Agricultura
Un pueblo de Valladolid se convierte en el único que reúne todas las razas bovinas de España
Se trata de «Bos Taurozos» que abre sus puertas en Villagarcía de Campos
La localidad vallisoletana de Villagarcía de Campos ha inaugurado el primer centro de Interpretación «Bos Taurozos», que acoge todas las razas de bóvidos de la Península Ibérica. Un acto oficial que ha contado con la presencia de la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, así como el vicepresidente segundo de la Diputación de Valladolid, David Esteban, que han aplaudido esta iniciativa que supone un recurso innovador tanto para la divulgación del enorme patrimonio genético bovino en España como el impulso del propio territorio.
González Corral mostraba su orgullo por los dos responsables ganaderos de la explotación que «han conseguido dar cabida a todas las razas autóctonas para ponerlas a disposición de toda la gente que quiera venir a visitarlo y conocer más de todo ello».
En este sentido, la consejera ha recordado las ayudas que están a disposición de los ganaderos de la comunidad destinadas a asociaciones de razas autóctonas y para su crianza, y que el pasado año benefició a más de 700 personas y a unos 13.000 ejemplares.
La creación de Bos Taurozos, en un entorno privilegiado como los Montes Torozos vallisoletanos, combina divulgación, turismo sostenible y conservación, y quiere rendir homenaje a las raíces del sector ganadero.
Desde el centro se ofrece una experiencia única de boviturismo, al permitir a los visitantes conocer de cerca la totalidad de razas autóctonas existentes en la Península. Todo ello en un espacio que cuenta con más de 55.000 metros cuadrados, en los que se han habilitado más de 4.000 metros de caminos transitables.
Las actividades incluyen senderismo, rutas a caballo y cicloturismo, todo ello, en un contacto directo con los animales.
Durante el recorrido se explicará la diversidad de los tres grandes troncos étnicos del vacuno ibérico: Bos tauris turdetanus; Bos taurus ibericus y Bos tauros cantabricus. El centro alberga el 70 por ciento de la biodiversidad de razas bovinas presentes en Europa, muchas de ellas en peligros de extición tras su desplazamiento con la llegada de la mecanización agrícola.
De esta manera, esta localidad vallisoletana abre sus puertas a un nuevo modelo de turismo y rural y sostenible, y que mira al futuro de la ganadería tradicional y del patrimonio genético.