Agroalimentación
Dulcería: la feria que conquista a los más golosos
Gran acogida a este evento en el que participan más de una veintena de artesanos del dulce de la provincia de Valladolid
Gran acogida a la Feria Dulcería que se desarrolla en el Espacio La Granja de Valladolid, dependiente de la Diputación Provincial. Un evento que está haciendo las delicias de los visitantes, que están llegando de forma masiva desde ayer, para comprobar el buen hacer de los 22 artesanos que ofrecen sus productos a todos los que allí se acerquen.
Asimismo, hay música en directo, y catas maridaje en colaboración con el Museo del Vino en las que se pueden degustar dulces míticos de la provincia maridados con vinos de Valladolid. Para participar en estas catas es imprescindible estar presente en la Feria, una reserva por persona y por estricto orden de llegada.
El objetivo del certamen, según fuentes de la Diputación provincial, es promover la “competitividad” y el “buen hacer” de los profesionales de pastelería de Valladolid y provincia, así como promocionar los productos y la marca Alimentos de Valladolid a Gusto de todo.
Matecados Estilita (Arrabal de Portillo); La Tía Melitona (Fresno El Viejo); La Biótica (Medina del Campo); La Giralda de Castilla (Matapozuelos); El Bombón (La Cistérniga); La Casita (Alaejos); Clauval (Portillo); Xocoreto (Castronuño); Piñones de Castilla (Pedrajas de San Esteban); Pistachos San Antonio (La Pedraja de Portillo); Mielegante (Torrelobarón); Miel Oro del Duero (Mojados); Miel Sandonís (Portillo); Museo del Pan (Mayorga); Miel Pecorea; La Miel del Amable; Ideal Fruits (Valladolid); NaturSnack (Pedrajas de San Esteban); Kampanera (Mucientes); Todo Catering (Valladolid); y Churrería Rita (Valladolid) muestran sus productos.
Una feria que ha contado también con un concurso para conocer el mejor dulce de la provincia, y que en su segunda edición el ganador ha sido el repostero Ángel Mesonero Martín de la Confitería Vitín, por "Añoranzas".
Una pasta brisa enriquecida en mantequilla y con piñones triturados en su masa, que lleva en su medio una pasta de mantequilla mezclada con vino Sansón y decorada con un glaseado de azúcar fondant.
"El nombre hace referencia a la típica pasta o mantecado de Portillo que nuestros padres y abuelos tomaban con una copa de vino dulce”, destacaba Mesonero, que además del diploma acreditativo, se ha llevado los 600 euros de la dotación económica con la que cuenta el premio.
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