Opinión

Familiares y allegados

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ofrece una rueda de prensa en la subdelegación del Gobierno en Gipuzkoa, en Donosti.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ofrece una rueda de prensa en la subdelegación del Gobierno en Gipuzkoa, en Donosti.UnanueEuropa Press

Al fin parece que va a ser posible lo de volver a casa por Navidad. Y uno de los motivos que el Ministerio de Sanidad considera como válido para justificar el desplazamiento a otras comunidades y saltarse los cierres perimetrales es este: visitar a familiares y allegados. Una fórmula que enseguida ha llamado la atención, y de la que al instante se ha hecho eco la calle (perdón, las redes sociales, que es donde ahora se debaten las cosas importantes).

En cuanto a los “familiares”, todo el mundo entiende que se incluyen los de primer y segundo grado, y se supone que también esa larga retahíla de la parentela: tíos y primos (carnales y segundos), nueras y yernos, suegras y cuñadas, sobrinos y resobrinos… Pero ¿qué significa lo de allegados? Según la RAE, allegado es una persona “cercana a otra en parentesco, amistad, trato o confianza”. O sea, un saco en el que cabe todo, especialmente en lo que atañe a los tres últimos conceptos, que son manifiestamente imposibles de demostrar documentalmente por pertenecer a la más estricta intimidad personal. Incluso podrían caber también, invocando lo del trato, las dos categorías de las que hablaba Josep Pla: los conocidos y los saludados.

De ahí que algunas voces públicas y autoridades se hayan apresurado a cuestionar el vocablo en cuestión, advirtiendo que puede ser un coladero. Y no les falta razón, pues a ver quién se va a atrever a dirimir si fulano o mengano son o no allegados cuando alguien los esgrima como pretexto para viajar.

Fernando Simón dice que se escogió el término porque “familia” no recoge todas las situaciones sociales. Lo cual es verdad, pero si lo que se pretende es restringir la movilidad, a santo de qué la mención a los allegados, que es lo mismo que invitar a que cada cual coma el turrón donde y con quien le apetezca.