Cultura

El poemario 'Visiones' del obispo de Segovia, XLIII Premio Mundial de Poesía Mística Fernando Rielo

César Franco Martínez presenta su renuncia al Papa Francisco tras cumplir este 16 de diciembre 75 años según marca el Código de Derecho Canónico

Concesión XLIII Premio Mundial de Poesía Mística Fernando Rielo al obispo de Segovia Mons. César Franco por su poemario 'Visiones'
Concesión XLIII Premio Mundial de Poesía Mística Fernando Rielo al obispo de Segovia Mons. César Franco por su poemario 'Visiones'IcalIcal

El poemario 'Visiones' del obispo de Segovia, César Franco Martínez, obtuvo el XLIII Premio Mundial 'Fernando Rielo' de Poesía Mística, con una dotación económico de 7.000 euros, la edición de la obra y una medalla conmemorativa. La obra fue seleccionada de entre 268 poemarios procedentes de 22 países.

Según informaron desde el departamento de comunicación de la Diócesis, este premio se convierte en un regalo de cumpleaños anticipado, ya que obispo cumple este sábado 16 de diciembre 75 años. Así, cumpliendo con el Código de Derecho Canónico, ya ha presentado su renuncia al Papa Francisco. Ahora, queda en manos del Santo Padre que el episcopado de don César termine pronto o se prolongue por más tiempo.

El acto de entrega del premio estuvo presidido por el rector de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), Santiago García-Jalón de la Lama. Contó con la intervención del presidente de la Fundación Fernando Rielo y del Premio, Luis Casasús Latorre; el secretario Permanente del Premio, José María López Sevillano; el crítico literario y filólogo, David Gregory Murray; la escritora Isabel Bernardo Fernández, y el poeta Miguel de Santiago Rodríguez.

El obispo expresó el honor que supone recibir este premio, quien lo acogió como “una gracia más”. “Me presenté por la insistencia de un amigo poeta. Yo no soy místico, soy cristiano y en estos poemas trato de la ayuda que la poesía lleva aneja a la vida”.

El título ‘Visiones’ hace referencia a la percepción y contemplación. “Se trata de lo que la fe me permite ver con los sentidos y he querido plasmar lo que veo y cómo lo veo desde la mirada de Dios”. El jurado señaló que en la obra “hay un sereno fluir en camino purificativo hacia la luz que Dios es. Esa luz puede ser la que peregrina con el poeta en su camino viador, o la que, proféticamente, confía alcanzar en el amanecer definitivo de la parusía”.