Sociedad

¿En qué histórico Parador estuvo encarcelado Francisco de Quevedo durante más de tres años?

Se trata de una de las joyas del renacimiento español

Fachada del Parador Hostal de San Marcos donde estuvo encarcelado Quevedo
Fachada del Parador Hostal de San Marcos donde estuvo encarcelado QuevedoJ.CasaresAgencia EFE

El patrimonio monumental de España está repleto de secretos. Algunos de los edificios más emblemáticos de nuestro país esconden muchas cosas entre sus paredes, asesinatos, encarcelamientos, engaños, conspiraciones, etc, que el paso del tiempo ha descubierto. Es el caso de los paradores, que fueron palacios, en muchas ocasiones, de los nobles españoles que tuvieron un gran relevancia.

Y es que los paradores españoles son castillos donde sentirse como un rey, claustros que invitan a la desconexión y refugios vanguardias en mitad de los más asombrosos parajes naturales, la playa o montaña, y el interior o la cosa. Normalmente la gente que los visitan se suelen llevar buenos recursos, algo que no puede decir Francisco de Quevedo, ya que paso más de tres años de su vida encarcelado en uno de ellos.

Francisco de Quevedo fue un escritor español, perteneciente al Siglo de Oro de las letras españolas. Nació el 14 de septiembre de 1580 en Madrid, y murió en Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, el 8 de septiembre de 1645. Creció en el seno de una familia bien posicionada, ya que tanto su padre como su madre trabajaban en la corte, por lo que desde bien pequeño se relacionó con las altas esferas. Su padre, Pedro Gómez de Quevedo, era el secretario de la hermana del rey Felipe II, María de Austria. Su madre, María de Santibáñez, formaba parte de las damas de la reina.

El famoso escritor estudió en el Colegio Imperial de los Jesuitas de Madrid, donde pasó sus primeros años de formación, y en torno a 1596, estudió Teología en la Universidad de Alcalá de Henares, aunque no llegó a ordenarse. En 1601, siguiendo a la corte, se trasladó a Valladolid. Fue en la capital vallisoletana donde se cree que empezó la rivalidad entre Quevedo y Góngora, dos de los máximos exponentes de la literatura del Siglo de Oro español,y todo comenzó cuando Francisco de Quevedo empezó a imitar, en tono burlón, los poemas del cordobés.

 

En 1606, Quevedo volvió a seguir a la corte. Esta vez fue a parar de nuevo a Madrid. Poco tiempo después inició su relación con el Duque de Osuna, con el que llevaría a cabo diferentes actividades diplomáticas. En 1616 entró en la Orden de Santiago como caballero, y al poco tiempo, fue acusado de participar en la conjura de Venecia alentado por el Duque de Osuna. Ambos cayeron en desgracia y el escritor fue desterrado en Torre de Juan Abad, Ciudad Real, en 1620. Un año después fue encarcelado en Uclés. Tiempo después, Francisco de Quevedo fue liberado y formó parte del círculo cercano del conde-duque de Olivares, valido del rey Felipe IV.

En 1639 se le interceptó una misiva donde hablaba de una conspiración con Francia. Una vez más fue encarcelado. Salió de prisión en 1643, con la salud mermada por las duras condiciones en las que había vivido encerrado. Por decisión propia se traslada hasta Villanueva de los Infantes, donde murió el 8 de septiembre de 1645.

Estos últimos años preso fue en el histórico Parador de San Marcos de León, en donde aprovechó su estancia allí para escribir "Providencia de Dios" y "Vida de San Pablo". Los orígenes emblemático edificio, que también se conoce como Hostal o Convento de San Marcos, se remontan al siglo XII. Fue entonces cuando la infanta Sancha de Castilla, hija de Alfonso VII, donó una gran cantidad de dinero para la construcción de un edificio que hospedara a los peregrinos del Camino de Santiago y a los más desfavorecidos.

Pero no es hasta el siglo XVI cuando se construye el edificio de estilo gótico-plateresco que se puede ver hoy en día. Esto fue posible gracias a los 300.000 maravedíes que donó Fernando el Católico con el objetivo de albergar en el nuevo edificio la sede principal de la Orden Militar de Santiago.

En 1836, con la Desamortización de Mendizábal, el Convento de San Marcos dejó de utilizarse como tal. Desde entonces hasta convertirse en Parador Nacional en 1964, pasó por diversos usos: una escuela veterinaria, un hospital penitenciario o una casa de misiones de la Compañía de Jesús.

 

En el siglo XVII, el Convento de San Marcos fue una prisión y Quevedo uno de sus “huéspedes” más ilustres.

Otro de sus momentos reseñables fue durante la Guerra Civil y la posguerra. En esta época se convirtió en un campo de concentración de prisioneros republicanos. Fue uno de los establecimientos represivos más severos y saturados de la España franquista entre 1936 y 1940.

En la actualidad es uno de los paradores más visitados de nuestro país. Se trata de una de las obras más sobresalientes del renacimiento hispano. La fachada labrada es de estilo plateresco y tiene una altura de 100 metros. Alberga medallones con personajes greco-latinos y de la Historia de España como Hércules, Alejandro Magno, Trajano, Isabel la Católica, el Cid, Fernando el Católico. Está rematada por una torre palaciega coronada por la gran cruz de Santiago. El interior está considerado también como una pieza de museo con sus señoriales salones, su claustro y su espectacular Sala Capitular con un techo de artesonado mudéjar.