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Patrimonio

La soberbia iglesia gótica rural que parece una catedral y asombra el mundo desde un pequeño pueblo de cien habitantes

Este templo, del siglo XIII, fue declarado Bien de Interés Cultural en 1983

Iglesia de Santa María de los Reyes de grijalba (Burgos) JcylLa razón

En el oeste de la provincia de Burgos dentro de lo que fuera la demarcación del partido judicial de Castrojeriz y sobre una pequeña prominencia del terreno, se levanta la pequeña localidad de Grijalba, regada por el río Odra.

Un municipio con mucha historia detrás, cuyo primer documento que da fe de sus existencia data del año 999 cuando el conde Sancho Garcés dona estos lugares al Monasterio de San Pedro de Cardeña, y en el que se han asentado los celtas, los vacceos, los turmódigos y los cántabros.

De hecho, de este periodo se conserva el molino encontrado en el pago Carrecampo o Cantoblanco, que en la actualidad se guarda en el Museo Arqueológico Provincial.

Grijalba ofrece al amante de la naturaleza una espectacular Ruta por los ríos Odra y Pisuerga que, entre otras cosas, permiten descubrir algunos de los conjuntos monumentales más señeros de la provincia burgalesa, como Sasamón, Melgar de Fernamental, Villasandino o Castrojeriz.

El imponente castillo de Olmillos de Sasamón, la austeridad del monasterio de Palacios de Benaver, el Camino de Santiago en Castrojeriz e Itero del Castillo y la impresionante obra de ingeniería del Canal de Castilla completan una de las rutas de mayor empaque monumental de la provincia de Burgos, según informan desde la web del Ayuntamiento de Grijalba.

Pero también regala un precioso paseo por sus calles, donde se pueden contemplar de sus casas blasonadas del siglo XVIII, y la posibilidad de visitar dos tesoros arquitectónicos, como la iglesia neoclásica de San Miguel, del siglo XIX y, sobre todo, la iglesia de Nuestra Señora de los Reyes, la joya de la corona y uno de los templos góticos rurales más importantes de España, por su belleza exterior e interior.

Un templo que sobresale por su grandiosidad en tamaño, ya que se puede confundir incluso con una catedral por sus grandes dimensiones, totalmente desproporcionadas para una humilde localidad castellana que apenas supera el centenar de habitantes.

Construida en la segunda mitad del siglo XIII en sustitución de una construcción románica anterior documentada desde tiempos de Alfonso VII, la iglesia de Santa María de los Reyes es un templo de tres naves con cuatro tramos cada una, amplio transepto y tres ábsides poligonales. Remata en los pies con una estrecha torre almenada. Se le añadió una sacristía adosada al ábside del evangelio. Al exterior su volumetría es clara, con cubiertas a la misma altura en el crucero, la cabecera y las naves, más bajas y a distinta altura las de las capillas absidales y sacristía, resaltando la torre con cubierta a cuatro aguas. Muestra claras influencias de los talleres que trabajan en la Catedral de Burgos y, después de construir la iglesia de San Esteban en Burgos, extienden su trabajo por el cuadrante noroeste de la actual provincia, con Sasamón como hito significativo.

La forma que adquiere el edificio a principios del siglo XIV apenas se ve modificada hasta llegar a nuestros días. Sólo el añadido de la sacristía al norte de las cabeceras lo altera formalmente. A ello hay que añadir la desaparición del claustro, un anejo hoy desconocido que, sin embargo, aún se reparaba en 1782, según se desprende de los libros de fábrica. La torre surge como un añadido sobre los muros originales de la fachada de poniente. A principios del XIV se decidió levantar una torre aprovechando las estructuras anteriores.

Es, sin duda, una de las obras cumbre del gótico rural castellano y declarada Bien de Interés Cultural en 1983. Del exterior destaca su campanario, de dos vanos y situado hacia los pies del templo, a medio camino entre una torre convencional y una espadaña, así como la portada del crucero sur, ubicada bajo un tejaroz sostenido por canecillos lisos, que se configura a partir de una sucesión de arquivoltas y un guardapolvos decorado de tallos y hojas y algunas arpías.

Las escenas del Nuevo Testamento, como la Anunciación, la Visitación, el Nacimiento o la Adoración de los Pastores y de los Reyes Magos, la Huida a Egipto, el demonio tentando a Herodes para que ordene el asesinato de los niños de Belén o la propia escena de la Matanza de los Inocentes están reflejadas en los capitales además de los rostros de un rey y una reina, así como una voluminosa arpía.

Un soberbio y espectacular rosetón da lustre a la iglesia, protagonizado por el número doce de tanta importancia simbólica en el Cristianismo, en alusión a los apóstoles o la tribu de Israel.

Interior de la iglesia de Santa María de los Reyes con el órgano del siglo XVIIITurismo BurgosLa Razón

Del interior sobresalen sus retablos barrocos pero especialmente un órgano del siglo XVIII que siga funionando, obra de Manuel García Xuárez, hijo de la propia localidad;. También se conservan varias vidrieras originales realizadas por un maestro anónimo a caballo entre el siglo XV y el XVI.

Y, debajo del coro, en pleno centro de la iglesia, destaca una preciosa pila bautismal románica con basamento en la que está tallado un león luchando contra la serpiente, en alusión a la victoria del bien sobre el mal representado por el demonio en forma de serpiente, y en la que destaca también una copa gallonada con cenefas ornamentales típicas de la zona.

Para finalizar, destaca un grupo escultórico formado por Santa Ana, la Virgen María y el Niño sentado entre medias, en el ábside lateral norte, mientras que una escultura gótica de la Virgen Trono de la Sabiduría, sobresale en el ábside central del templo.