda apuntada y en uno de sus muros una lápida de consagración del año 1.118. Brañosera es paso del GR1, sendero Histórico de unos 1600 kilómetros que atraviesa España desde Cataluña hasta Galicia por espectaculares paisajes de montaña en este idílico paraje de la Montaña Palentina.

2- Besalú (Girona): Originalmente conocida como Bisuldunum, ha sido declarada Conjunto Histórico-Artístico nacional. Destaca por las flores que decoran puertas y ventanas del casco antiguo de este municipio catalán. Sus calles estrechas de la judería, sus exclusivos baños medievales, sus casonas, plazas, y su sinagoga, resultan fascinantes. Así como su Puente Viejo, románico del siglo XII, indispensable para entrar en esta villa del medievo. Solo por el Monasterio de Sant Pere, la Iglesia de Sant Vicenç, la Colegiata de Santa María, o el Antiguo Hospital de Sant Julià, merece una escapada.

El icónico puente románico de Besalú era este un paso necesario para salvar dos ríos que se interponían en el camino de los viajeros medievales que hacían la ruta a la Garrotxa: el Fluvía y el Capellades. Besalú nació como una fortaleza entre ambos. El puente fue durante siglos el único acceso existente para llegar a Olot, eso sí, previo pago del tributo correspondiente.

En plena Sierra de Guadarrama, en el Valle medio del Lozoya y entre los embalses de Riosequillo y Puentes Viejas, se alza, sobre un promontorio rodeado por el río, Buitrago de Lozoya. Por la villa, que es Conjunto Histórico Artístico, y Bien de Interés Cultural, han dejado huella Juana la Beltraneja, y el mismísimo Picasso.

Las murallas de Buitrago se alzan sobre un meandro del Lozoya. Antaño importante enclave defensivo, hoy sus muros siguen guardando el casco histórico, al que se accede a través de la Torre del Reloj, una torre albarrana de unos 16 metros de altura.

También del siglo XV data el Castillo o Alcázar anexo al recinto amurallado, erigido por orden de la familia Mendoza, y de clara herencia mudéjar resultó seriamente dañado durante la guerra de Independencia. De planta cuadrada cuenta con siete torres que presidieron la estructura, todas diferentes entre sí, que se pueden visitar. El resto del espacio se emplea para distintos actos culturales.

4- Sepúlveda (Segovia):También llamada la “Villa de las Siete Puertas”, Sepúlveda destaca por tratarse de una impresionante ciudad fortificada fundada en la Edad de Hierro. Considerada Conjunto Histórico-Artístico desde 1951, esta bonita villa segoviana cuenta con una muralla del siglo X donde encuentras las diferentes puertas: del Ecce Homo, de la Fuerza, del Río, del Postiguillo, de la Judería, de Duruelo y la Puerta del Vado. De hecho, todas ellas conservan sus respectivas llaves, custodiadas hoy por el Ayuntamiento.

Su Plaza Mayor, el castillo de Fernán González, la casa del Moro, el santuario de la Virgen de la Peña, o la Iglesia de Santiago son como salidos de un cuento. Además, este pueblo también cuenta en sus alrededores con el Parque Natural de las Hoces del Río, el lugar perfecto para ojear buitres leonados. Por supuesto, Segovia es conocida por su rica gastronomía: el famoso cochinillo de Segovia, vinos, sobadas, soplillos o el ponche segoviano.

5- Calatañazor: Los habitantes de esta pequeña aldea soriana no llegan al centenar, tienen el privilegio de vivir en uno de esos lugares donde el tiempo se detuvo hace mucho, mucho tiempo. A solo 33 kilómetros de Soria capital, en la comarca de las Tierras del Burgo, dice la leyenda que aquí, Almanzor perdió su tambor.

Ya el camino de acceso a Calatañazor delata su antigüedad. Su única calle, rodeada de auténtica arquitectura popular, lleva hasta la plaza, ubicada a los pies de las ruinas del que fue un formidable castillo. Entre cantos rodados, puertas con postigos a media altura, paredes de tapial de barro y paja, y su bella iglesia románica, lleva a gala ser uno de los lugares con más solera del país.

En Calatañazor el tiempo dijo basta hace ya muchos siglos. Aún permanece anclado en la Edad Media y no ver mancilladas de ninguna manera las fachadas de las casas con sus característicos entramados de madera de sabina, las chimeneas cónicas por las que respiraban las cocinas de antaño ni el empedrado de canto rodado que hace de alfombra. Las efigies mozárabes de las iglesias advierten a los visitantes del viaje a través del tiempo que están a punto de emprender. El aroma a asado que impregna cada recodo y cada pared se encarga de hacer el resto y lograr, por unos instantes, que no te quieras marchar nunca de allí.

6- Albarracín (Teruel):Además de ser uno de los pueblos más antiguos de España, Albarracín está considerado uno de los lugares más bonitos de nuestro país. Y es que Teruel tiene muchas cosas por descubrir… Este precioso pueblo de arquitectura medieval cuenta una de las murallas mejor conservadas de la época, considerada Monumento Nacional desde 1961. Entre sus estrechas calles encontrarás antiguas casas de piedra y madera con el característico yeso de color rojo de las montañas del Arrabal que son toda una belleza. Por la noche el pueblo se ilumina creando un juego de luces espectacular.

7- Ronda (Málaga):Entre las calles de este pueblo malagueño se encuentran algunos de los monumentos mejor conservador de la Edad Media. De hecho el más emblemático es el Puente Nuevo, que cuenta con más de 150 metros de altura y cuya construcción comenzó en 1751 después de que diez años antes se derrumbara el antiguo puente. El objetivo de esta espectacular obra arquitectónica es unir los dos lados del casco antiguo de Ronda por encima del río. Desde arriba se puede disfrutar de unas vistas únicas, incluso desde los diferentes restaurantes y hoteles de la zona. Por sus calles el visitante encontrará murallas, iglesias, baños árabes o la casa del Rey Moro… muy bien conservados.

8- Peñafiel: Se trata de uno de los pueblos con más historia de nuestro país. Situado en la Ribera del Duero, justo a medio camino entre Valladolid y Aranda de Duero, en Peñafiel se han hallado restos de 2.900 a.C. Y es que este bonito pueblo posee una de las murallas mejor conservadas de la Edad Media. Sin duda uno de los monumentos con más reclamo del lugar es el Castillo de Peñafiel del siglo X, uno de los más bonitos de España que fue declarado Monumento Nacional en 1917. Su arquitectura y su largo recorrido de más de 200 metros de longitud recuerdas a un gran barco. Desde arriba se puede disfrutar de unas increíbles vistas al valle del Duero. Otro de los puntos de interés es la Plaza del Coso, un espacio rodeado de balcones arabescos donde se celebran distintos festejos taurinos del pueblo.

La gastronomía es en sí misma uno de los grandes atractivos turísticos de Peñafiel, una tierra que debe su fama culinaria internacional al lechazo asado al horno de leña, un plato que se oferta en muchos de los restaurantes de la villa. No obstante, la gastronomía peñafielense está en constante evolución y son muchos los establecimientos en los que se puede disfrutar de una cocina diferente, para todos los gustos y para todos los bolsillos.