¿Sabes cuál es y dónde está el primer pueblo en España declarado Monumento Histórico Artístico?

España cuenta con un sinfín de pueblos. Algunos de ellos son un museo al aire libre y con fama más que merecida. El viajero que se adentra por estos singulares municipios descubren el encanto que derrochan sus bienes patrimoniales y artísticos, y el don de sus gentes, sin olvidar, claro está, los manjares gastronómicos de los que gozan. Localidades que pese a todas sus bondades, siguen castigadas por los efectos nocivos de la despoblación.

Y uno de estos pueblos se encuentra en el corazón de la Sierra de Francia, en la provincia de Salamanca. De hecho, estamos ante la primera localidad que fue declarada en España como Conjunto Histórico Artístico. Hay que remontarse hasta el año 1940 cuando recibía tal distinción. Una localidad que cuenta con un interesante entramado urbano y que, a día de hoy, continúa conservando la arquitectura típica de la zona, así como sus tradiciones que, afortunadamente perviven aún hoy, y que han ido pasando de generación a generación. Una distinción que llegaría años después a otras localidades cercanas como Miranda del Castañar, San Martín del Castañar o Mogarraz.

Viajamos hasta La Alberca. Su origen, cuentan, se remonta a la prehistoria, ya que se encontraron algunas pinturas rupestres en los riscos que rodean a la población. Cuenta con un millar de habitantes. Lejos está cuando era una gran ciudad en la Edad Media, gracias a la repoblación ejecutada por Alfonso IX de León, y que propició que llegarán al lugar cientos de vecinos franceses.

En el año 1434 se descubre la imagen de la Virgen de la Peña de Francia, y se construye un santuario, actualmente de peregrinaje para aquellos peregrinos hacia Santiago de Compostela. En 1465 las mujeres albercanas derrotan a las tropas portuguesas, consiguiendo el pendón que se conserva aún en el pueblo.

Y qué podemos visitar en esta pueblo monumental. Pues la primera parada nos lleva hasta la iglesia parroquial del siglo XVIII, una gran torre de 212 metros, que fue costeada por los Duques de Alba. También llaman la atención un buen número de ermitas, entre las cuales se encuentran las de Nuestra Señora de Majadas Viejas, la de San Marcos, la del Cristo del Humilladero o la de San Antonio. Pero lo espectacular es pasear por sus calles y si tiene suerte y coincide visitarla en alguno de los días en que se celebran tradiciones como "Las Majadas", "El marrano de San Antón", "El trago" o "La Moza de las Ánimas".

Para finalizar nuestro periplo, nos podemos acercar hasta el Valle de las Batuecas, declarado Parque Natural o visitar el Monasterio del Santo Desierto Carmelitano de San José. Y para coger fuerzas, uno no debe olvidar probar platos de la tierra como el "cabrito cuchifrito", sus asados, embutidos curados al aire serrano, así como los hornazos y empanadas. Más que una visita merece La Alberca.