Escapadas culturales

El pequeño pueblo milenario que presume de sus seis museos

Este pequeño municipio burgalés, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Conjunto Histórico, ofrece al visitante un turismo personalizado

Museo del Cómic de Villadiego
Museo del Cómic de VilladiegoRicardo OrdóñezAgencia ICAL

En la provincia de Burgos, en plan comarca del Odra-Pisuerga y a unos 38 kilómetros de la capital, en la margen derecha del río Brullés, se encuentra el pequeño municipio de Villadiego. Un pueblo milenario de apenas 1.500 habitantes fundado en el año 880 por el conde Diego Rodríguez Porcelos, señor de Amaya, que hoy en día está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Conjunto Histórico.

Villadiego es hoy en día un pueblo con mucho turismo, por su riqueza arquitectónica, monumental y también medio ambiental en los alrededores, además de cultural, gracias a la amplia oferta museística de que dispone y de la que presumen. No en vano, hasta seis museos pueden ver los turistas que se acerquen hasta esta localidad

1-El Centro de Interpretación del Geoparque de Las Loras. Consta de dos plantas. En la primera de ellas hay un laboratorio de trabajo de campo y un amplio espacio con paneles explicativos, que a través de imágenes e información permiten al visitante conocer los parajes naturales que conforman el Geoparque. Una segunda sala en la parte de arriba explica a los visitantes la historia de la formación del Geoparque hace 250 millones de años. También se ofrece información sobre el territorio y actividades y otros Centros asociados del Geoparque.

Un lugar en el que el visitante podrá vivir una experiencia paleontológica y geológica sin igual. A través de explicaciones geológicas, fósiles, rocas, maquetas, imágenes espectaculares y otros artilugios el turista podrá trasladarse a los diferentes paisajes geológicos y entender cómo eran y también porqué tenemos el paisaje actual

2- El Centro de Interpretación del Cómic, Fabulantis es otro de los grandes atractivos de Villadiego. Un museo dedicado al Capitán Trueno y que se edificó en honor al máximo dibujante del héroe del cómic español, Ángel Pardo, quien estaba íntimamente ligado a Villadiego, de donde procedía su madre y donde falleció en 1995.

3- Museo Parroquial de Arte Sacro. Se ubica en la iglesia de San Lorenzo, que fue sede del arciprestazgo de Villadiego. Recoge una muestra del arte sacro de algunas parroquias del Arziprestazgo de Amaya, de la Diócesis de Burgos. Entre los objetos que se exponen y que pueden contemplarse en este espacio, cabe señalar que tienen una horquilla cronológica muy amplia que va desde el siglo XIII hasta el XX.

Destacan algunas piezas de orfebrería de gran valor artístico, amén de su significado religioso, algunos cálices, cruces procesionales, como por ejemplo la Cruz de Tablada de Villadiego, que fue pasto de las llamas durante un incendio junto con la casa en la que estaba, y un gran ejemplo de cruz latina de plata, brazos rectos con expansiones rectangulares con dosel, extremos trilobulados y decoración a candelieri. También destaca una custodia-ostensorio, crismeras e incluso vestimentas eclesiásticas.

Imagen del exterior de la iglesia de San Lorenzo de Villadiego, sede del museo parroquial de Arte Sacro
Imagen del exterior de la iglesia de San Lorenzo de Villadiego, sede del museo parroquial de Arte SacroJcylLa Razón

4- Museo Etnográfico. Este espacio forma parte del conjunto museístico de Villadiego "Museos del Arco" y se encuentra instalado en la casa adyacente del edificio del Museo de Pintura, también denominado Arco de la Cárcel. Este museo muestra los modos de vida de nuestro pasado reciente; oficios (el campo, la herrería, la panadería...), sistemas de trabajo, evolución tecnológica, aprovechamiento de materiales, la vivienda y sus actividades (cocina, alcoba, lavandería, confección de trajes…), la escuela y una singular colección de velocípedos (réplicas del s. XIX).

5- Museo Pictórico. situado en las antiguas mazmorras -también visitables- y en pleno casco histórico de Villadiego, alberga colección de cuadros de una cronología que va del siglo XVI al XX reunida por Lorenzo Albarrán, de autores como Sorolla, Mariano Fortuny, Casado del Alisal, Ferrant o Mejías entre otros.

6- Radio Museo. En este singular espacio museístico se pueden conocer los entresijos y el funcionamiento de una emisora de radio profesional con sus respectivos espacios y equipos, ya sea de control, locutorio, radioenlaces, transmisor, soportes de sonido e incluso antenas O.M y F.M., redacción, equipos de medida y control o dispositivos de baja y alta frecuencia.

Museo Etnográfico de Villadiego
Museo Etnográfico de VilladiegoRicardo OrdóñezAgencia ICAL

Rico patrimonio monumental

Pero Villadiego es también un pueblo repleto de patrimonio histórico y monumental. Destaca el Arco de la Cárcel, situado al noreste de la Villa, que es la única puerta de la muralla que se conserva y fue la principal en su época. Es en este área donde se localizan los únicos vestigios de la muralla, que se han identificados con la cerca de la huerta del monasterio de San Miguel. Un edificio muy sencillo, renacentista del siglo XV.

Además, Villadiego es conocido también por el refranero popular español a través de la frase “Tomar las de Villadiego”, que popularmente se refiere de forma coloquial a aquella persona que huye apresuradamente de algún lugar o situación, porque siente miedo a que le ocurra algo y no se atreve a enfrentarse a esta circunstancia u otra más personal qu ele resulta incómoda o porque huye de algún compromiso, detrás de la cual se adivinia la intención de no volver de ninguna manera. O lo que es lo mismo: largarse de improviso, de forma atropellada con prisas y sin decir nada ni dar una explicación. Como aquella otra frase del hombre que fue a comprar tabaco y no volvió.

Y, ¿De dónde procede esta expresión?

Pues hay varias teorías, pero una es la que predomina, la que tiene un trasfondo judío.

Hay otra procedente de la tradición oral, que dice que Villadiego, en su origen se denominó Las Siete Villas de Diego. En la antigüedad hubo ciertamente estos barrios con sus iglesias (Barruelo, San Esteban, San Cristóbal, Tudanca de Arriba, Tudanca de Abajo, Mora y el primitivo villorrio de Villadiego, de los que sólo subsiste el primero. Lo más probable es que al fundar el Conde Don Diego este pueblo diseminara por la campiña una cuantas casas de campo, las cuales en el correr de los años, uniéndose unas a otras con nuevas edificaciones, formarían el núcleo de lo que luego se llamaría Villa de Diego o Villadiego.

También se aplica a unas alforjas de viaje que se confeccionaban en este mismo municipio situado a casi 40 kilómetros de la capital, que fueron famosas y muy conocidas en Castilla, de suerte que «Tomar las de Villadiego» es coger las alforjas para ir de viaje.

Y se recuerda que hubo un aventurero de Villadiego que se alistó para la conquista de América y que no regreso tras una de sus incursiones para explorar el terreno junto con un grupo de soldados para intentar someter una tribu de indios rebeldes, seguramente abatidos por los nativos.

Igualmente esta expresión ha tenido su eco en la literatura españolas. De hecho, en La Celestina, la Tragicomedia de Calisto y Melibea escrita en el año 1499 y atribuida a Fernando de Rojas, se utiliza la frase “Tomar las calzas de Villadiego”. Pues esta es la explicación con más peso respecto al origen de esta frase, ya que se alude a las calzas, una especie de pantalones hasta la rodilla que se fabricaban en un pueblo de Burgos, llamado justamente Villadiego.