Cataluña celebra el hito histórico de la vacuna aunque amaga con nuevas restricciones

El día ha amanecido hoy con aires de jornada histórica. El último domingo del año ha servido para iniciar la campaña de vacunación contra el coronavirus y empezar 2021 dando carpetazo a la pandemia. En el mapa catalán, un punto destacado en rojo: la residencia pública Feixa Llarga de L’Hospitalet de Llobregat, un centro sin casos de coronavirus y en el que se ha administrado la primera dosis de la vacuna de Pfizer a Josefa Pérez, una de sus inquilinas.

Hasta allí se ha desplazado la plana mayor del Govern, con el president en funciones, Pere Aragonès (Esquerra), a la cabeza seguido por la consellera de Salud, Alba Vargés (también de ERC) y el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon. Los tres han coincidido en definir el momento con contundentes palabras -”es el principio del final del túnel”, “un punto de inflexión”, “hoy es un gran día”- aunque también han llamado a no bajar la guardia ante la situación crítica que vive Cataluña.

“Empezamos a ver la luz al final del túnel, aunque el túnel es largo. Este invierno será largo y difícil, pero hoy es un día de esperanza”, ha resumido Argimon, quien ha pedido a la gente que se vacune para lograr la ansiada “inmunidad de grupo”. Es decir, ir sumando espacios libres de covid-19 como las residencias para acabar con el virus. Una tarea que requiere paciencia y semanas de precaución pese a la llegada de las vacunas: entre la primera y la segunda dosis -se deben administrar dos- hay que dejar pasar tres semanas, y luego esperar unos siete o diez días más para que el organismo genere anticuerpos. Por tanto, durante al menos un mes hay que extremar las restricciones y evitar cualquier situación de riesgo de contagio para que funcione.

Al margen de la paulatina campaña de vacunación -ahora son las residencias, luego el personal sanitario y después queda por ver cómo se planifica el calendario con el resto de la población-, Cataluña aguanta la respiración en plenas fiestas y aguarda ante un inicio de año que podría llegar a ser “complicado” por el efecto de las navidades. Y en este sentido, el Govern amaga con nuevas restricciones mañana mismo en la reunión prevista por el Procicat, el comité técnico que gestiona la pandemia: el conseller de Interior, Miquel Sàmper, se ha avanzado y ha admitido en una entrevista en Rac 1 que el Ejecutivo estudiará un nuevo cierre en el sector de la restauración y la cultura, así como adelantar el toque de queda de Nochevieja a antes de las doce de la noche. Sin embargo, la titular de Salud, Alba Vergés, ha pedido no entrar en especulaciones y esperar a que se tomen decisiones definitivas.

Cabe recordar que el plan de Navidad previsto por la Generalitat contempla de momento que el confinamiento nocturno empiece a las 1.30 horas en Fin de Año, una medida que podría revisarse mañana mismo. Sobre la restauración, ya pesan actualmente severas restricciones: bares y restaurantes sólo pueden abrir cuatro horas repartidas durante la mañana con el cierre fijado a las 15.30 horas y el aforo muy limitado.

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