Salud

¿Hasta dónde llega el amor de un padre?: David logra crear el primer dispositivo del mundo que predice crisis epilépticas

Dedica 10 años a desarrollar un audífono para su hija Marina y demás enfermos de epilepsia que avisa de un ataque de 1 a 3 minutos antes de que suceda

Marina, la hija de David, muestra el dispositivo desarrollado por su padre que advierte de las crisis de epilepsia entre 1 y 3 minutos antes de que ocurran
Marina, la hija de David, muestra el dispositivo desarrollado por su padre que advierte de las crisis de epilepsia entre 1 y 3 minutos antes de que ocurranMJN-Neuro

David Blánquez, CEO de MJN-neuro y padre de Marina, una joven de 18 años que tiene epilepsia desde los dos, es de la generación que creció con el juego galáctico de Michael Jordan y ese lema que invitaba a comerse el mundo hasta el último de la fila: «impossible is nothing», (nada es imposible). Por eso, no hizo caso a los médicos que le dijeron que las crisis epilépticas de su hija no pueden predecirse para evitar que caiga al suelo y se golpee la frente, por ejemplo. Si el hombre ha descubierto que hay agua en la luna y es capaz de descifrar el genoma del nuevo coronavirus, ¿por qué no puede inventar un dispositivo que ayude a predecir las crisis epilépticas?

 

David, que es ingeniero informático, se propuso desarrollar un dispositivo que avisara a su hija Marina cuándo va a tener un episodio de epilepsia. Monitorizar las crisis tiene una gran utilidad para los enfermos. Puede evitar caídas y accidentes peligrosos. La epilepsia es una enfermedad que causa un desequilibrio de las neuronas en alguna parte del cerebro. Las crisis son repentinas y cortas, pueden durar sólo 15 segundos. Ocurren cuando hay una actividad eléctrica anormal. Puede provocar convulsiones o pérdida de conciencia. Y en este caso, 15 segundos bastan para tener un accidente.

Marina aún recuerda uno de los últimos sustos que tuvo. Fue el primer día de colegio de 4º de ESO. Tuvo una crisis en el pasillo, cayó al suelo y se golpeó la cabeza tan fuerte que tardó un par de semanas en volver a clase. En aquel entonces, el proyecto de su padre para predecir las crisis epilépticas ya tenía nombre y forma: mjn-SERAS es un auricular semejante a un audífono que a través de unos sensores registra la actividad eléctrica del cerebro a través del canal auditivo.

David ha tardado diez años en desarrollar una aplicación que analiza la actividad eléctrica a través de algoritmos de inteligencia artificial personalizados y calcula constantemente el riesgo de sufrir una crisis. Cuando el riesgo es moderado o alto el teléfono recibe una alerta y avisa a la persona o al cuidador. «El paciente recibe el aviso entre 1 y 3 minutos antes de tener una crisis, de esta manera puede tomar medidas de seguridad, como sentarse o tumbarse en el suelo y avisar a las personas que tiene cerca», explica David.

El mjn-SERAS es el primer producto sanitario del mundo que predice la epilepsia, un trastorno que sufren 50 millones de personas en el mundo, 400.000 en España. Pero, sobre todo, está pensado para ese 30% de los pacientes que son fármacorresistentes y desarrollan epilepsia refractaria, como Marina.

Marina ahora tiene 18 años, pero a los dos años le diagnosticaron epilepsia. «Al principio, la enfermedad estaba controlada, pero a partir de 2006, con sólo cuatro años, los medicamentos empezaron a no hacerle efecto, había desarrollado una resistencia a los fármacos», explica David.

«Sufríamos mucho. Durante el día estábamos pendientes de que no cayera. Acabábamos llevándola de la mano todo el día y acompañándola siempre. Y por la noche hacíamos turnos para cuidarla», cuenta. De aquella época, Marina recuerda que tenía hasta 15 crisis diarias y que pasaba periodos en el hospital. Con el esfuerzo de todos, consiguió acabar la ESO recientemente y estudia un módulo de auxiliar de enfermería. Incluso, hizo taekwondo y la exhibición de final de curso. «¡Aunque no veas cómo sufrimos durante el festival, rezando para que no tuviera un ataque y no cayera!», admite su padre.

En 2009, tras empaparse de toda la bibliografía sobre epilepsia publicada, David se propuso desarrollar un dispositivo para ayudar a Marina. Con Xavi Raurich y Salva Gutiérrez creó la star-up MJN-neuro. Empezaron por querer desarrollar una nariz electrónica que oliera las crisis. Había perros adiestrados que lo hacían, pero sus habilidades no se pueden replicar. «No salió bien», cuenta David. Pero no tiraron la toalla, y diez años después, tras mucho ensayo-error, ganar un concurso de la Fundación Mobile World Capital y un ensayo clínico con la Clínica Corachán de Barcelona y el Centro de Neurología Avanzada de Sevilla tienen un dispositivo que funciona, avalado por la Unión Europea. «Es un orgullo ayudar a Marina y a personas como ella», concluye.

“Aunque ahora tengo menos crisis que hace unos años y la mayoría se reduce a crisis nocturnas, el dispositivo me da una gran seguridad. Ayuda a no tener miedo a salir a la calle y a hacer una vida normal”, dice Marina. El 54% de las personas con epilepsia tiene ansiedad y un 32%, depresión. No saber cuándo tendrán una crisis les impide desarrollar una vida normal y les causa un gran impacto emocional. Este dispositivo, que cuesta 1.750 euros y ya se comercializa en España, puede ayudar a mucha gente. La startup española tiene precontratos en Holanda y está en negociaciones para entrar en Alemania y los Estados Unidos.