Sucesos

La Guardia Civil investiga a dos personas, por causar la muerte de un milano real, en Matapozuelos (Valladolid)

Los autores empleaban para la caza veneno, medios y artes destructivas para la fauna sin estar legalmente autorizados

Agente de la Guardia Civil de Valladolid durante la investigación
Agente de la Guardia Civil de Valladolid durante la investigaciónGuardia CivilGuardia Civil

La Guardia Civil de Valladolid investiga a dos varones vecinos de Matapozuelos, por un delito a la protección de la fauna cometido en Matapozuelos, causando la muerte de al menos un ejemplar de milano real clasificado en peligro de extinción según el Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero, para el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas.

El 5 de diciembre de 2024, agentes medioambientales del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Valladolid iniciaron una investigación tras recibir una alerta de la Sociedad Española de Ornitología (SEO). Esta organización informó el 28 de noviembre sobre la desaparición de la señal de un milano real (Milvus milvus) con radiomarcaje, una especie en peligro de extinción. La última ubicación registrada del ave no coincidía con su paradero, pero sí se halló un posible cebo envenenado en la zona.

En una inspección conjunta entre la Guardia Civil y los agentes medioambientales, se encontraron pruebas que indicaban un grave delito contra la fauna, como cebos envenenados, trampas de caza prohibidas y roedores intoxicados. La investigación situó el delito en un cercado destinado a la gestión cinegética, cuyo objetivo es incrementar la población de liebres y otras especies cinegéticas. Se determinó que la intención detrás de estos actos era eliminar a los depredadores naturales que podrían afectar la disponibilidad de piezas de caza.

El milano real desaparecido en Hornillos de Eresma había sido marcado como pollo en su nido en Nordrhein-Westfalen (Alemania) el 17 de junio de 2024, dentro del proyecto Life Eurokite (2029-2027). Se le colocó un transmisor valorado en aproximadamente 750 €, a lo que se suma el coste de instalación del dispositivo, que oscila entre 3.000 € y 3.500 €. En total, el seguimiento de este ejemplar supone una inversión de entre 10.000 € y 15.000 €, sin contar aún la valoración del propio animal, la cual será determinada por los técnicos del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.

El animal estuvo moviéndose de manera regular y constante, pero el día 30 de noviembre de 2024 (hora de la última señal recibida) ya quedó estático, por lo que los agentes medioambientales acudieron a ese punto con el objeto de recuperar la rapaz, resultando que allí no se encontraba, pero fue coincidente con el lugar donde se localizó uno de los cebos impregnado en Aldicarb.

Practicadas gestiones intensivas de investigación en la Comarca Tierra de Pinares, se localizó a los responsables de los hechos.

La concentración de indicios y evidencias que el Milano Real que portaba un trasmisor, se intoxicó con el cebo impregnado con Aldicarb en el punto de coincidencia. El Aldicarb es el principio activo del fitosanitario de nombre comercial TEMIK, producto que tiene el aspecto de bolitas negruzcas de 1mm. El TEMIK es un producto con actividad insecticida, acaricida y nematicida, utilizado durante muchos años, hasta su prohibición en el año 2003 para combatir plagas agrícolas.

El Aldicarb es el compuesto más empleado en España para envenenar fauna silvestre. Está clasificado como muy tóxico por la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud. Por consiguiente, un ser humano o un animal puede morir por asfixia sin que le dé tiempo a que cantidades significativas de Aldicarb alcancen el cerebro, al tener su molécula una afinidad muy alta por las uniones neuromusculares. Basta 18 mg para que una persona de 70 kilos sufra toxicidad aguda o la muerte si no es tratado a tiempo.

Por todo lo anteriormente expuesto se considera que las dos personas autoras de los hechos habrían cometido un delito de los relativos a la protección de la flora, fauna, por, sin estar legalmente autorizados, emplear para la caza, medios y artes destructivas o no selectivas para la fauna, por la colocación de cebos envenenados y artes prohibidas de caza (cepos y jaula trampa con cebo vivo), en el término municipal de Hornillos de Eresma, así como de la muerte de un ejemplar de Milano Real “Milvus milvus”, con el ánimo todo ello, de controlar a los depredadores naturales de las piezas consideradas como cinegéticas existentes en el lugar.

Este tipo de delito según el Código Penal será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o multa de ocho a veinticuatro meses y, en todo caso, inhabilitación especial para profesión u oficio e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de cazar por tiempo de dos a cuatro años. La pena se impondrá en su mitad superior si se trata de especies o subespecies en peligro de extinción.

Las diligencias instruidas han sido puestas a disposición del Juzgado 1ª Instancia e Instrucción de Guardia de Medina del Campo (Valladolid), así como de la Fiscalía Delegada de Medio Ambiente de la Audiencia Provincial de Valladolid.