Vivienda
El incremento de los alquileres en Barcelona impide a Arrels alojar a más personas sin hogar
El precio medio supera los 950 euros, un 9 % más que hace dos años y un 35% más que hace cinco años
Hace unos meses, Robert, Sharon, Armando y Abderrahman vivían en la calle. Pero gracias a Arrels, esta Navidad la pasarán bajo un techo. Ofrecer una vivienda digna y estable es uno de los pilares de esta entidad que acompaña a personas sin hogar. Hoy puede dar cobijo a 133 personas en 98 pisos y a 74 en otros recursos. Más de la mitad de estos pisos vienen del mercado privado, pero Arrels alerta de que cada vez les cuesta más encontrar nuevas viviendas. La culpa es del imparable aumento del precio de los alquileres y la escasez de vivienda pública. La responsable del equipo de apoyo a la persona, Ester Sánchez, explica que «la mejor manera de normalizar y dignificar la vida de una persona que no tiene hogar es dándole un techo». «La estabilidad, la confianza y la seguridad que ofrece tener un pisos, sobre todo si es individual, es fundamental para que las personas que han vivido en la calle recuperen la autonomía y la confianza», añade. Arrels ha hecho un esfuerzo en 2019 para invertir en pisos de alquiler un 20% más que en 2018.
Cogieron siete pisos más. Pero por primera vez, se encuentran con que «nos planteamos no coger más pisos porque no los podremos pagar, estamos pagando al límite», alerta Ferran Busquests, director de Arrels Fundació. Hace tres años un piso por el que pagábamos 450 euros, ahora nos cuesta 700 euros. El precio medio de la ciudad supera los 950 euros, un 9 % más que hace dos años y un 35% más que hace cinco años. A la dificultad de no encontrar piso se suma la carencia de pisos sociales, el parque de vivienda pública no llega al 2%.
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