Naturaleza

Los osos, como "Pedro por su casa" en Villarino del Sil

Los vecinos de esta localidad leonesa denuncian la continua entrada de estos animales, sobre todo de una osa de nombre "Lechuguina que se come las lechugas, y reclaman soluciones

Los osos en la cordillera cantábrica son unos 200, el doble que hace 15 años
Los osos en la cordillera cantábrica son unos 200, el doble que hace 15 añoslarazon

Preocupación y malestar entre los vecinos de la localidad leonesa de Villarino del Sil, en plena comarca de El Bierzo. por la presencia cada vez mayor de osos en el pueblo y cerca de sus casas.

"La situación es ya insostenible”, denuncian desde la junta vecinal, donde advierten de que esta situación está provocando que estén perdiendo veraneantes debido al miedo que provocan los osos, que, en algunos casos, se han enfrentado a los vecinos.

De hecho, hay una osa, concretamente, que los habitantes denominan Lechugina, por su afición a robar lechugas, que lleva cinco años entrando continuamente en la localidad. “Está ya humanizada, invade el pueblo, la gente está amedrentada y no quieren venir de vacaciones”, asegura el portavoz de la junta vecinal, Alipio García, en declaraciones recogidas por Ical.

Por todo ello, los vecinos exigen a la Junta de Castilla y León que se aplique el protocolo para ahuyentar osos de los núcleos urbanos, ya que desde hace varios años los plantígrados entran en la localidad, roban comida y asustan a los habitantes.

Y es que el protocolo establece la realización de radiomarcajes para controlar su presencia y ahuyentarlos mediante sonidos o, incluso, pelotas. La junta vecinal reclama que se aplique ya. “No estamos en contra de los osos, es más, nuestros antepasados siempre los cuidaron. Pero no podemos continuar en esta situación”, avisan.

El protocolo establece que, una vez recibida esa llamada, el 1-1-2 dará traslado al personal especializado para aplicar las medidas necesarias, entre ellas el monitoreo del ejemplar avistado y, si fuera necesario, aplicar medidas aversivas, según explican fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio.

Estas medidas aversivas o de condicionamiento negativo se enmarcan en el protocolo de intervención con osos en la Cordillera Cantábrica, aprobado por la Comisión Estatal de Patrimonio Natural y Biodiversidad el 24 de enero de 2019.

Los expertos consideran que la principal razón que lleva a los osos a adentrarse en entornos urbanos es la de aprovechar recursos alimenticios de origen humano, como ocurre con otras especies como los jabalíes, cuya presencia en ciudades y pueblos también se ha incrementado en los últimos años.

Alipio García señala que no encuentran suficiente comida en el monte, y apuesta por plantar árboles que les ofrezcan sustento.

También se queja del "irrisorio” dinero que se les paga por los daños que los plantígrados provocan. “A mí por 40 cebollas y 36 lechugas que se comió, la Junta de Castilla y León me ha pagado 13 euros. Que actualicen los precios ya”, reclama.