Turismo

Estos son los pueblos medievales más sorprendentes de España

Hacen al viajero regresar a la Edad Media

Castillo de Calatañazor
Castillo de CalatañazorDiputación Soria

Ya en plena primavera los días son más largos, más luminosos y más calurosos que hacen que los fines de semana las familias se decanten por coger las mochilas y salir a descubrir España, y sus atractivos patrimoniales y naturales. Y es que hay muchos rincones en nuestro país para disfrutar de unos días de descanso. Pero de entre ellos hay unos pocos que seducen al visitante y que sorprenden por su belleza, sus calles empedradas y su riqueza monumental que les hace regresar a la Edad Media.

Un pueblo medieval es un lugar cerrado dentro del paisaje agrícola y forestal, sirviendo de fortaleza defensiva y refugio de los habitantes y campesinos del entorno, a la vez que constituye el mercado del área de influencia. A estos centros acudían los campesinos a vender sus excedentes (cereales, frutas, carne, etc), a la vez que compraban artículos de uso cotidiano elaborados por los artesanos (herramientas, cerámica, o ropa…). Por ello el comercio ha sido caracterizado como su función principal, y por ese motivo se requirió que hubiera disposición de plazas o espacios públicos para poder realizar tareas de mercado.

Las ciudades medievales estaban rodeadas de altas murallas para su protección y algunas contaban con una fortaleza construida dentro del recinto de la ciudad conocida como ciudadela. En sus puertas se cobraban los impuestos sobre las mercancías que entraban en la ciudad. Las puertas se cerraban por la noche pero por el día permanecían abiertas.

Los edificios más destacados eran la catedral, la casa consistorial, la universidad, la lonja, las Iglesias y conventos, las hospederías, los hospitales y los palacios de algunos nobles y burgueses. La ciudad se dividía en barrios, cada uno con su propia parroquia. Disponían de un gran espacio abierto, la plaza del mercado, donde los comerciantes y campesinos instalaban sus tenderetes y en el que tenían lugar los principales acontecimientos de la ciudad: las representaciones de los artistas, las celebraciones festivas y los ajusticiamientos.

 

El ejemplo típico de ciudad medieval en el mundo es la francés de Angers, dónde la muralla del Imperio Bajo ha sido edificada al final del siglo III o al principio del siglo IV, cercando un sector incluyendo la catedral, la residencia del obispo, el forum antiguo y probablemente un centro de poder, según asegura Wikipedia.

Pues en España los pueblos de estas característica que más sorprenden son:

Pedraza (Segovia)

Esta localidad segoviana está considerada como uno de los rincones más hermosos de España y se cree que la historia de esta villa medieval comenzó en siglo IV antes de cristo, ya que en la explanada del castillo se han encontrado restos de cerámica realizada a mano que podrían ser de poblaciones celtas.

Pedraza puede presumir de ser uno de los pueblos medievales mejor conservados de toda España. Además, desde 2014 forma parte de la Asociación de los Pueblos Más Bonitos de España y en 2019 fue elegido el Pueblo Más Bello de Castilla y León. Además, cuenta con la declaración de "Monumento Histórico".

Entre sus atractivos destacan: - La Plaza Mayor: Es la quintaesencia de la Villa. Una plaza típica castellana, que se ha ido formando poco a poco a lo largo de los años. Irregular y algo anárquica, es una plaza hecha a retazos, con derribos aprovechados.

Nadie la diseñó y es hermosa, una de las plazas mayores más hermosas de España. El conjunto más llamativo son las casas porticadas frente a la iglesia. Originalmente dos casas del siglo XVI convertidas luego en cuatro viviendas. Los soportales se añadieron con posterioridad una vez que los señores feudales abandonaron el castillo al perder sus privilegios sobre la Villa. De hecho, los fustes y capiteles de las columnas pudieran proceder del propio castillo.

- El Castillo: El castillo es una fortaleza edificada en el siglo XIII y reedificada en el siglo XV. De ese siglo es la torre del homenaje. Dentro del castillo, en la escalera que da paso al aljibe, se conserva el escudo de los Herrera, anteriores a los Fernández de Velasco. Los duques de Frías, condestables de Castilla, volvieron a reformarlo en el siglo XVI de donde data la estructura que actualmente se ve. A este castillo se vinculan sucesos históricos como la prisión de los hijos del rey de Francisco I de Francia desde 1525 a 1529 y también alguna que otra leyenda. En 1926, cuando lo adquirió el pintor Ignacio Zuloaga, el interior del castillo estaba arruinado. Restauró una de las torres, donde instaló un taller y pintó paisajes y retratos de las gentes de Pedraza.

 

- Puerta o Arco de la Villa: Es la única puerta de acceso al municipio. Portones de álamo negro. Arco con dibujo de ladrillo mudéjar. En la parte superior central, escudo del Señorío de Velasco. En las paredes, a ambos lados de la puerta, esgrafiado.

- La Cárcel de la Villa: Edificio medieval del siglo XIII y reconstruido en el siglo XVI propiedad de la Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza que se abrió al público el 1 de abril de 1994 gracias al esfuerzo de la Fundación Villa de Pedraza, que desde entonces la gestiona y cuyos guías colaboradores se ocupan de mostrarla.

El visitante podrá ver cómo era una mazmorra, el cepo de pies para inmovilizar a los presos, un grillete para el cuello, la gran chimenea con escudo, los retretes de "caída libre", las lóbregas mazmorras de los pisos bajos y las originales celdas de madera, el camastro de los presos y un largo etcétera.

Frías (Burgos)

La considerada como ciudad más pequeña del mundo cuenta con una riqueza patrimonial única entre las que destacan: - Castillo de los Duques de Frías: La principal visita en Frías es el Castillo de los Duques de Frías o de los Velasco. Está situado en lo alto del cerro de la Muela y se puede ver desde cualquier punto de la localidad. Su construcción data del siglo IX como fortaleza defensiva aunque la estructura que se observa en la actualidad es de finales del siglo XII y principios del XIII, durante el reinado de Alfonso VIII. Se puede acceder a su interior cruzando un puente levadizo sobre un foso. Alrededor del patio de armas se conservan restos de las antiguas dependencias, como estancias de servicios, graneros y bodegas. Desde la parte superior de la torre del homenaje las vistas de Frías y de sus alrededores son impresionantes.

- Casas Colgadas: Las casas colgadas son el principal emblema del municipio burgalés. Todas son de dos o tres alturas, y la mayoría de ellas conservan la bodega ya que Frías ha tenido una gran actividad vinícola a lo largo de su historia. Las casas cuelgan desde la roca y su fachada tiene entramados de madera. La calle Antonio Carpintero y la calle San Mayor de San Vítores son las mejores para observarlas en todo su esplendor. En la antigüedad estaban rodeadas por una muralla, de la que actualmente sólo quedan algunos restos y dos de las puertas, la de Medina y la del Postigo.

 

- Palacio de los Salazar: Situado en la plaza de Alfonso VIII, en la actualidad acoge la Oficina de Turismo de Frías. Conserva el escudo con las 13 estrellas de los Salazar.

- Puente Medieval: El puente medieval del pueblo tiene nueve arcos y 143 metros de longitud. A pesar de su nombre, su origen es románico. Fue en el siglo XIV cuando se le añadió una torre defensiva en la parte central. Quienes quisieran cruzar el puente tenían que pagar el derecho de pontazgo en función de su lugar de residencia y los bienes que portaran.

- Calzada Romana: Por Frías pasa una de las calzadas romanas más importantes de la Península Ibérica, que comunica el norte del país con la meseta castellana.

- Iglesia Parroquial de San Vicente Mártir y San Sebastián: Es el principal templo religioso de la localidad, y está ubicado en el casco antiguo. De la construcción primitiva románica apenas quedan algunos restos. La torre se cayó a principios del siglo XX y tuvo que ser levantada de nuevo. En los siglos XIV y XVI se añadieron la capilla del Santo Cristo de las Tentaciones y la capilla de la Visitación a la nave central.

Calatañazor (Soria)

Conocido casi únicamente por la derrota que allí sufriera Almanzor de las tropas castellanas y leonesas en 1002. Aunque algunos historiadores difieren en cuanto a este hecho, el episodio es conocido como la Batalla de Calatañazor, en la que los cristianos derrotaron al célebre caudillo árabe Almanzor y según la tradición murió en Bordecorex y fue enterrado en Medinaceli.

Pero su historia se remonta a diez siglos atras a época ibérica, aunque en otra ubicación situada a un kilómetro al suroeste en el Cerro de los Castejones, sitio arqueológico poblado desde el II a.C. hasta el V d.C y que se corresponde con la ciudad arévaca de Voluce. Es probable que con la invasión visigoda la población se asentara ya en el cerro que corresponde a la actual Calatañazor y que las tumbas antropomorfas de su entorno correspondan a este periodo histórico. Durante la Edad Media, estuvo vinculado al linaje de los Padilla, señores de Calatañazor. En el siglo XVII pasó a la casa de los duques de Medinaceli y posteriormente al Marqués de Feria.

Calatañazor está rodeado de dos murallas que se conservan casi intactas y que sólo permiten dos entradas de subida a la ciudad. Al lado Sur se alza el castillo situado en lo alto de un peñasco. Perteneciente al siglo XIV y XV conserva parte de la torre del homenaje y gran parte de sus murallas; también conserva un ventanal gótico. En tiempos había tres puertas, hoy solo puede verse la más pequeña.

Debajo del castillo y correspondiente al siglo X hay una necrópolis medieval excavada en roca con tres tumbas antropomorfas. La Iglesia de Nuestra Señora del Castillo es una mezcla de estilos gótico y románico como la portada y un tramo que hace de ábside gótico. Posee una pila bautismal en piedra del siglo XI.

Se conserva también una imagen La Virgen de Fuentemayuel que data del siglo XIII que pertenece a un despoblado en 1590. En el altar mayor con un retablo del siglo XVI y XVII se encuentra una talla románica de Santa María del Castillo. En la sacristía se conserva una custodia de plata muy valiosa del siglo XVII.

 

Además conserva una tabla que representa el martirio de San Sebastián y documentos sobre la historia de la villa; cuatro tablas del siglo XV que parece ser formaron parte de un retablo que guardaban en la ermita de La Soledad situada fuera del recinto amurallado de estilo románico. Aquí se celebran las jornadas de música medieval.

Junto al río pueden apreciarse restos de un poblado que conserva parte de una calzada romana “Las Ruinas de Voluce”. El Rollo que es del siglo XV cuenta con una leyenda de brujería. Debajo de él se divisa un impresionante paisaje castellano. En uno de los cerros se han encontrado sepulcros y trozos de vasijas celtíberas y muy cerca de allí se encuentran fósiles. Hay documentos de gran importancia para la historia de Calatañazor que se encuentran en el Ayuntamiento.

Maderuelo (Segovia)

Esta villa segoviana está catalogada como Conjunto Histórico-Arstístico, y situada sobre una gran colina, rodeada por el embalse de Linares. Es el inicio de las Hoces del Río Riaza.

Entre sus atractivos se encuentran: - El Arco de la Villa: Entrada emblemática que protege el acceso suroeste. Aún conserva los cerrojos, la poterna y unas gruesas puertas de madera acorazada, con adornos y policromía, blindaje del siglo XV. Hasta principios del siglo XX disponía de foso y puente.

Este conjunto defensivo se configura con una entrada abovedada cuya abertura intramuros es un alto arco de medio punto y la exterior un arco apuntado. Adosado al arco exterior hay otro de medio punto, más alto, con un gran hueco central o buhedera y realiza la función de matacán para proteger el acceso.

- El Torreón del Castillo: Es uno de los últimos vestigios del castillo que protegía el acceso norte y fue habitado por los condes de San Esteban. Sufrió los despiadados efectos de numerosos rayos que han derribado parte de sus muros. Aún se aprecian la disposición cuadrada de este baluarte, en cuyo subsuelo existe un aljibe.

- La Iglesia-Palacio de San Miguel: Conjunto formado por la antigua parroquia del siglo XII sin culto, y una vivienda adosada, hoy privada. Sus muros formaron parte del conjunto defensivo oeste y ha sufrido profundas remodelaciones. En el siglo XV se adosó una segunda nave rectangular, rematada con una pequeña espadaña.

 

El campanario-torreón de la primitiva ermita románica de ábside semicircular, se convirtió en vivienda. En su sobrio interior existen varios enterramientos enmarcados en arcos góticos, destacando la lápida de la familia Hermosa. Reconstruida en 1981 gracias a la labor conjunta del Ayuntamiento y la Junta de castilla y León, se ha convertido en un edificio de gran actividad social y cultural.

- Ermita de la Veracruz: Nacida como parroquia quedó “reducida a mera ermita en la que se oficiaba misa todas las fiestas de la Cruz y de Apóstol” afirmaba Don Bartolomé de Alba en el siglo XVIII en una visita pastoral. Declarada Monumento Nacional en 1924, esta sencilla ermita templaria sorprendió al mundo por albergar uno de los mejores conjuntos de frescos románicos castellanos.

Albarracín (Teruel)

La localidad es Monumento Nacional desde 1961; posee la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes de 1996, y se encuentra propuesta por la Unesco para ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la belleza e importancia de su patrimonio histórico. Albarracín es un lugar único. Pasear por sus calles, recorrer su muralla y adentrarse en sus monumentos es como hacer un viaje al medievo. El precioso legado arquitectónico y urbanístico de Albarracín transpira encanto y sosiego.

El visitante admirará cada rincón, sus casas de color rojizo, sus puertas y llamadores, sus diminutas ventanas con visillos de encaje, sus balcones corridos en rica forja y de madera tallada. Por no hablar de las maravillosas vistas que obtendrás desde su envidiable emplazamiento.

 

Entre sus principales atractivos se encuentran su Plaza Mayor, la catedral, las iglesias de Santiago y Santa María, la Casa-Museo Noble de la familia Pérez y Toyuela, el Museo Municipal y el Museo Diocesano. No te pierdas si vas con niños el Museo del Juguete.

Sigüenza (Guadalajara)

Esta localidad castellano manchega situada estratégicamente para controlar el paso del alto Henares y los valles de los ríos Dulce y Salado. Esta es la razón por la que estuvo poblada ya desde el Paleolítico y Neolítico. Visitar Sigüenza es visitar la historia en cada uno de los pliegues del tiempo. Tras los vestigios de antiguos pobladores: celtíberos, romanos, visigodos y árabes; se impone una Sigüenza medieval que secuestra la mirada ya en la primera vista general.

El castillo domina la ciudad, la postal y contiene en sus cimientos, que ascienden hasta sus almenas, secretos de sus pobladores, que fueron todos. La Casa del Doncel, de obligada visita; La iglesia de San Vicente o de Santiago, los restos de murallas imbricados por la ciudad; la catedral, con su imponente interior de bóvedas y mausoleos… completan el puzle de este periodo.

Su Catedral es una visita imprescindible. Es, en conjunto, un bello ejemplar del cisterciense o primer gótico y en ella merecen especial interés: las Capillas de los Arces, de San Pedro, de la Anunciación, o de San Marcos, la estatua del Doncel y rosetones góticos de los siglos XII-XVI.

 

Conviene no perderse la parte renacentista y barroca que se imprime en las calles y plazas, que se refleja en palacios y casas, que se percibe en conventos y ermitas. Esta Sigüenza la encontramos en la Plaza Mayor o el Barrio Humanista, en la casa Plateresca o el Palacio Episcopal, en el Convento de San Francisco o Nuestra Señora de los Huertos… y en cada uno nos detendrá el paso la observación de sus fachadas, la visita interior o el descanso bajo las arquerías.

Tres son los espacios naturales protegidos en la comarca: el Parque Natural del Río Dulce, el Lugar de Interés Comunitario del Río Salado y la Microrreserva de los Saladares del Río Salado.

Trujillo (Cáceres)

Este municipio ha recorrido todas las etapas de la Historia, desde poblado romano a ciudad medieval, lo que le ha servido para obtener los títulos de Ciudad Muy Noble, Muy Leal, Insigne y Muy Heroica. Desde 1528 fue la capital de la provincia de Trujillo, integrada como partido de la provincia de Salamanca en 1591, hasta la creación de la provincia de Extremadura en 1653. En la localidad nacieron, entre otros, Francisco Pizarro, conquistador del Perú, cuya escultura ecuestre se levanta en la Plaza Mayor, y Francisco de Orellana, descubridor del río Amazonas (Wikipedia).

Su importancia histórica, su situación, su entorno natural y su gastronomía han hecho de Trujillo un importante centro turístico de Extremadura. De sus monumentos, algunos de ellos protegidos, destacan el castillo (antiguo alcázar árabe), la iglesia de Santa María la Mayor (siglo XIII) y los palacios de la Plaza Mayor. Además, en Trujillo se celebran dos fiestas de interés turístico regional, el Chíviri y la Semana Santa Trujillana, y otros eventos como la Feria Nacional del Queso y la Feria Agroganadera.

 

Entre sus atractivos destacan la monumental Plaza Mayor, que se encuentra presidida por una estatua ecuestre de Pizarro realizada en bronce. Durante siglos, ha sido el centro de la vida social y comercial de la urbe, albergando mercados, fiestas y todo tipo de espectáculos. En el siglo XVI se convirtió en una plaza señorial.