Los muertos en la residencia de Tremp ya ascienden a 58

Un día después de la visita a Tremp de la consellera de Salud, Alba Vergés, se ha dado a conocer que los residentes fallecidos en el geriátrico de la Fundación Fiella de la población en el que se detectó un brote de Covid-19 el 19 de noviembre, han ascendido a 58, tres más que el martes. Por lo tanto, los decesos han ocurrido en menos de un mes.

La conselleria ha asegurado que entre los trabajadores del centro son 35 las personas que han dado positivo. La residencia está intervenida desde el 28 de noviembre por la Generalitat.

Por su parte, la Fiscalía de Lleida investiga si se cumplieron los protocolos ante el brote de coronavirus. Avanzó que quería pedir con rapidez documentación al departamento de Asuntos Sociales para acreditar el proceso de actuación del centro. Hasta ahora, ninguna familia ha denunciado los hechos ni ante los Mossos d’Esquadra ni en los juzgados. Vergés, ayer en su visita a Tremp, confirmó que la Generalitat ha trasladado a la Fiscalía la información solicitada.

Según los datos facilitados por el departamento de Salud, la residencia de Tremp –el único centro para personas mayores de las comarcas pirenaicas del Pallars Sobirà y el Pallars Jussà– registra a día de hoy 92 residentes y 42 trabajadores con Covid-19.

Los 58 fallecidos por coronavirus suponen el 30% de los residentes del centro, que tras la detección del brote hace dos semanas llegó a tener más del 90% –130 de un total de 141– de sus ancianos contagiados.

Salud intervino la residencia el pasado 28 de noviembre cuando la propagación del virus ya se había desbordado en el centro. Desde entonces, de manera provisional la dirección y gestión del centro la asumió Gestió de Serveis Sanitaris (GSS) en vez de la gestora actual, la Fundación Sant Hospital de Tremp - Fundación Filella, y la residencia funciona como un hospital, con tres turnos de médicos y enfermeras.

Según Salud, la intervención de la residencia se hizo para “estabilizar” el brote de Covid-19, que se detectó después de realizar un cribado masivo a todos los usuarios. La Generalitat defendió que velará porque la actividad se preste con “las debidas garantías y se adopten las medidas de intervención establecidas”.