Política
Un grupo de exmilitantes socialistas estudia crear una candidatura en Valladolid para retomar el proyecto del soterramiento del ferrocarril
Consideran que el equipo de Gobierno municipal "está poniendo la alfombra roja a la derecha" al declinar una iniciativa que nació en el seno de la izquierda
Un grupo de exmilitantes socialistas trabaja en una posible candidatura a la Alcaldía de Valladolid para retomar, principalmente, el proyecto del soterramiento del ferrocarril en la ciudad, que el actual equipo de Gobierno, dirigido por Óscar Puente, ha declinado en favor de una integración ferroviaria que conlleva la construcción de casi una veintena de túneles.
Entre estos militantes se encuentran Cecilio Vadillo, Eduardo López, Alfonso Peña y José Luis Lara, que ya se han dado de baja en el PSOE de Valladolid y que, advirtieron, es “solo la punta del iceberg” de otros muchos que ya se están borrando, ante el “engaño” que Puente ha manifestado ante los votantes del partido y frente a los residentes en los barrios del Este de la ciudad.
“No hemos cambiado de ideología, todo lo contrario, seguimos siendo socialistas y por eso lo abandonamos, deseando que esta decisión sea transitoria hasta que vuelvan políticas progresistas y solidarias. No es una posición en contra del PSOE, sino frente a los dirigentes de Valladolid, que para nosotros tienen una postura alejada de los principios y valores de la izquierda, sobre todo en el soterramiento, que implica el modelo de ciudad y sociedad que queremos para los ciudadanos”, resumió Cecilio Vadillo, quien remarcó que la asamblea de la Plataforma por el Soterramiento ya ha animado a crear esta candidatura que, si sigue adelante, ahora dará los pasos oportunos.
Cuestionado por si podrían dañar las opciones de Puente y favorecer a PP y Vox, que sí se han mostrado partidarios del soterramiento, aseguraron que es el equipo de Gobierno el que “ha puesto una alfombra roja a la derecha”, al abandonar y ceder una iniciativa que “nació en el seno de la izquierda” cuando el socialista Tomás Rodríguez Bolaños empezó con los trámites en 1990.
A juicio de Vadillo, esta posición del equipo de Gobierno de Valladolid “contrasta” con la mismas opiniones de dirigentes socialistas de otras partes de España, como Murcia, Lorca o Almería, entre otros, pero también de los responsables del Gobierno central, que “defienden” que “soterrar es de izquierdas”, algo que ocurre en “toda España menos en Valladolid a partir de 2017”, fecha en que se rompió el convenio de 2002.
Igualmente, lamentó que desde la Ejecutiva Socialista Provincial se ha producido una “actitud déspota y autoritaria” que ha impedido que “la crítica y pedir explicaciones”, algo que, dijo Vadillo, “vulnera los estatutos del partido, que permite la participación y la crítica”, frente al “insulto y descalificación”.
“Este grupo de militantes fuimos leales al partido desde el primer momento porque antes de crear la Plataforma por el Soterramiento mandamos una carta al partido. Hemos insistido en numerosas ocasiones y nunca tuvimos respuesta. Cartas a la Delegación del Gobierno, al Ministerio de Transportes y al presidente Pedro Sánchez, recordándole que el abandono del proyecto más emblemático de la izquierda podría tener graves problemas electorales para la ciudad”, comentó Vadillo, quien consideró que es el Gobierno municipal el que “hace un flaco favor al partido en las elecciones”, dado que el soterramiento “es un proyecto transversal por encima de las ideologías”. “Antes de que lo hicieran PP y Vox nosotros ya apoyábamos este proyecto. No queremos beneficiar ni perjudicar a nadie”, entendió.
Alguien negoció “mal”
Vadillo fue muy crítico a raíz del único organismo que contestó a este grupo de militantes, Adif, que respondió que en otras ciudades se pagaba “incluso el cien por cien del soterramiento” en función “de las diferentes negociaciones” con las administraciones locales. “En Murcia redujeron la aportación del Ayuntamiento del 28 al ocho por ciento y en otros el Estado se ocupa del total. Entendemos que desde Valladolid no se ha negociado bien o no se ha negociado con el Gobierno”, reprochó Vadillo, quien leyó las pretensiones de este grupo a modo de comunicado conjunto.
Los seis exmilitantes coincidieron en que lo que más “dolor” les ha producido es el “engaño” a los ciudadanos, a los que se “prometió el soterramiento en su momento”. Incluso, mencionaron que en 2019, con el convenio ya paralizado dos años antes, el Ayuntamiento firmó una carta ciudadana con la Asociación de Vecinos Antonio Machado en la que se comprometía a retomar el proyecto “si la situación económica cambiaba”. En cambio, “luego aluden continuamente a los 400 millones de la deuda, cuando el propio alcalde reconoce que estaba cancelada porque la había asumido Adif y había dejado el contador a cero”, afeó Vadillo.
Por ello, no entendieron que 16 ciudades ya cuenten con el ferrocarril soterrado, en seis esté en ejecución y varias más en proyecto. Algunas de ellas, insistió, “en peores circunstancias técnicas”. En este sentido, señaló que con el proyecto actual se construirán hasta 20 túneles en la ciudad, con una inversión de 300 millones de euros, “lo mismo que ha costado hacer el túnel entre Atocha y Chamartín, con muchas más dificultades técnicas que en Valladolid”, lamentó el exsubdelegado del Gobierno, quien alertó que dentro de dos décadas estos túneles “seguirán manteniendo la división de la ciudad y sin evitar la segregación”.
También reprochó que, con motivo de esta decisión, Puente “ha roto con los valores socialistas de solidaridad e igualdad” y puso algunos ejemplos, como que muchos jóvenes “abandonan su barrio porque se deteriora y se van a vivir al alfoz de la ciudad” y otros vecinos, al amparo del convenio de 2002, “compraron viviendas porque había un compromiso de hacer un soterramiento en Valladolid”.
También expuso que “se habla mucho de movilidad” en la ciudad, pero se renuncia al proyecto “más sostenible y ecológico”, que libera suelos por valor de 800 millones de euros y que permitirían “financiar el proyecto”. Por ello, dijo, no pueden seguir militando en un partido “en el que los dirigentes provinciales engañan a los vecinos al otro lado de las vías, dejando en manos de la derecha el proyecto más social, integrador y ecológico, favoreciendo la integración entre las personas de ambos lados”. “No por levantar el puño y cantar la Internacional se es más de izquierdas. Tomamos esta decisión a pesar de que ya está teniendo consecuencias personales para nosotros. Pero por encima de todo está nuestra libertad”, exclamó Vadillo.
El proyecto del que se abstuvo
José Luis Lara tomó la palabra para recordar que el convenio de 2002 se apoyó con 28 votos a favor, todos los de PP y PSOE, la abstención de IU, que tenía un solo representante. “Ahora, el proyecto que se lleva a cabo es el del 1 de 29 que no votó a favor”, lamentó, en referencia al actual equipo de Gobierno y a la posible influencia de IU sobre el PSOE. “Queremos ser decisivos. Podemos inclinar la balanza”, comentó ante la presentación de una posible candidatura.
Un paso que dan después de “casi dos años intentando hablar” con la Ejecutiva para exponer este desapego con la decisión, pero que “se nos niega”. En todo caso, recordó que ya en 2017 este grupo manifestó su opinión “en contra de la solución de integración ferroviaria en Valladolid” y, a partir de ahí, “parece que ha habido una consigna para no recibirnos”. “Algunos no vivíamos esto ni en la dictadura”, se despachó Lara.
Por su parte, Eduardo López se centró en la posibilidad de presentarse a las elecciones, algo la Asamblea de la Plataforma por el Soterramiento apoyó el 16 de febrero, que “se diera el paso, pero es complejo”. Vadillo matizó que hoy se ha dado “otro paso, el de la baja en el PSOE”, y defendió que “aún hay tiempo y varias opciones”, como una agrupación de electores o la creación de un partido político. “Lo haremos en muy breve tiempo para cumplir los plazos, si lo hacemos”, apostilló. Por el momento, el Ministerio del Interior tiene la obligación de responder en 20 días si es para crear un partido político.
Por último, Alfonso Peña lanzó una aviso y señaló que “hay alguien que todavía puede evitarlo”. “Que el alcalde llame a Pedro Sánchez y diga que habrá soterramiento. En ese casi, la candidatura que podemos constituir dejará de estar”, lanzó como órdago. Para terminar, vaticinó que seguirán “peleando por el soterramiento esté quien esté al frente del Ayuntamiento” y defendió que la Plataforma “debe mantenerse viva mucho más allá de lo que pase el 28M y quiere seguir siendo independiente”.
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