Salud
Cómo se recupera un enfermo grave de coronavirus: de 3 semanas a 3 meses en la UCI
El sobreesfuerzo de los médicos: "Se están triplicando las camas de UCI, pero con el mismo número de intensivistas
En las unidades de cuidados intensivos se vive mucho dolor, tensión, un esfuerzo sobrehumano y cansancio. Sobre todo ahora, que se está triplicando el número de camas equipadas con un respirador, pero con el mismo número de intensivistas. “Te puedes hacer la idea del sobreesfuerzo físico y psicológico que esto nos está ocasionando”, cuestiona Ana Zapatero, médico adjunta del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital del Mar.
Pero en las UCIS también se aplaude y se llora de alegría cuando se extuba a un paciente o se le da el alta para el traslado a planta. Ahí están los vídeos que estos días difunden los hospitales para dar esperanza en tiempos de coronavirus, sobre todo, a las personas que tienen a familiares ingresados a los que no pueden visitar. Para el equipo médico, uno de los momentos que da sentido a un trabajo en el que cuando no se gana se pierde una vida, es cuando pueden comunicar a amigos o familiares que han tenido éxito con la extubación. “Pueden volver a hablar con él (pongamos que se llama José, como el protagonista de la siguiente historia), quizás no les responda porque esté cansado, pero les escucha”, dice el doctor. Cuando pasa eso, la alegría es compartida. Se emocionan los familiares, el enfermo, pero también las enfermeras y demás equipo médico.
La emoción de una enfermera que da noticias a una familia
Como la característica del SARS-CoV-19 es que es altamente contagioso, en los hospitales ya no hay familias en las salas de espera que entran y salen de la UCI para dar calor a los enfermos -también porque las salas de espera se han reinventado en espacio para los enfermos-. Pero hay profesionales que gravan momentos únicos con su móviles como cuando en el Hospital de Sant Pau se da el alta de la UCI a un paciente que hace 48 horas estaba muy grave y el equipo médico aplaude. Alegría. O como cuando Susana, una enfermera de la planta de hospitalización 40 del Hospital del Mar dedica una parte de su tiempo a hacer una telellamada al hijo de José, un paciente al que acaban de extubar. Más alegría. “Cómo lo véis, respira ya sin máquina, va con mascarilla”, informa Susana a la familia. La enfermera se emociona. “Ay, que lloro José, tengo los pelos de punta”, dice. Si uno no se emociona al ver este vídeo es que es un pimiento.
De tres semanas a tres meses en la UCI
El tiempo de recuperación de un paciente grave por coronavirus que ingresa en la UCI es variable y depende de muchos factores. “La mayoría requiere una media de tres semanas para volver a respirar por sí mismo, pero hay pacientes que pueden estar dos y tres meses”, concreta la doctora Zapatero, del Hospital del Mar.
El responsable de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d’Hebron, Benito Almirante, explica que “aproximadamente entre un 10 y un 15% de las personas que se infecta hoy, va a necesitar un sitio en la UCI dentro de entre 3 y 8 días”. “La mayoría de personas que se contagian de coronavirus tiene un trancazo con síntomas similares al de una gripe -dolor de cabeza, dolor muscular, tos, fiebre y cansancio- durante unos cinco días", informa el doctor. Pero hay un grupo de pacientes de edad más avanzada o con enfermedades crónicas que en tres o cuatro días empiezan a tener dificultades para respirar porque desarrollan una neumonía", añade. También hay otro grupo, más pequeño, que al octavo día sufre una exagerada reacción de su sistema inmunitario que inflama y pone a los pulmones al límite.
La doctora Zapatero explica que, en general, los pacientes ingresan en la UCI cuando uno o más órganos de su cuerpo fallan. “La infección por coronavirus afecta, sobre todo, al funcionamiento de los pulmones, produce neumonía, aunque el riñón y el corazón también pueden verse afectados”, detalla.
¿Qué le pasa a un pulmón con coronavirus?
La médico adjunta del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital del Mar cuenta por qué los pulmones son vitales. Se encargan de que “el oxígeno del aire que respiramos llegue a la sangre para poder ser distribuido por todo el cuerpo, pero también eliminan el el dióxido de carbono que las células generan cuando trabajan, porque es un componente tóxico", resume. "La infección por coronavirus altera la capacidad para oxigenar la sangre y eliminar el dióxido de carbono y por eso la persona siente dificultad para respirar. Cuando el caso no es grave, con administrar a la persona oxígeno con una mascarilla es suficiente. Pero si la afectación es mayor, el equipo médico tendrá que utilizar ventilación mecánica invasiva para sustituir el trabajo que hacen los pulmones de manera mecánica.
Hasta ahora, no hay ningún tratamiento generalizado contra la Covid-19. Los antibióticos no hacen efecto porque el SARS-CoV-19 es un virus. A algunos pacientes graves seleccionados se les administra algún tratamiento antivírico, pero la mayor parte del tratamiento es de soporte. “La enfermedad se cura sola y nosotros damos soporte a los órganos que fallan mientras el sistema inmunológico hace su trabajo”, matiza la doctora Zapatero.
Sobre ensayos clínicos y tratamientos nuevos que los medios se apresuran a avanzar, Zapatero dice que “debemos ser muy cautos y estar muy seguros de que van a ser eficaces porque cualquier medicación que administremos puede tener efectos secundarios, el beneficio debe superar siempre a los riesgos”.
Se necesitan profesionales que sepan utilizar los ventiladores
“La ventilación mecánica no es tan simple como meter aire a presión en los pulmones, hay un montón de parámetros distintos que se pautan en el ventilador y un montón de parámetros que se deben analizar en cada paciente para decidir cuanta ayuda y de qué manera debe administrar esta ayuda el ventilador”, explica la doctora Zapatero. “De hecho la ventilación mecánica es una de las cosas que mayor tiempo lleva aprender durante la residencia de intensivos por su complejidad”, explica.
Los médicos intensivistas y el personal de enfermería y auxiliares de las UCIS son clave en esta crisis. “No sólo son necesarios ventiladores, también profesionales que sepan utilizarlos correctamente”, subraya esta médico intensivista del Hospital del Mar. “Se está triplicando el número de camas de UCI -el número de espacios dotados con un respirador-, pero con el mismo número de médicos intensivistas”, lamenta.
Para poder tener al paciente conectado al ventilador, se duerme y se anestesia para que no haga esfuerzos y se acople bien al respirador. Para ayudarle a respirar, al paciente se le introduce un tubo por la boca que llega a la traquea y se le conecta a una máquina que le insufla aire. De todo el aire que respira una persona, un 21% es oxígeno, pero con la máquina, el médico puede variar la concentrarón de oxígeno y hacer que todo el aire que respira sea oxígeno. La sedación se mantiene hasta que los pulmones mejoran. Entonces, se retira progresivamente la ayuda y, finalmente, se extuba.
Semanas para recuperar la musculatura
Cuando el paciente sale de la UCI, su estancia en el hospital no ha acabado. El tiempo que necesitan para recuperarse en planta es variable, pero se ha de tener en cuenta que mientras el enfermo está inmóvil en la UCI la musculatura se debilita.
Raúl Ceresuela, delegado de SATSE, el sindicato de las enfermeras, en Vall d’Hebron, avanza que hará falta fisioterapeutas.
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