Sociedad
Cuando el bronce es pasión
Perero, un taller artesano de moldeador y fundidor afincado en Medina de Rioseco (Valladolid), cuenta más de seis décadas de experiencia, con la especialidad de la Semana Santa
“En Castilla y León se trabaja el bronce para Semana Santa”. Luis Ángel Lorenzo, de Bronces Perero, apunta a esta aleación como un elemento básico de la Pasión de la Comunidad. Faroles, hachos, medallas, varas y horquillas que salen de este taller artesano de Medina de Rioseco (Valladolid), con destino a muchas de las localidades y ciudades españolas que requieren estos símbolos para contribuir a ilustrar sus semanas santas.
Lorenzo ha tomado el testigo de su padre Luis, quien hace más de seis décadas comenzó a trabajar en una fundición, en la que aprendió el oficio de moldeador y fundidor, ese que con los años contagió a su hijo. Más allá del numeroso repertorio de productos que funden, estos primeros meses del año se pone el foco en el trabajo de todo aquello relacionado con la Semana Santa. “Hacemos faroles nuevos, otros los arreglamos, hay otros pedidos más importantes para cofradías como los faroles que van sobre los tableros de los pasos. Y mucho de ese trabajo se concreta en estas épocas previas”, señala Lorenzo, quien abre las puertas de su modesto taller artesano, donde cuelgan en orden numerosas herramientas necesarias para su trabajo y predomina el color negro del humo del fundido. Allí se muestran dos hornos, uno más grande y otro más pequeño, para obtener el producto, y los diferentes moldes que durante tantos años han permitido satisfacer las ilusiones de cofradías, niños y familias de tradición.
“Compramos los lingotes y se funden a más de 800 grados en los hornos, que ahora funcionan con gasóil y butano. Antes era con carbón y todo era más lento”, matiza Luis, el padre, ahora jubilado, y que desde la Capilla de los Pasos Grandes verá este año a su hijo sacar ‘La Escalera’, el paso del Descendimiento de la Cruz de Medina de Rioseco.
El proceso ahora para el fundido y el moldeado es muy rápido. “Una vez que el bronce se ha convertido en líquido, se va introduciendo por una boca en los moldes, donde previamente se ha colocado la figura que se intenta obtener”, comenta el fundidor. Estos mecanismos, muy artesanos, a la antigua usanza, cuentan con un pequeño agujero en el lado contrario para que permita la salida de aire.
Por toda la geografía
Presumen de productos de esta ‘casa’ las semanas santas de Valladolid, Ciudad Rodrigo, Plasencia, Ampudia, Fuentesaúco, San Esteban de Gormaz, poblaciones de la provincia de Málaga… pero sobre todo de su pueblo, de Rioseco, donde son una firma con larga tradición y solera en el sector. Casi todo el mundo porta en la semana de la Ciudad de los Almirantes un farol, una horquilla o una vara elaborada por Perero, símbolos inequívocos de los riosecanos, pero también reclamadas por otras localidades y ciudades con tradición por la pasión de Cristo.
Y la tradición continúa con Luis Ángel, que muestra pasión por la Semana Santa, la misma con la que ha seguido los pasos de su padre, con la que mima esta aleación, de cobre, estaño y a veces plomo, para obtener auténticas maravillas de arte.
“Las tradiciones a veces cambian y evolucionan, aunque sea lentamente. Pero la artesanía avanza poco, principalmente la fundición”, sostiene Luis Ángel Lorenzo, ahora al cargo del negocio, quien admite que todos los productos, los que más lucen ahora en Semana Santa son los faroles que se colocan sobre los pasos, aunque también los hachones que permitirán iluminar con sus velas las calles más semanasanteras de Castilla y León, como son las nuevas que estrena este año la Cofradía de las Siete Palabras de Valladolid, y que han salido del taller artesano de Bronces Perero.
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