Puente confirma su salto al Congreso para "ganar visibilidad" e intentar recuperar la Alcaldía de Valladolid en cuatro años

El todavía alcalde en funciones en el Ayuntamiento de Valladolid, el socialista Óscar Puente, uno de los grandes derrotados en las pasadas elecciones municipales del 28 de mayo a pesar de ganar en votos y "Sanchista" de pro, ha comparecido este jueves en rueda de prensa para dar cuenta de sus sensaciones tras su agridulce victoria en las urnas de hace apenas hace diez días que le va a impedir revalidar el bastón de mando de la capital del Pisuerga, pero también para explicar a los vallisoletanos el por qué ha decidido dar el salto a la política nacional y concurrir como número uno en las listas del PSOE al Congreso de los Diputados por la provincia vallisoletana.

"Lo hago para ganar visibilidad y tener más estatus con el objetivo de intentar recuperar la alcaldía dentro de cuatro años en las próximas elecciones", decía el líder socialista, quien confirmaba así que no dejará su acta de concejal y que luchará por volver a presidir el Gobierno municipal compatibilizando su labor parlamentaria en las Cortes generales con una oposición "responsable, generosa y con altura de miras" al popular Jesús Julio Carnero -cuyo "catastrófico" pacto con Vox para formar Gobierno se conocerá la semana que viene, según auguraba Puente.

"No seré el primero ni el último que compagine ambos cargos nacional y local", apuntaba, mientras recordaba el ejemplo del socialista palentino Heliodoro Gallego, que fue alcalde de esta ciudad entre 1991 y 1995 en una primera etapa, y luego otra vez entre 1999 y 2011, siendo senador entre 1986 y el 2000, y aseguraba que cogerá el AVE "como hacen muchos trabajadores" para los traslados al Congreso y regreso a Valladolid.

Puente tendía la mano a Carnero para ayudarle en "todo lo que pueda", que no se alegrará de las cosas malas que puedan pasar en Valladolid pero advertía que será "exigente" con los compromisos electorales asumidos. También apuntaba que el soterramiento es una "quimera" por le problema político, jurídico y de deuda que existía, y porque haría falta modificar el convenio firmado entre el Ayuntamiento, la Junta y el Gobierno.

En cuanto a sus sensaciones por la pérdida del Gobierno municipal, Puente reconocía que los primeros días han sido complicados porque no esperaba la derrota, también defendía su gestión y aseguraba, convencido, que la ciudad estaba "satisfecha" con lo que han hecho sus dos Gobiernos en ocho años, y reconocía que al malestar social ante las políticas de Sánchez y sus socios han estado detrás de su derrota en las urnas. "La clave nacional ha sido determinante en estos resultados electorales", decía, mientras explicaba que "a veces" las dinámicas ayudan, como le ocurrió a él mismo en 2015 cuando logró hacerse con el Ayuntamiento sin ser la fuerza más votada y por un escaño.

"Abro una nueva puerta sin cerrar la otra", finalizaba Puente, que también confirmaba que seguirá como secretario provincial del PSOE y que se presentará también a la reelección como máximo líder el socialismo vallisoletano.