Sociedad

Dos tercios de los menores de 30 años vive de alquiler y solo uno de cada cuatro lo hace en una vivienda en propiedad

Un estudio del Consejo de la Juventud destaca que el 83% de los jóvenes emancipados comparte piso para repartir gastos

La presidenta del Consejo de la Juventud de Castilla y León, Sandra Ámez, presenta el estudio junto a Enrique Cabero, María Pardo, Margarita García y Ángeles Armisén
La presidenta del Consejo de la Juventud de Castilla y León, Sandra Ámez, presenta el estudio junto a Enrique Cabero, María Pardo, Margarita García y Ángeles ArmisénMiriam ChacónIcal

Dos tercios de los castellanos y leoneses entre los 18 y los 30 años viven de alquiler y solo uno de cada cuatro lo hace en una vivienda en propiedad. Y es que la juventud recurre al alquiler ante la imposibilidad de comprar, ya que más del 80 por ciento de las personas jóvenes emancipadas en la Comunidad que viven de alquiler compraría una casa si tuvieran la oportunidad.

La precariedad económica, con muchos jóvenes que no cuentan con un salario como “fuente principal” de ingresos, al percibir menos de mil euros netos mensuales y disponer de una capacidad de ahorro “muy limitada”; la inestabilidad laboral, con contratos temporales o a tiempo parcial; el elevado precio de la vivienda y la dificultad para encontrar casas en el medio rural abocan a que la tasa de emancipación juvenil en Castilla y León alcanzara el 14,4 por ciento en el primer semestre de 2024, que son cuatro décimas menos que la media nacional.

El estudio ‘Tocando techo. La juventud frente al problema de la vivienda’, elaborado por el Consejo de la Juventud de Castilla y León (CJCyL), destaca que la mayor parte (82,8 por ciento) de los jóvenes emancipados comparte vivienda para compartir gastos. Únicamente el 17 por ciento vive en solitario por la incapacidad para hacer frente en solitario al pago de un alquiler o una hipoteca, informa Ical.

Una de las claves para explicar la emancipación juvenil es que casi el 40 por ciento de los jóvenes percibe menos de mil euros netos y solo uno de cada cuatro logra ahorrar más de 300 euros al mes. No en vano, tras el pago de la vivienda y los suministros, el ahorro medio ronda los 255 euros. Un 68 por ciento paga la vivienda con sus ingresos pero casi un 19 por ciento necesita ayuda parcial y en un 13 por ciento de los casos corre, íntegramente, a cargo de otras personas que no viven en la casa.

El coste medio de un alquiler de una vivienda completa en la Comunidad, según la encuesta, ronda los 526 euros, mientras que seis de cada diez personas compró una casa por menos de 100.000 euros. La media de amortización de la hipoteca es 15,3 años y casi la mitad necesitó ayuda para pagar la entrada a la vivienda, teniendo en cuenta la escasa capacidad de ahorro, que es de 17.500 euros.

Otra de los datos relevantes es que casi el 40 por ciento de la juventud emancipada tiene como principal fuente de ingresos rentas ajenas al trabajo, becas, prestaciones de las administraciones públicas y, sobre todo, ayudas familiares. No en vano, el apoyo familiar continúa siendo un factor determinante tanto para acceder a una vivienda como para sostenerla en el tiempo. En ese sentido, casi la mitad que quienes pagan una hipoteca necesita ayuda de terceras personas para pagar la entrada e hipotecarse.

El informe, que se ha elaborado tras la realización de 500 entrevistas entre jóvenes de 18 a 30 años, hace hincapié en que el camino a la emancipación no es “estable”, ya que el 43 por ciento de los encuestados tuvo la “suerte” de vivir en una sola vivienda, desde que decidieron salir del hogar familiar pero casi la mitad, el 47 por ciento, ha pasado por entre dos y cuatro viviendas. Una de las particularidades de Castilla y León es que los jóvenes conviven con amigos, familiares y compañeros de piso, a diferencia de lo que ocurre en el resto de España, donde es con su pareja.

Principales dificultades

La presidenta del CJCyL, Sandra Ámez, apuntó que hablar de vivienda es abordar el presente y futuro de Castilla y León pero también de oportunidades y la atracción y la retención del talento en la Comunidad. Añadió que, a pesar de las dificultades, existe un “fuerte” deseo de acceder a una vivienda en propiedad. “La situación actual refleja una juventud con aspiraciones de independencia, pero con serias limitaciones estructurales. La estabilidad laboral y el acceso a una vivienda accesible son las principales dificultades”, expuso.

En este sentido, Ámez reclamó políticas públicas que faciliten la emancipación juvenil. “Se dan muchos pasos en materia de viviendas y políticas para jóvenes, que apuestan más por el parque público, pero hay que continuar en esa línea y seguir trabajando por que solo un 14 por ciento se emancipa y hay un 85 por ciento que no ha podido, en los que hay que poner el foco”, aseveró. También alertó de las dificultades de los jóvenes para acceder a una vivienda en el medio rural por que hay muchas personas que se quieren quedar en sus municipios o pueblos, ya sea por su estado o la ausencia de mercado.

El presidente del Consejo Económico y Social (CES) de Castilla y León, Enrique Cabero, apostó por la necesidad de incorporar nuevas medidas de los poderes públicos en política de vivienda y mayor colaboración institucional para incorporar medidas de ayuda para los jóvenes. Explicó que, a la hora de hablar de vivienda, hay dos planos. Uno, que es el derecho a una vivienda digna, accesible y asequible, tal y como recoge la Constitución Española. Y dos, que el sistema configurado ha confiado, quizás, “en exceso”, en la asignación de este bien imprescindible en los mecanismos del mercado.

“Hay que intervenir públicamente para garantizar este derecho, ya sea con ayudas al alquiler o favorecer el acceso a la propiedad, para que las personas con menos renta y, sobre todo, la juventud pueda vivir de forma independiente”, sentenció. No en vano, lamentó que la mayor parte de los jóvenes se emancipa cuando ya no lo son, al sobrepasar los 30 años.

La directora general de Vivienda, Arquitectura, Ordenación del Territorio y Urbanismo, María Pardo, aseguró que toda la política de la Junta tiene como “prioridad” a los jóvenes. Hasta el punto que declaró que la administración autonómica lleva “años” trabajando “por y para” los jóvenes.

Subrayó que los jóvenes son “altamente insolventes”, por que cuentan con sueldos bajos que motivan que las viviendas no sean accesibles y, por tanto, son “expulsados” del mercado. De ahí, los programas de la Junta para ayudar a pagar el alquiler de una casa a los jóvenes, ya que los menores de 35 años reciben subvenciones que oscilan entre el 50 y el 75 por ciento, en el caso de residir en el medio rural. “Son ayudas universales que perciben todos los que cumplen con los requisitos, a diferencia del Bono de Alquiler del Gobierno de España, que solo beneficia a uno de cuatro solicitantes”, sentenció. También citó las políticas para ayudar a los jóvenes a pagar sus viviendas, el alquiler de viviendas rehabilitadas y la compra de casas, como por ejemplo a la Sareb. Se refirió a la construcción de mil viviendas colaborativas, también llamadas ‘coliving’ y ‘cohousing’, en las que los jóvenes comparten espacios comunes, que serán una realidad a finales de 2026.

Avales de la Junta

Por último, se refirió a la línea de los avales, que piensa en los jóvenes, para que puedan acceder a una vivienda libre. Gracias al acuerdo con una docena de entidades bancarias, la Junta puso en marcha hace año y medio un plan para ayudar a los jóvenes y adelantar el abono inicial del 20 por ciento del crédito hipotecario. Por lo tanto, los beneficiarios deberán solicitar un préstamo del 80 por ciento del coste de la casa. Una medida que ya ha beneficiado a 1.200 familias jóvenes en la Comunidad.

Además, la vicepresidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Castilla y León, Margarita García, denunció la “dicotomía” entre el derecho a la vivienda y el derecho a la propiedad. “Siempre está descompensado hacia el derecho a la propiedad por que las ayudas y subvenciones públicas solo benefician a los propietarios, ya sean particulares, empresas o fondos de inversión”, alertó. No en vano, consideró que cuantas más ayudas hay, más sube el precio de los alquileres y de la vivienda, por lo que apostó por buscar fórmulas para regular la situación para compensar ambos derechos.