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Desconcierto entre las profesoras embarazadas: algunas no tienen la baja pese a ser personal vulnerable

Educación las considera trabajadoras de riesgo, pero la decisión depende de los médicos. Las interinas se organizan para pedir un criterio único. Hay maestras con sustituto y sin baja

El criterio para dar una baja a una profesora embarazada depende de cada médico
El criterio para dar una baja a una profesora embarazada depende de cada médicoKike Taberner

El documento que el 22 de junio publicó el Ministerio de Sanidad para responder a preguntas sobre el nuevo coronavirus contaba a las embarazadas dentro del grupo de personas vulnerables, junto a los mayores de 60 años, personas diagnosticadas con hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorios crónicas, cáncer e inmunodeficiencia. Como la literatura clínica sobre Covid-19 y embarazo todavía es escasa, el documento concretaba que son vulnerables “por principio de precaución”. Y este matiz es uno de los culpables de que cada médico determine según su criterio cuándo una mujer embarazada requiere la baja laboral.

Con sustituto y sin baja laboral

El 22 de junio, Marta C. ignoraba este documento del Ministerio de Sanidad y sólo había leído cuatro líneas en algún digital sobre el impacto de la covid en el embarazo. Estaba en el primer trimestre de su segundo embarazo y demasiado ocupada con su primer hijo. Como profesora interina, el nuevo curso escolar, pese a la pandemia, arrancaba con grandes expectativas. Le habían asignado Educación Física en Primaria. “Un reto atractivo”, admite. Pero el segundo día de clase se encontró con que Educación le había adjudicado un sustituto después de tener el informe de Prevención de Riesgos. Para entender por qué, hay que rebobinar. Resulta que a una compañera suya, embarazada también del segundo trimestre, pero en vez de interina funcionaria, le habían dado la baja por ser personal vulnerable en tiempos de covid. El departamento de Educación había trasladado al director de este centro que las embarazadas son personas de riesgo y que tiene el deber de pedir un sustituto. Con esta fotografía, Marta habló con su médico de cabecera que redactó un informe donde explicaba que está en el segundo trimestre de gestación. Y con este papel empezó el circuito para reclamar la baja.

Como profesora interina, se dirigió a prevención de riesgos del departamento de Educación, que hace una primera valoración. Y de ahí pasó al Instituto Catalán de Evaluaciones Médicas (ICAM). A diferencia de los funcionarios, que son evaluados por MUFACE, las bajas de los interinos, en este caso, dependen de la evaluación de los médicos del ICAM. Y a Marta le denegaron la baja. Así esta semana se encontró son sustituto y sin baja.

Nuevo grupo en Telegram: “Docents Embarassades”

En dos días, hizo un “master” en covid y embarazo. Leyó el documento del 22 de junio publicado por el Ministerio de Sanidad, “papers” científicos y buscó por las redes qué estaba pasando con otras profesoras embarazadas. Junto a otras maestras este martes creó un grupo de Telegram “Docents Embarassadas”, para reunir testigos. Enseguida sumó 120 mujeres. Y con el apoyo de los sindicatos USTEC-STEC y CCOO detectaron que no hay un criterio único para determinar si las profesoras embarazadas requieren o no la baja. “Es un guirigay”, lamenta Marta. Las valoraciones cambian según territorio, etapa educativa o si la profesional es interina o funcionaria. Cabe recordar, que el 53% de los educadores este curso son interinos. “Hay muchas interinas valoradas por el ICAM en la misma situación que yo”, explica.

“Me siento desconcertada y desprotegida”

Desde el departamento de Educación dicen que ellos no dan bajas, que son los médicos los que deciden. “Más que un vacío legal, hay un vacío sanitario”, lamentan. La solución que ofrecen a los centros con embarazadas sin baja y con sustituto, como el caso de Marta, es adaptar el puesto de la maestra para que haga teletrabajo, por ejemplo.

Marta se ha hecho un hartazgo de enviar mails esta semana. “Me siento desconcertada y desprotegida”, admite. Su médico de cabecera que es el que le informa de que le han denegado la baja le recomienda que si tiene que impartir clases, no se acerque a los niños, que mantenga la distancia, utilice mascarilla y se lave las manos. “Pero imparto educación física y estoy en una escuela de alta complejidad donde los niños buscan cariño y te abrazan”, dice

Mientras Educación estudia de manera individualizada estos casos y les busca una salida, el grupo de las “Maestras embarazadas” intentará que los médicos unifiquen los criterios para dar bajas. Las “Docents Embarassades” se preguntan también si detrás hay un pulso administrativo y si la Administración no quiere asumir más bajas.

Embarazo y covid

El Ministerio de Sanidad considera a las embarazadas como grupo de riesgo porque "experimentan cambios fisiológicos e inmunológicos que les hacen más susceptibles a cualquier infección viral y bacteriana”.

El doctor Eduardo Gratacós, del Hospital Sant Joan de Déu,al frente de un estudio multicéntrico para saber cómo actúa el coronavirus en el embarazo, matiza que a diferencia de la gripe, que afecta con más virulencia a la mujer embarazada, el covid-19 afecta igual a la gestante que al resto de la población. Lo que sí han percibido es que el coronavirus puede alterar las analíticas y dar la idea de que la gestante tiene hipertensión y riesgo de preeclamsia. “Probablemente es una falsa percepción, que puede descartarse con análisis más exhaustivos”, explica el doctor Gratacós.

La doctora Anna Suy, jefe de obstetricía del Hospital Vall d’Hebron, centro de referencia para embarazadas con covid durante el pico de la pandemia, comparte con Gratacós que falta más literatura clínica. Señala que en el primer trimestre hay riesgo de aborto y a partir de las 20 semanas de parto prematuro, bien porque la madre esté mal y si la madre está mal el bebé también lo está o porque la propia enfermedad acelera el parto. En el Hospital Vall d’Hebron han ingresado mujeres embarazadas de todos los trimestres, graves y muy graves. Lo que sí puede avanzar la doctora Suy es que todas han salido adelante. Uno de los casos más graves fue el Mili. Ingresó por Covid-19 el 27 de marzo, tenía neumonía grave, la intubaron, dio a luz sedada en la semana 28 y cuando despertó no recordaba haber estado embarazada. Un mes después conoció a sus hijas, en plural, dos niñas mellizas. En una resonancia magnética, el equipo médico encontró una pequeña lesión en el cerebro compatible como un ictus que podría explicar esta falta de memoria.