Badalona

“Había mucho humo, todo empezó a arder y la gente saltaba por la ventana”

Testimonios del incendio en una nave okupada en Badalona, que se ha saldado de momento con tres fallecidos y decenas de heridos

Los restos del incendio que ha quemado por completo el interior de una nave okupada en el barrio del Gorg de Badalona se perciben a simple vista con sólo acercase a la zona: ventanas calcinadas, restos de olor a fuego y alguna que otra columna de humo 15 horas después del grave incidente. A mediodía, Mossos y Bomberos confirman la existencia de un tercer fallecido en el interior y siguen inspeccionando el maltrecho edificio con drones y perros.

En el exterior, el alcalde Xavier García Albiol (PP) atiende a los medios mientras la delegada del Gobierno, Teresa Cunillera, se interesa por el estado de las víctimas con la Cruz Roja. También está el conseller de Interior, Miquel Sàmper. Y en las inmediaciones, decenas de personas que vivían o conocían a alguien que vivía en la casa siguen a la espera de nuevas noticias.

Entre ellos está Seydou. Lleva unos pantalones verdes de estética militar rasgados por la rodilla. “Me caí por las escaleras al bajar y se me rompieron, tengo golpes en el cuerpo, pero solo eso”, relata. Él vivía en la última planta del edificio, la cuarta, justo en la zona de la terraza. “De repente vimos mucho humo y la gente gritaba y gritaba. Yo pude bajar por las escaleras a ciegas, sin ver nada”, explica sobre el momento del incendio, cerca de las nueve de la noche. Otras personas “saltaron por la ventana” para tratar de esquivar las llamas cuando incluso el suelo de la terraza, el espacio más seguro, “empezó a quemar”.

Otro de los residentes del edificio, ataviado con una camiseta del FC Barcelona de los noventa, explica los instantes previos al incidente. “Estos días, con el frío, la gente iba pronto a la nave. Yo llegué sobre las seis, había algún problema con la luz pero lo arreglamos. Luego, justo antes de que empezara el fútbol (cita el partido de Champions del Real Madrid), empezó el humo, el fuego. La gente gritaba, fue un caos pero pudimos salir”, asegura.

Más o menos se estima que residían en la nave un centenar largo de personas, una cifra difícil de ajustar y que depende del momento y de las circunstancias. Las dificultades para inspeccionar el recinto por el mal estado de su estructura impiden por ahora plantear hipótesis sobre las causas del incendio, aunque algunos de los ocupantes aseguran que se pudo originar a raíz de un hipotético accidente con alguna vela en la primera planta. “Las habitaciones, los diferentes espacios, están separados por paneles de madera y la gente acumula muchos objetos”, explica Ibrahima sobre su interior, okupado desde hace más de 11 años, cuando él llegó procedente de Senegal junto a un compañero. “Ayer a esa hora no estaba, pero es mi casa”, zanja.

Según ha detallado el conseller de Interior Miquel Sàmper desde el lugar de los hechos en unas declaraciones recogidas por Efe, el fuego prendió en la parte anterior de la nave y, por el efecto chimenea, ascendió por una escalera interior hacia la parte trasera, adonde muchos de los ocupantes del edificio corrieron para huir por las ventanas, situadas a 9 metros de altura. Precisamente, esa parte posterior del edificio es la que se teme que pueda albergar más cadáveres y aún no ha sido inspeccionada al completo.