El complejo caso de Barcelona y su región sanitaria norte y sur, una zona con un alto índice de población, un porcentaje notable de movilidad diaria y un foco importante de la pandemia, ha llevado a la Generalitat y al Ayuntamiento de la capital catalana a solicitar un desconfinamiento a la carta al Ministerio de Salvador Illa. La llamada “fase 0,5”: flexibilizar la fase 0 sin llegar a la 1 con algunas excepciones controladas, entre ellas poder abrir locales comerciales sin cita previa, museos o bibliotecas para servicio de préstamo de libros, y realizar actividades de culto con aforo limitado, con un tercio de la capacidad.

“Pediremos que, aunque están en fase 0, puedan pasar a una situación de 0,5. Es decir, que se mantengan en la fase 0 pero que se pueda flexibilizar las medidas que conlleva estar en esta fase”, ha explicado la portavoz Meritxell Budó en rueda de prensa telemática desde el Palau de la Generalitat, junto a la consellera de Salud, Alba Vergés, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

Entre otras medidas, Torra y Colau plantean que se puedan abrir los centros de culto y los tanatorios, las bibliotecas, locales comerciales y los museos pero no las terrazas ni las visitas a familiares dentro del domicilio, dos aspectos que sí contempla la fase 1. La alcaldesa, eso sí, se ha mostrado optimista y ha confiado en poder pasar a la siguiente etapa del desconfinamiento o al menos abrir terrazas la semana del 25 de mayo.

Garraf, Alt Penedès y Baix Montseny, a la fase 1

El comité técnico del Plan de Protección Civil de Cataluña (Procicat) ha propuesto al Gobierno central que Alt Penedès, entre Barcelona y Tarragona, Garraf (Barcelona) y Baix Montseny, entre Barcelona y Girona, se incluyan en la propuesta de desconfinamiento de coronavirus para pasar a la fase 1.

Vergés anunció ayer que la propuesta del Govern para pasar a la fase 1 el próximo lunes incluye las regiones sanitarias de Girona, Lleida y Catalunya central.