JxCat lamenta el segundo grado, ERC pide respeto por “una decisión técnica”

Sigue la pugna independentista por la clasificación de los presos. Si ayer eran los equipos jurídicos quienes alzaron la voz para exhibir sus diferencias, hoy han sido los dirigentes de JxCat y de ERC quienes han valorado por separado el segundo grado hecho público hoy. “Estamos decepcionados. Un tercer grado era posible y cumplían perfectamente con la legalidad. No entenderíamos que su condición de presos políticos, y que los organismos internacionales pidan su libertad, sea un factor que les perjudique y se les dé un trato distinto respecto al resto de presos”, ha subrayado el vicepresidente del Parlament y dirigente neoconvergente, Josep Costa.

Costa, muy cercano a la órbita de Carles Puigdemont, también ha aprovechado para decir que a su juicio es “evidente que hay una presión política y mediática, sobre todo desde el conjunto del Estado, para que estos presos tengan un castigo añadido y reciban un trato peor que el que tendrían otros presos en estas circunstancias”.

El portavoz de ERC, Sergi Sabrià, se ha mostrado más comedido, ha pedido “respeto por una decisión técnica" y ha asegurado que la “presión” no se puede trasladar a los funcionarios. El republicano también ha confirmado que su partido trabajará para recurrir la clasificación de segundo grado o bien abrir la vía del artículo 100.2, que permitiría a los presos gozar de un régimen similar a la semilibertad y salir unas horas al día para trabajar o participar en voluntariados.

Preguntado sobre si afectaría en las negociaciones con el PSOE la intervención de la Fiscalía, Sabrià se ha limitado a repetir en varias ocasiones que “el diálogo, para que sea sincero, no puede ir acompañado de represión”.

Cabe recordar que ahora el Servicio de Clasificación, dependiente de la Conselleria de Justicia (ERC), tiene dos meses para estudiar la propuesta de las juntas de tratamiento de las cárceles catalanas sobre los presos y ratificarla.