Sociedad

Zamarramala se erige como hito en la lucha por la igualdad

Las mujeres toman el mando en este popular barrio segoviano en una tradición que reivindica su papel en la sociedad

Las mujeres prenden fuego al pelele en Zamarramala
Las mujeres prenden fuego al pelele en ZamarramalaRocío PardosIcal

Un año más, el segoviano barrio de Zamarramala se ha vuelto a erigir como el bastión de las mujeres, que se convierten en las auténticas protagonista de Las Águedas. Un enclave que desde 1227 celebra esta festividad que rinde homenaje a la fuerza y la determinación de las femeninas, un hito en la lucha por la igualdad con siglos de tradición.

Miles de personas participaron de esta jornada a pesar de los desapacible del día en una tradición, reconocida como de Interés Turístico Nacional, que aúna historia y leyenda y que reivindica como ninguna otra la importancia y el papel de la mujer en la sociedad.

Las protagonistas se ataviaban con el traje típico, que es el regional de gala, el emblemático manteo rojo y la distintiva montera sobre la cabeza, acompañadas de joyas que simbolizaban su poder y singularidad.

Patricia Merino y Laura Gil fueron las alcaldesas y mostraban su orgullo pero también la responsabilidad de encabezar esta tradición legendaria, que arrancaba con la procesión de la santa por las calles de la localidad con el tremolar de las banderas, para continuar con la entrega de distinciones.

Una jornada en la que a pesar de que los hombres carecen de protagonismo, se entrega el alfiler de Matahombres de Oro, que ha recaído en el director de cine David Pinillos, por promover la igualdad de género desde el sector cinematográfico, casi en un guiño a los Premios Goya que se han celebrado en Valladolid.

Pinillos agradecía la distinción que recogía con honor, y ponía en valor el mantenimiento en el tiempo de esta tradición y en muchas épocas distintas, «dando visibilidad a la mujer en unos momentos en los que era muy complicado que tuviese un rol preponderante en la sociedad». Igualmente, hacía hincapié en lo que supone actualmente seguir visibilizando el papel de la mujer como un elemento primordial y cada vez más necesario hoy en día.

«La sociedad está cambiando y debemos aprovechar este momento para conseguir que sea más justa, igualitaria y mejor», decía, al tiempo que llamaba a no ver el feminismo como una agresión, «porque es bueno para todos».

Asimismo, el Proyecto Betania Adoratrices de apoyo para mujeres en contextos de exclusión, prostitución y víctimas de trata recibía el título de «Ome Bueno y Leal», mientras que María José Tapia, Susana Guri, Estela García y Silvia Sánchez fueron honradas con el título de Aguederas Honorarias y Perpetuas, en reconocimiento a su trabajo en diversos ámbitos de la sociedad.

El historiador Eduardo Juárez fue el encargado de pregonar esta celebración ancestral, tras lo cual se clausuraba la fiesta con la emblemática y esperada «Quema del pelele».