Cultura

La Diputación de Valladolid muestra las fotografías de Mercedes Vizcaíno de Frías

La exposición "Utopía" se puede visitar en la Sala de Exposiciones del Teatro Zorrilla hasta el próximo 13 de agosto

La diputada en funciones del Área de Empleo, Desarrollo Económico, Turismo y Participación, Nuria Duque, inaugura la exposición junto a la fotógrafa Mercedes Vizcaíno de Frías
La diputada en funciones del Área de Empleo, Desarrollo Económico, Turismo y Participación, Nuria Duque, inaugura la exposición junto a la fotógrafa Mercedes Vizcaíno de FríasDiputación ValladolidDiputación Valladolid

La diputada en funciones del Área de Empleo, Desarrollo Económico, Turismo y Participación, Nuria Duque, ha inaugurado, en la Sala de Exposiciones del Teatro Zorrilla, la exposición "Utopía", con fotografías de Mercedes Vizcaíno de Frías.

La cuarta cita de la temporada de exposiciones en la sala del Teatro Zorrilla permite contemplar la obra de Mercedes Vizcaíno, una serie de fotografías en blanco y negro con cámara Rolleiflex, que acercan al visitante su proyecto “Utopía”.

Decía Jean Luc Godard que “ninguna imagen justa, justo una imagen” y esta frase podría definir las imágenes captadas por la cámara de Mercedes Vizcaíno. La fotografía debe ser simple, libre de accesorios inútiles: una búsqueda de la unidad. Conseguir extraer de la memoria, a través de la fotografía, la presencia, el retorno de la persona en un tiempo pasado, a fin de someterse al placer de la nostalgia.

El gesto esencial del fotógrafo consiste en sorprender a algo o a alguien, y que tal gesto es, pues perfecto cuando se efectúa sin que lo sepa el fotografiado. Toda foto es contingente y lo que mejor podemos decir de ella es que el objeto habla, como en las imágenes de Mercedes Vizcaíno.

El clic fotográfico es solo una parte del proceso y no la esencial. Mercedes Vizcaíno, crea una narración que relacionamos con historias que nos son familiares y, de ahí, el impacto de su trabajo. Como en Cindy Sherman, hay una puesta en escena performática, que antecede al acto mismo de tomar la foto, situando su trabajo en el límite entre fotografía y actuación.

A través de su trabajo se pone en entredicho esa línea sutil que divide foto obra y foto residuo como documento, debate que no puede ser más actual. Los fotógrafos desde los 80 son más artistas que fotógrafos, discusión que hoy en día no tiene ya ningún sentido, pero en aquel momento parecía relevante.

Las pulcras imágenes de Mercedes Vizcaíno recuperan una nueva objetividad en la línea de August Sander, el fotógrafo alemán de los años 30, con sus retratos de personajes de la vida cotidiana y las fotografías de Bernd y Hilla Becher, que siguen los pasos del blanco y negro y contraponen el contrapunto a la foto más artística que plantean los fotógrafos norteamericanos.

La fotografía de Mercedes Vizcaíno es eficaz a la hora de gestionar territorios como la autoría, la unicidad y la subjetividad.