Historia
¿Qué provincia esconde uno de los campamentos militares más importantes de la época romana en España?
Contaba con un destacamento de 5.000 legionarios
El Imperio Romano fue el dominador del mundo durante muchos siglos. Su influencia fue presente en muchos pueblos, y España, en ese momento conocida como Hispania, no iba a ser menos, y la mayoría de los pueblos aceptaron sus costumbres y su forma de vida. De hecho, tras el periodo de conquistas, Hispania pasó a ser en una parte fundamental del Imperio Romano, proporcionando a este un enorme caudal de recursos materiales y humanos, y siendo durante siglos una de las partes más estables del mundo romano y cuna de algunos gobernantes del imperio.
El proceso de asimilación del modo de vida romano y su cultura por los pueblos sometidos se conoce como romanización. El elemento humano fue su más activo factor, y el ejército el principal agente integrador. La sociedad hispana se organizó como la del resto del Imperio Romano, en hombres libres y esclavos. Los hombres libres podían participar en el gobierno, votar en las elecciones y ser propietarios de tierras. Los esclavos, en cambio, no tenían ningún derecho y eran propiedad de algún hombre libre. Las mujeres podían ser libres o esclavas, pero no tenían los mismos derechos que los hombres.
Pues ahora nos vamos a fijar en los ejércitos que en ese momento se encontraban en Hispana. Hay uno que destaca un campamento por encima de los demás, y que aún se puede visitar en una recóndita zona de la provincia de Zamora. Se trata de Petavonium, una ciudad romana formada a partir de la cannaba del campamento de la Legio X Gemina en el Valle de Vidriales, correspondiente a una zona ocupada por las actuales localidades zamoranas de Santibáñez de Vidriales y su pedanía Rosinos de Vidriales.
El recinto militar tenía una extensión de 17 hectáreas y un destacamento de 5.000 legionarios de la Legio X Gemina que vigilaban los movimientos de los pueblos astures, en prevención de posibles revueltas, y proteger el transporte del oro procedente de las explotaciones auríferas de Las Médulas o Las Cavenes. La Legio X Gemina permaneció en Petavonium desde el 19 a.C. hasta el 63 d.C., año en que Nerón la traslada fuera de la península.
Por los hallazgos encontrados se cree que Petavonium tenía su centro urbano en los alrededores de la actual ermita de Nuestra Señora del Campo, y disponía de una zona con termas públicas y un templo dedicado a Hércules, continuando su existencia durante los siglos IV y V.
En época de Vespasiano se reorganizó la distribución militar romana en Hispania, asentándose en Petavonium el Ala II Flavia Hispanorum Civium Romanorum, unidad auxiliar de caballería compuesta por unos 500 jinetes hispanos con ciudadanía romana que permaneció en este fuerte hasta mediados del siglo III d.C. Su función primordial estaba ligada al comercio del oro astur. El fuerte del Ala Flavia era de menor tamaño que el anterior, 4,5 hectáreas, al que pertenecen los restos visibles, se situaba en el área interior de su antecesor, del que prácticamente no quedan restos.
Se han reconstruido cuatro torres vigía, la puerta decumana, y una empalizada así como las dependencias de los oficiales, lo que permite las visitas turísticas al campamento. También se han descubierto restos de varios edificios relacionados con la residencia y las actividades de la tropa (artesanía, cocina, almacén de alimentos). Son una serie de habitaciones articuladas por dos calles, una de las cuales se cierra para convertirse en un patio de lo que parece una cocina. El interés estratégico del Valle de Vidriales en las guerras contra los cántabros hizo que en él se sucedieran numerosas ocupaciones.
Igualmente aparecieron numerosas monedas de los siglos I, II, III y IV, armas, piezas de cerámica, terra sigillata y obras alfareras de la vecina Melgar de Tera, junto a varios materiales de construcción, como ladrillos sellados con las figlinae de la propia Ala y de la Legio VII Gemina.
El grado de conservación de los restos arqueológicos que han aparecido en la zona sorprenden, al igual que los muros, el suelo y los pilares de las construcciones que son aún visibles, que permiten apreciar numerosos detalles de la vida cotidiana de los soldados romanos.
También se conservan restos de la puerta praetoria, que era la puerta más importante del campamento, que estaba formada por dos vanos de entrada flanqueados por sendas torres, que eran utilizados como cuerpos de guardia. Desde la planta baja se podía acceder al piso superior y la terraza. Y, en una época posterior, una de las puertas se cerró con un muro con el fin de facilitar la defensa. Junto a esta praetoria se hallaron una cisterna de hormigón de planta cuadrada con escaleras en uno de sus laterales, que aparentemente está edificada en el interior de un edificio más amplio. Además, se impermeabilizó con una capa exterior a base de cal y ladrillos triturados para su buen mantenimiento.
En la actualidad, el campamento romano de Petavonium se encuentra en proceso de recuperación y puesta en valor por parte de la Junta de Castilla y León, y es un lugar de interés turístico y cultural para aquellos que quieren conocer más sobre la presencia romana en la Península Ibérica.
Centro de Interpretación de los campamentos romanos
Por este motivo se ha habilitado, en la localidad zamorana de Santibáñez de Vidriales, junto al Ayuntamiento, un Centro de Interpretación de los Campamentos romanos. En él se ofrece información sobre la organización militar de los campamentos militares romanos, prestando especial atención al de Petavonium.
Se han recreado diversas instalaciones castrenses con la finalidad de que el visitante se pueda hacer una idea del modo de vida de las unidades militares asentadas en el fuerte romano.
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