Las agresiones del independentismo se multiplican por cinco en Cataluña

La violencia política se disparó durante el segundo semestre de 2019 en Cataluña a raíz de las protestas contra la sentencia del “procés". Así lo recoge un estudio elaborado por el Observatorio Cívico de la Violencia Política en Cataluña, creado por las asociaciones Impulso Ciudadano y Movimiento contra la Intolerancia, que sitúa la cifra total de incidentes en 977 -cinco veces más que durante el primer semestre, cuando se registraron 187-, de los que casi la totalidad han sido cometidos por el independentismo: el 96,2%.

Este dato supone un incremento con respecto al primer semestre de 2019 -de enero a junio-, cuando el separatismo protagonizó el 91,53 por ciento de la violencia. Mientras tanto, los sucesos ocasionados por contrarios a la secesión durante este segundo semestre suponen un 2,05%. El resto (1,73%) son incidentes de autoría indeterminada (frecuentemente rifirrafes entre conductores atrapados por cortes de carretera en protestas independentistas).

El segundo semestre -de julio a diciembre- ha estado marcado por las protestas contra la sentencia del “procés”, donde durante días se sucedieron escenas de máxima violencia en el centro de Barcelona -y en otros puntos de Cataluña-. Durante la semana posterior al fallo del Tribunal Supremo -del 14 al 20 de octubre-, se concentraron 534 de los 977 episodios de violencia registros. En este sentido, el informe muestra su preocupación por “la aparición de fenómenos organizados de guerrilla urbana” que han generado, sobre todo durante la “semana extrema del 14 al 20 de octubre”, situaciones de "gran peligro y que han sido causa de cientos de heridos y muchos daños en propiedades públicas y privadas.

Respecto a las víctimas, los grupos o personas contrarias al independentismo han sufrido el 28,97% de los ataques (283), mientras que los separatistas han sufrido el 4,1% (40) -la mitad de ellas provocadas por sectores “radicalizados” del propio independentismo-. Si bien, la mayoría de victimas (65%) han sido personas sin adscripción a ningún de los dos bloques pero que han “visto restringidos sus derechos fundamentales” (libertad de tránsito viario, acceso a los puestos de trabajo o a la universidad) como consecuencia de las protestas.

En relación a los partidos políticos, el PSC es la formación que más ataques ha recibido: un total de 33 incidentes (escraches, pintadas o daños, entre otros) en las sedes, que representan un 33% del total. Ciudadanos es la segunda fuerza política más damnificada, con 25 incidentes (25% del cómputo), y le siguen PP y Esquerra con 13 ataques. En el caso de Esquerra, casi todos los ataques han sido protagonizados por independentistas. JxCat también ha recibido 7 ataques; Vox, 5; En Comú Podem, 2; y, la CUP, 2. En total, los partidos constitucionalistas han sufrido 78 ataques y los secesionistas, 22 -el 95% de las agresiones han sido cometidas por independentistas-.

Los ataques a instituciones, autoridades y funcionarios públicos se han incrementado notablemente también durante el segundo semestre -han pasado de 79 a 204-. Sobre todo a los policías, que han sufrido 72 ataques. En este punto, el informe recuerda algunos incidentes de “extraordinaria gravedad” por la violencia empleada contra los agentes -como intentos de derribo de un helicóptero policial con cohetes pirotécnicos-, contra instalaciones públicas (comisarías, casas-cuarteles, subdelegaciones del Gobierno, incendio de una Delegación de Hacienda) o algunos hechos que “denotan una extraordinaria deshumanización” -como la profanación de tumbas de siete soldados y guardias civiles en el cementerio de Sant Andreu (Barcelona)-.

El Rey ha sido también objetivo del independentismo, y ha sufrido 19 incidentes durante este segundo semestre (5 durante la primera parte del año): entre ellos, numerosos actos de escarnio de su figura (quema de su fotografía, ahorcamiento de su efigie o colocación de guillotinas con una corona), o el boicot del independentismo a la entrega de los premios Princesa de Gerona en el Palacio de Congresos de Barcelona “con agresiones y acoso a los asistentes y cortes de vías públicas para impedir el acceso a los interesados”.

También la prensa ha sido objeto de ataques, acoso, golpes, insultos o lanzamientos de botellas: se ha pasado de registrarse 6 incidentes en el primer semestre a 27 en el segundo.

Las asociaciones consideran que la violencia “no es una mera reacción esporádica”, sino que es la “exteriorización de una violencia latente durante décadas, alimentada por un discurso de odio ideológico que demoniza las instituciones judiciales y los símbolos comunes españoles y que desprecia las reglas del juego democrático”. “El discurso del odio se basa fundamentalmente en la desinformación y en Cataluña se ha elaborado eficazmente desde las instituciones públicas”, añaden en el informe.