Gastronomía

Soria camina para ser capital mundial de la trufa mientras busca una marca de calidad

García-Gallardo avanza que el concurso «Cocinando con Trufas» será anual

García-Gallardo junto a González Pieras y Yolanda de Gregorio
García-Gallardo junto a González Pieras y Yolanda de GregorioConcha OrtegaIcal

La IV edición del Concurso «Cocinando con trufa» llegaba este sábado a su fin con el triunfo del cocinero segoviano con estrella Michelin, Rubén Arnanz, que se ha coronado como ganador de un espectacular certamen, en el que han participado ocho equipos de cocineros procedentes de Tailandia, Italia, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Argentina, Bulgaria, México y España, cuyos trabajos han sido valorados por un jurado de prestigio presidido por el popular Alberto Chicote.

Arnanz, recibió el título de «Campeón Mundial de Cocina con Trufa» y un premio económico de 4.000 euros. Además, se hizo también con el Premio Jurado Popular, dotado con 1.000 euros. El mexicano Fernando Paquini quedó segundo y recibirá un premio de 2.000 euros, mientras que Zennon Christian, de Nueva Zelanda, fue tercero y le obsequiaron con 1.000 euros.

El vicepresidente de la Junta, Juan García Gallardo, clausuraba el concurso junto al director general de Turismo, Ángel González Pieras, y avanzaba que este certamen, que hasta ahora se ha celebrado cada dos años, pasará a ser anual. Algo que, según decía, ha sido recibido con satisfacción por toda la restauración y el sector de la hostelería de Soria.

García-Gallardo, además, reafirmaba el compromiso de la Junta con la truficultura y apuntaba que a partir de ahora el concurso tendrá una mayor proyección y no se limitará a la cocina, sino que será también un encuentro empresarial y científico.

Objetivo: convertir a Soria en la capital mundial de la trufa. «Este es un sector en el que creemos mucho. La trufa es un producto muy singular, con una capacidad de crecimiento enorme, y vamos a apostar por él», decía.

Asimismo, avanzaba que trabajarán con el sector, a través de Itacyl, para conseguir una marca de calidad para la trufa negra de Soria., como paso previo a lograr una Indicación Geográfica Protegida (IGP). «Castilla y León es un lugar de producción de alimentos de calidad, con 70 marcas de garantía reconocidas, y este es un camino que queremos potenciar», apuntaba.

En la Comunidad hay 2.000 hectáreas dedicadas a la truficultura en Soria y alrededor de 10.000 en Castilla y León. Y en lo que se refiere al sector de las setas en general, suponen un impacto económico conjunto que oscila entre los 30 y los 65 millones de euros, según la temporada.